Opinión Salvador Sostres

100BON con Jean-Claude y Céline Ellena

Foto: 100BON

100BON en francés suena como si dijeras “buen aroma” en inglés. Y efectivamente es una marca de muy buenos perfumes y maravillosos perfumistas, aunque en lugar de basar su publicidad en este hecho insisten en la propaganda, algo decepcionante para las inteligencias razonadoras, de ser una marca de perfumería 100% natural, a base de aceites esenciales de cultivo sostenible y alcohol de trigo orgánico, desarrollada en Grasse, capital de la perfumería. Si ellos creen que este tipo de argumentos son les que les dan prestigio y ventas son muy libres de usarlos, pero a mí me parece mucho más relevante, y noticiable explicar que 100BON tiene tres perfumes extraordinarios cuyos autores son Jean-Claude y Céline Ellena, padre e hija. Si las hijas suelen ser un desafío a los padres, en el caso de Ellena son una caricia sobre una caricia añadida. Céline Ellena podría haberse afirmado contra su padre, uno de los mejores perfumistas de todos los tiempos. Céline tenía la formación, la herencia genética, el talento y si se me permite, la belleza suficientes para haber tomado cualquier camino con éxito. Es casi exótico que no buscara ser un contrapunto de su padre genio, un exostismo que sus admiradores agradecemos mucho.

Los tres perfumes que padre e hija han creado para la marca son “Vetiver e Iris”, “Ambre & Tonka”, y “Musc & Jasmin”. Los tres dicen lo que tienen que decir pero son de una extrema suavidad, que perdura en su delicadeza todo el día en tu piel. Salvo los cítricos, no me gustan los perfumes de cosas de comer, pero en “Amber & Tonka” el olor avainillado crea un gusto, irracional y adictivo, y te dan ganas de consumir el frasco, cosa que no recomiendo hacer a nadie. La elegancia de Jean-Claude Ellena, su maestría, junto a la delicadeza y el genio de su hija nos han dado tres perfumes que a los padres de niñas adolescentes nos permiten seguir soñando que entre padre e hija no tiene por qué haber confrontación para el adecuado crecimiento. “Musc & Jasmin” tiene la suavidad de una mañana de abril en un país cálido. Es un perfume optimista, sobre lo que puede ir bien, y cuando las cosas salen mal te recuerda que aún quedan cosas hermosas en la Tierra para desear el día siguiente.

Los precios de sus perfumes son muy cómodos, ninguno por encima de los 100 euros, al poner la casa el interés en la calidad y no en la publicidad ni en los envases pretenciosos. “El perfume es nuestro arte, el resto es secundario”.

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