Se celebró por todo lo alto. Incluso se construyó una Hoguera (1) para conmemorar la jornada y que será indultada. No arderá. Y es que la semana pasada, el aeropuerto de Alicante celebraba la apertura de la base de Easyjet en la quinta instalación de Aena por número de pasajeros: 15.747.678.
La compañía lleva volando a la Costa Blanca desde 1999 y en estos 25 años ha transportado desde o hasta allí a más de 30 millones y medio de viajeros. Entre sus tres divisiones, la suiza, la europea y la británica (cosas del Brexit) el año pasado sumó 1.819.852 pasajeros en esa terminal a la que por número de usuarios el año pasado solo superaron en España los cuatro grandes: Madrid, Barcelona, Palma y Málaga.
En el global de España, Easyjet transportó a casi 15 de los 283 millones de viajeros de la red Aena en 2023. Esto hace que sea la cuarta aerolínea de corto radio en el país, donde hasta ahora solo tenía una única base permanente: Barcelona-El Prat, complementada por dos bases de verano: Málaga y Palma.
La base de Alicante
Con esta celebrada base en Alicante, los aviones de la compañía basados en España suman ya 19 Airbus y 900 empleos directos. 100 se han generado en la Costa Blanca, junto a los tres aviones que pernoctarán de marzo a octubre en una infraestructura que oficialmente tiene un nombre largo: Aeropuerto Alicante-Elche Miguel Hernández, en recuerdo al poeta de Orihuela que murió en la cárcel de Alicante en 1942.
Y de Elche y Alicante, de la Diputación, de las cámaras de comercio, representantes de empresas turísticas, inmobiliarias y del tejido empresarial de la zona, hubo una nutrida representación para celebrar la apertura de la base. Desde Valencia también se acercó el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón Guixot, que aprovechó la cantidad de gente y medios convocados para sacar a colación dos de sus reiteradas reivindicaciones desde que llegó a la presidencia: ampliar el aeropuerto de Valencia-Manises y construir una segunda pista de vuelo en Alicante, unas peticiones que vistas desde fuera del terreno político merecen una larga reflexión y también otra columna de opinión.
La afirmación de Mazón
Una de las frases que más me llamó la atención cuando Mazón tomó la palabra fue “…y es que Javier manda mucho”, la dijo tras dirigirse a Javier Gándara directamente, agradeciéndole en nombre de la región la apuesta de su compañía por el aeropuerto y también por el peso que el director general de Easyjet para el sur de Europa tiene en el sector.
“Pues estoy completamente de acuerdo”, fue lo primero que pensé tras oír la afirmación del presidente valenciano desde julio de 2023. Y es que, de una manera constante, Gándara trabaja mucho y bien por el sector. Lo hace con dos gorros: el de su compañía, del que es uno de los directivos más apreciados y el de la organización que preside: ALA, la Asociación de Líneas Aéreas integrada por 60 aerolíneas que operan en España. Estas suman el 85% del tráfico aéreo en el país e incluyen a las 10 aerolíneas con más tráfico. Efectivamente, Javier ‘manda’ (2).
Lo de llevar un gorro u otro es algo simbólico, no así otro detalle indumentario. Si no supiera el acto en el que estoy, cuando veo a Gándara llevando corbata, se que está ejerciendo la presidencia de ALA y cuando lleva el cuello abierto, aunque siempre con chaqueta, se que estoy ante el directivo de Easyjet, fiel a la filosofía de la compañía donde únicamente llevan corbata los tripulantes de cabina masculinos, además de los y las pilotos, aunque ellas tienen la opción de cambiar su corbata negra por un pañuelo en su uniforme de aviadoras.
En Easyjet
En todos estos años he conocido a muchos directivos de compañías aéreas. Prácticamente todos tienen un discurso claro y hasta didáctico sobre el sector en el que están, aunque a Javier se le nota algo: le apasiona la aviación comercial y lo trasmite. Si tienes la suerte de hablar con él en una reunión, en un aeropuerto o en un vuelo, te contagia su entusiasmo por el sector y si no, para saber que es lo que le tiene tan atrapado por este mundo, puedes leer ‘Revolución en los cielos’, donde explica el éxito de las aerolíneas de bajo coste, desmontando clichés, ideas preconcebidas y da una visión de lo que ha supuesto para la sociedad europea la irrupción de este tipo de aviación, que parece que siempre haya estado, aunque el mismo reconoce que viene de una época donde volar era algo mucho menos habitual. El libro, por cierto, lo escribió casi en su totalidad en las alturas aprovechando el tiempo de vuelo de sus muchos viajes en Easyjet en un asiento de ventana.
En cuanto a formación, Gándara viene de la ingeniería aeronáutica de la Politécnica de Madrid, de la UNED, la City University de Londres y del Instituto de Empresa. Dirigió las operaciones de FedEx en España entre 2000 y 2007, año en el que fichó por Easyjet y desde entonces ha ocupado diferentes puestos directivos en la casa fundada por el grecochipriota Stelios Haji-Ioannou, fundador de easyGroup, el conglomerado de empresas que revolucionó varios sectores en Europa. Entre ellos, el transporte aéreo. El fundador abandonó el consejo de la compañía en 2010, aunque el y su familia siguen detentando un 15% de la aerolínea conocida por su característico color naranja, del que acabo de saber su tono, el Pantone 021C.
En ALA
Desde que asumió la presidencia de la Asociación de Líneas Aéreas en 2017, Gándara ha sido reelegido cada dos años para seguir en el cargo. Desde su llegada, esta asociación nacida en 1952 dio un necesario cambio de rumbo en su modernización, muy necesaria. Integró a prácticamente todos los actores que vuelan en España (en los últimos años ha conseguido que Ryanair también se incorporase al grupo, todo un logro) y que las compañías aéreas hablen con una sola voz con sus interlocutores: autoridades y aeropuertos. En los peores momentos del transporte aéreo, durante en cierre de fronteras, la suspensión de la mayoría de los servicios aéreos y la incertidumbre generalizada, Javier ejerció prácticamente de voz única de la aviación en España y su presencia en los medios fue tan constante como didáctica y solvente.
Ahora, con el sector fuerte, pasando un momento dulce, tan dulce que las proveedoras de aeronaves se las ven y desean para poder entregar todos los aviones que las aerolíneas les encargan, ALA tiene por delante el reto de la sostenibilidad, trabajando en temas de calado como el desarrollo del hidrogeno verde, la descarbonización del sector aéreo y al mismo tiempo actuar como voz unificada para discutir la afectación o incremento de tasas en asuntos como el combustible actual y los aeropuertos o aclarar que la cancelación de los vuelos cortos es algo muy y muy discutible, como ya contamos en Forbes en enero de 2023, cuando este asunto trascendió del sector para volverse un asunto del que se habló en los lugares menos aeronáuticos.
La semana que viene ALA hará balance sobre la situación del sector aéreo y adelantará las perspectivas para una temporada de verano aeronáutico que apunta muy interesante y positiva. Hablaremos de ello.
(1) Si es usted de Alicante/Alacant esta aclaración le será innecesaria: lo que se plantó allí fue una Hoguera o Foguera, aunque si hubiera escrito que lo que se construyó e indultó el otro día en el aeropuerto era una falla quizá se hubiera molestado. Y es que, aunque se parezcan mucho, cada cosa va en su sitio: en Valencia las Fallas y en Alicante las Fogueres.
(2) Siempre he entendido mandar en el buen sentido: tener influencia, ascendencia y ejercerla bien. No ordenando sino mandando porque se tienen tablas y conocimiento. Un ‘manda’ en positivo.
