La elegancia de una sola prenda es fundamental entenderla. Decir te quiero ha de ser más importante que decir te quiero mucho. Sólo en un contexto austero brilla lo excepcional. Hay que huir de la parodia de lo que queremos resaltar, sobre todo en un mundo en que el 99% de los billonarios tiene muchísimo más dinero que imaginación y talento para gastarlo. “Economía, Horacio, economía”, le dice Hamlet a su amigo. Y no por ahorrar hablaba el príncipe, al que ninguna falta le hacía, sino por este mismo sentido de la estilización y la elegancia anticipado en los siglos. Shakespeare lo convirtió en un símbolo contra la falsedad y la mentira. ¿Y qué son los adornos innecesarios sino una forma de insinceridad como al objeto de engañarse a uno mismo y a los demás?
En 2003 nació en Portofino la Loro Piana Bomber, reversible, un lado de microfibras técnicas, fabricadas por una empresa japonesa de producción de velas y el otro de cachemir. Hay que pasar el próximo invierno con tejanos y camiseta negros de Uniqlo y esta chaqueta color verde liquen oscuro. En azul también es fantástica pero el verde liquen es menos usual y da algo de distinción de vie de château aunque en realidad de la ciudad nunca queremos marcharnos. Es importante no comprarla estrecha ni siquiera ajustada. En esta prenda la holgura es básica. Que el cachemir, por supuesto, pero también esta microfibra de vela de balón (spinnaker), ligerísima y a la vez extremadamente resistente, para atrapar el viento y transformarlo en fuerza propulsora, sea nuestra aportación a la consistencia y al minimalismo y a la sobriedad del hombre que no cambia de vestimenta. No es masculino ir vestido de muchas maneras distintas. El hombre acertado viste siempre igual. La excesiva variedad en el armario de un hombre es contraria a su fiabilidad, a su solidez; un padre de familia que se mira más al espejo que a sus hijos o a su empresa es el que acaba creyendo que tiene derecho a vivir enamorado y un día como otro se va de casa y funda una nueva familia. La elegancia de una sola prenda es estética pero sobre todo moral, como todo lo importante. Hay que estar por lo que hay que estar. Los distraídos dicen luego que no tenían mala fe. Pero es devastador el dolor que dejan a su paso.
La Loro Piana Bomber está en los 2.800 euros. Puede ser caro como precio para una chaqueta pero es razonable para todo un invierno. Que un hombre sólo gaste esta cifra de septiembre a abril dice mucho de él. Cualquier expresión de lujo tiene que ir acompañada de un relato y de una medida, de una contención y de una explicación. Todo lo que tú llevas y enseñas tiene que reflejar algo más profundo de ti, si no quieres acabar convertido en una mona de Pascua. No hay nada más triste que un hombre que no sabe por qué hace las cosas ni por qué las lleva ni por qué las compra.
Una sola prenda como un solo Dios y una sola familia. Todo lo demás son pasos en falso y abismo.