Como casi todos, siempre que me voy de vacaciones activo en el último momento el mensaje que avisa que estaré fuera de la oficina los próximos días, el “Out of the office” de toda la vida. Mira que he escrito columnas en esta publicación, con lo que debería afrontar algo tan sencillo con aplomo y soltura. Sin embargo, se me atragantan esas líneas. No es difícil escribirlas, sino decidir qué tono emplear. Porque en esto de los OOO hay de todo; de hecho, todos intentan plasmar su personalidad a los mensajes y, desafortunadamente, muchos encuentran aquí una pequeña parcela para ser creativos. Así que ahí estaba yo el pasado miércoles, dando vueltas a la cabeza sobre qué poner en mi mensaje automático.
Lo primero que hice fue descartar ir de graciosete. Sabéis lo que os digo. Esa gente que no es creativa, pero que en los OOO haya la oportunidad de ser una agencia por un día. Mensajes del estilo: “Seguramente, en estos momentos estaré en una tumbona bebiendo un mojito, así que no esperes una respuesta temprana 🙂 #aquísufriendo #merecidasvacaciones”. Estoy convencido de que es el mismo perfil de persona que dice “Buenos días por la mañana”. Descartado, pues no me gustaría parecer un cuñadete.
Al mismo instante, también rechacé el plan B, el de ponerse intenso y didáctico, estilo Recursos Humanos, destacando el poder sanatorio del tiempo de asueto y de la familia. “Re-conectar, volver a conectar. Aprovechando para recargar pilas con los míos y concentrarme en lo importante antes de volver con toda la energía al trabajo que me apasiona”, sería un ejemplo que muchos habréis leído. Los hay que meten etimología en los mensajes, pero ya juegan en otra liga que no está en mis planes.
Alguno habrá pensado ya: ¿Y por qué no pones el clásico “Estaré fuera de la oficina entre X día y X día. En mi ausencia, puedes contactar con Pepito Pérez Parera y Zutana López Garfia”? Resulta que en Semana Santa casi todo el mundo está de vacaciones los mismos días, así que no hay nadie a quien reenviar el mensaje. Además, siempre me he sentido mal cuando lo hago, como si estuviese pasando marrones a otra persona del equipo.
Quedaba el clásico mensaje de persona seria, que se coge vacaciones, pero que está siempre disponible. Precisamente, los mensajes que más odio. Doy tanto valor a las vacaciones que me da rabia dejar una puerta abierta a que me las chafen. Si hay algo terrible, es seguro que me llamarán, por eso creo que no hace ninguna falta decirlo. “Hola (saludo serio), estoy de vacaciones con acceso limitado a teléfono y email. Siéntete libre de contactarme si es urgente”. Aquí tienes tu título de ejecutivo 24/7, de profesional intachable. Mensajes como éste inundan los OOO. No van conmigo.
Finalmente, preso de la indecisión y de la prisa, me decanté por un mensaje sencillo, pero que cada vez me gusta más. Al menos, elimina todo lo malo de los anteriores. “Vacaciones/Holiday”, firmé. ¿Qué os parece?
Feliz lunes y que tengáis una gran semana.