‘Si una persona necesita ser rescatada en un lugar remoto, un avión puede localizarla… y arrojarle flores, eso es todo. Sin embargo, un helicóptero puede llegar llegar hasta ese lugar y salvarle la vida’.
Esta reflexión, entre verídica y cruel, se atribuye a Igor Ivanovich Sikorsky, pionero de la aviación y ‘padre’ del helicóptero ya que el R-4, aeronave de despegue vertical que nació en su mesa de diseño, fue el primero producido en serie desde 1942. El apellido de Igor ha dado nombre a helicópteros muy conocidos en la historia dentro y fuera del mundo de los rotores.
Un ejemplo sería el Sikosky H-5: fue el primer helicóptero que llegó a la Antártida. Otro podría ser, el Sikorsky S-64 Skycrane, primero capaz de llevar 10.000 litros de agua en un solo vuelo para extinguir incendios. Como curiosidades locales, el Sikorsky S-76 fue el modelo con el que Felipe VI realizó su curso de piloto de helicópteros en Granada en 1996 y también es el tipo de aeronave que usa el servicio de Gardacostas de la Xunta de Galicia para los rescates en el océano. Sikorsky es sinónimo de helicópteros del mismo modo que La Cierva lo es del autogiro: el invento del murciano Juan de La Cierva y Codorníu fue fundamental para el posterior desarrollo de los helicópteros.
European Rotors
Hoy les hablo de helicópteros en esta columna porque estos días se celebra en Madrid European Rotors. Se trata del mayor evento aeronáutico de Europa y el segundo del mundo centrado exclusivamente en la tecnología VTOL, acrónimo ingles para referirse a los despegues y aterrizajes verticales. Es la primera vez que un acontecimiento de esta magnitud se celebra en España.
Aunque la frase casi suene casi a promoción, estos días el pabellón 9 de Ifema es el punto central de los helicópteros en nuestro continente. Además de algunos prototipos singulares o aeronaves futuribles (eléctricas, de pilotaje autónomo) en diferentes fases de desarrollo, en la Feria se exhiben 21 helicópteros reales: 14 han llegado en vuelo y aterrizado junto al pabellón para luego ser remolcados su interior y seis más han llegado transportados por carretera. Han volado desde diferentes lugares de España, Francia, Reino Unido, Eslovaquia, Italia, Portugal y Suiza. En sus cometidos habituales se usan para la formación de pilotos, lucha contra incendios forestales, tareas policiales, rescate en mar, en la montaña, como ambulancias aéreas o para trabajos de montaña.
Lo anterior deja ver que el grueso de aparatos presentes en el pabellón tiene lo que se conoce como usos Parapúblicos. En España estos serían tanto los que dependen de diferentes ministerios como los adscritos a las administraciones autonómicas. Algunos son de propiedad directa del estado, mientras que la práctica totalidad de helicópteros que operan para gobiernos como los de Andalucía, Asturias, Madrid, Cataluña o Aragón son aparatos propiedad de empresas privadas contratados por diferentes consejerías.
Emergencias Vs pasajeros
La presencia de helicópteros de cuerpos como los Bomberos de Asturias, la Policía Nacional, los Carabinieri italianos, la Guardia Civil o el Ejercito del Aire e Instituciones como la suiza REGA dejan poca presencia a los aparatos dedicados al transporte de pasajeros, aparatos corporativos o vuelos VIP. Precisamente la semana pasada y durante un almuerzo en Madrid, le pregunté a Fernando Lombo, director de Airbus Helicopters España, por su división ACH dedicada al desarrollo y comercialización de aparatos corporativos a la carta.
Lombo me comentó que al contrario que lo que sucede en otros estados, ese negocio era mínimo para su empresa y que ACH no ha tenido prácticamente actividad comercial en nuestro país. Para argumentarlo adujo dos motivos principales: la discreción de quienes podrían permitirse un aparato así en España y sobre todo ciertas restricciones para sobrevuelos de algunas zonas, junto a la imposibilidad de operar actualmente en aeropuertos como Barajas, donde los transfers entre helicópteros y aviones corporativos para llegar rápido al destino final, justificarían el uso de estos.
Cuando el directivo de Airbus Helicopters me dio esta explicación bien argumentada, pensé en una empresa que es casi una excepción en España: BG helicopters, cuyos aparatos se dedican a tareas tan dispares como fumigación aérea, inspección de líneas eléctricas, extinción de incendios, filmación y fotografía. Esto también lo hacen otras compañías, aunque tiene una importante división: el transporte público de pasajeros, ya sea en modo turístico como en vuelos a la carta, que puede ser un traslado directo desde diferentes puntos de la península a cualquiera de las baleares sin pasar por ningún aeropuerto, ofreciendo prácticamente un servicio “de puerta a puerta” o bien vuelos VIP a hoteles, bodegas, restaurantes con helipuerto o fincas por todo el país y los vecinos.
Esta operadora de aviones y helicópteros además de mantenimiento civil y militar, que aprovecha estos días para presentar su rebranding hacia BG Aviation, es uno de los 253 expositores que estos días están en Madrid. Como demostración de la importancia de la Feria allí han ido los principales constructores del mundo, como Bell, Leonardo, MD helicopters o Airbus. También están las empresas que diseñan el interior de los aparatos, firmas de mantenimiento, software, instrucción y formación, motores, consultoría… Todo, prácticamente todo lo que tiene que ver o aquel profesional europeo que tiene relación con el vuelo vertical está o pasa estos días por Madrid. Eso, es bueno: prestigia al país, a su aviación, da a conocer a sus empresas con más fuerza en el escenario internacional y refuerza la industria local, que tiene importante presencia entre esas 253 firmas.
Que la Agencia Europea de Seguridad Aérea y European Rotors hayan apostado por traer el evento a España abre el paso para que aquí se ponga aun más interés en temas como la reducción de ruidos, las constantes innovaciones del sector, lo que está por venir en vuelos no tripulados, la atracción de talento, la optimización en el uso del espacio aéreo o la mejora de infraestructuras.
Por todo ello, bienvenida sea una versión madrileña de este evento. Ojalá, de consolidarse su presencia en el país, pronto también otros European Rotores en lugares como Sevilla, Bilbao, Palma, Málaga o Barcelona, plazas igualmente atractivas para una feria VTOL.