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Opinión Kerman Romeo

Chivatos 2.0

Su forma habitual de manifestarse es poner en copia a su jefe a las primeras de cambio.

Una de las figuras más controvertidas desde que tenemos uso de razón es la del chivato. Tan útil, valiente y venerable cuando hay algo realmente grave, grave de verdad, y, a la vez, tan irritante cuando se trata de temas menores. Papel, el del chivato, que genera animadversión desde el comienzo de los tiempos. No estaba ahí, pero me lo han contado. Libros, películas, la vida misma. Es difícil caer bien siendo un chivato. De lo que no me había dado cuenta hasta hoy es de que, como casi todo en la vida salvo la web de Renfe, su figura también se ha actualizado, dando nacimiento a lo que hoy podríamos conocer como “Chivato 2.0”.

Encuentran mil maneras y saben cómo hallar recovecos por los que colarse, como las ratas, pero Outlook es su arma preferida, su arma de destrucción masiva. El modus operandi típico del “Chivato 2.0” es ampliamente conocido, pero hasta la llegada de esta columna, poco documentado. Aquí su forma habitual de manifestarse: poner a las primeras de cambio en copia de un email que era entre unas pocas personas a todos los cargos superiores que pueda haber en esa empresa o en las colindantes. Por si no se entiende: copiar a tu jefe o al suyo (puede llegar a ser el mismo) cuando tú estás solucionando algo sin su presencia. Básicamente, chivarse y llamar al primo de Zumosol, pero en tu cara.

Esta especie es ligeramente distinta al chivato de toda la vida, aunque mucho más fuerte y dañina. Su evolución con respecto al “Chivato Sapiens” radica en que, lejos de esconderse y filtrar el tema en el que tiene un desacuerdo contigo, ya ni siquiera se oculta. Los hay que dirán que, al menos, son honestos en su afección, pero para mí el hecho de poner en copia de todo quisqui (lo siento, no pondré quisque) de buenas a primeras reconoce abiertamente una incapacidad para lograr ponerse de acuerdo. Si se chivasen en privado al que ponen en copia, muy probablemente esta persona podría ejercer de mentora y dar buenos consejos que evitarían en futuro conductas así. Cuando directamente se pasa a añadir al CC de Outlook, uno lanza una bomba de resentimiento.

Porque esa conducta defensiva y, a su vez, tremendamente ofensiva, es difícil de olvidar para quien la recibe. Dicen que el tiempo todo lo cura, pero cuesta más cuando la afrenta proviene de un chivato. Falta de confianza, en el otro y en uno mismo, suspicacia, falta de compromiso, impaciencia, complejos, escasez de valores de compañerismo, son factores añadidos a esta nueva especie, el “Chivato Sapiens Sapiens”, el “Chivato 2.0”. Ejemplares difíciles de ver, pero también difíciles de olvidar.

Feliz lunes y que tengáis una gran semana.

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