En Albert Triola ( CEO de Oracle) se da de un modo particularmente llamativo la relación de inversa proporcionalidad entre lo anónimo que para el gran público es y lo muy interesante que es o sería conocerlo. Poca gente en el mundo sabe tanto de ti como él, por qué te pasan las cosas y cómo podrías hacer para que te ocurrieran otras mejores. En “La soledad era esto”, de Juan José Millás, una señora contrata a un detective para que la siga y conocerse mejor a través de su informe. La soledad no sé, pero tu camino hacia el éxito es Albert Triola.
Oracle es una compañía de gestión de datos. Una compañía que te enseña a entender lo que eres y tienes, a ordenarlo, a jerarquizar. Una compañía que te advierte de los problemas en el mismo instante que empiezan a generarse para que puedas intervenir a tiempo antes de que realmente lo sean. Sus clientes son las grandes compañías pero a veces pienso que si alguna vez me sobrara el dinero contrataría a Oracle para conocerme.
Es una muy antigua fascinación de los artistas saber por qué gustan y por qué aborrecen, a quién, hasta dónde llegan sus obras. Yo no siempre sé distinguir entre mis virtudes y mis defectos, y frases que hoy me parecen encantadoras las leo pasados tres meses y me parecen horribles o que devalúan el artículo. Si Oracle pudiera explicármelo a tiempo no me metería en menos problemas, pero no me pillarían tan por sorpresa las consecuencias de algunos de mis artículos. Desde luego tiene la compañía cosas mucho más importantes y rentables que hacer, pero siempre he pensado que la derivada artística de esta información que de momento sólo se vende a las grandes empresas, sería revolucionaria no sólo en el terreno creativo sino en la determinación de nuestro estilo de vida, con el poder y el negocio que ello significa.
Albert Triola no es tan conocido como otros ejecutivos españoles o del mundo pero es uno de los más interesantes y atractivos. Su discurso sobre la inteligencia artificial es el más interesante y menos esotérico que he escuchado, y es admirable el modo en que consigue sacarle en Oracle, para prestar esta ayuda imprescindible a las demás compañías. Triola es el tipo de profesional serio, no irritantemente joven, no estúpidamente disruptivo, que se basa en el conocimiento y no en la épica, en la inteligencia y no en lo emotivo, que no se pavonea, que no busca el titular fácil, pero que construye un discurso desde la lógica accesible, desde el aseo formal y la complejidad de fondo que hace que el interlocutor se sienta más inteligente de lo que creía y se levante de la mesa sabiendo mucho más de lo que sabía.
Estoy convencido de que Albert Triola entra en un restaurante y no tiene ningún problema para comer tranquilo. Estoy convencido de que no se para el servicio porque todas las mesas se levantan para ir a saludarle y hacerle preguntas. Bien, esta circunstancia es a la vez la suerte de Albert, que puede estar en paz con su familia y amigos, y la desgracia de todos los que no lo conocen ni pueden beneficiarse de su sabiduría, y así siguen en sus vidas de sombras, desacierto y sustos.
Yo soy uno de los que no se levantaría porque hasta hace poco no sabía ni que existía, pero tras escucharlo y leerlo en las varias entrevistas e intervenciones que pueden encontrarse fácilmente en Google siento la urgencia irreversible de comunicar la buena nueva al mundo a los efectos que cada cual considere oportunos.