A mediados de mes se publican puntualmente. El departamento de estadísticas de Aena, empresa que gestiona la práctica totalidad de aeropuertos en España, da a conocer los resultados del mes previo. En parte por interés periodístico y también en buena parte por mi aerotrastorno* consulto siempre estas listas para ver como respira el sector aeroportuario.
El boletín mensual se divide en tres temas: pasajeros, operaciones y mercancías. El primero es sencillo: se clasifica de mayor a menor por número de pasajeros que han utilizado cada instalación. Por ejemplo, en septiembre de 2023 Madrid-Barajas fue el aeropuerto más usado. Fueron exactamente 5.385.824 usuarios los que pasaron por sus terminales. La lista de 46 aeropuertos y dos helipuertos la cierra esta vez Huesca-Pirineos. El mes pasado, su pequeña terminal, ubicada en Monflorite, manejó tan solo una docena de usuarios.
El segundo listado estadístico se refiere a la cantidad de despegues y aterrizajes que tuvo cada instalación. Aquí, los cuatro primeros puestos son coincidentes con los cuatro en cabeza en número de pasajeros: Madrid, Barcelona, Palma y Málaga. A partir del quinto lugar en número de operaciones, la clasificación ya varía y lo ocupa Ibiza. Lo hace por la cantidad de jets privados que llegan y salen de la isla. Se contabilizan como operaciones, aunque por su exclusividad y tamaño, estos aviones llevan muchos menos ocupantes que un avión de línea. También están aún más altos en la lista de operaciones aeropuertos como el de Tenerife-Norte. En este caso por la gran cantidad de vuelos que la aerolínea canaria Binter tiene desde allí con aviones medianos rumbo al resto del archipiélago.
La tercera temática de las estadísticas se refiere a la cantidad de mercancías transportadas en avión. Este es el tema del que les quería hablar, aprovechando este espacio en el que el editor de Forbes me permite hablar a escape libre sobre todo tipo de historias, actualidad y curiosidades aeronáuticas.
En número de kilos transportados, cifra que excluye el equipaje de los pasajeros, Barajas vuelve a ser el líder de los aeropuertos españoles. Tan solo en septiembre manejó 54,5 millones de kilos. Aquí lo normal sería pensar que el segundo aeropuerto carguero de España es Barcelona, ¿verdad? ¡Pues no! En septiembre, Zaragoza tuvo más carga aérea que El Prat: 14,3 millones frente a los 13,5 del aeropuerto de la capital catalana. Luego siguen Vitoria, Gran Canaria, Valencia, Tenerife-Norte y Sevilla. Málaga y Mallorca cierran la lista de las 10 instalaciones más importantes en carga aérea del país.
En la bodega bajo el pasaje
Aunque en Madrid y Barcelona hay un buen número de vuelos puramente cargueros. Buena parte de las mercancías que se llevan por avión en estos dos aeropuertos viaja en las bodegas de los vuelos de pasaje. Especialmente en los viajes de largo radio. Seguramente alguna vez desde su asiento de ventana, habrá visto que en las bodegas se cargan cajas y más cajas o contenedores señalados como Cargo. Las compañías aéreas venden ese espacio disponible de alto valor para llevar casi todo tipo de carga aprovechando, por ejemplo, un Quito-Madrid, un Barcelona-Singapur, los varios Buenos Aires-Barajas diarios o los Bogotá-El Prat. Sin embargo, en Zaragoza y Vitoria la mercancía aérea si viaja en aviones específicamente cargueros, que es el segmento en que se han especializado estas dos instalaciones.
Aragón y Euskadi
Los resultados de pasaje y mercancías contrastan en Zaragoza y Vitoria-Gasteiz. En septiembre, el aeropuerto aragonés tuvo 62.000 pasajeros y sin embargo superó los 14 millones de kilos transportados, mientras que el vasco tuvo aún menos viajeros, 31.000, aunque los aviones de carga movieron allí 6,1 millones de kilos de mercancías.
Las cifras de Zaragoza no son tan solo por su buena ubicación en un excelente nodo de comunicaciones. Aquí el grupo Inditex es uno de los grandes responsables de los vuelos puramente cargueros que salen desde Aragón. A tan solo tres kilómetros del aeropuerto, la compañía gallega tiene uno de sus enormes centros logísticos: la plataforma Europa. Así, aunque en el campo del pasaje Zaragoza sea un aeropuerto casi exclusivamente dedicado a los servicios Low Cost europeos, los vuelos de mercancías llegan semanalmente a destinos tan lejanos como Qatar, México, Emiratos Árabes y China. Recientemente, la nueva aventura aérea de la naviera MSC también ha puesto a Zaragoza en su mapa de rutas.
Vitoria es el segundo aeropuerto del estado especializado en carga. Originalmente fue construido para ser el gran aeropuerto del País Vasco. Cuando se abrió en 1980, se planteó como sustituto de Bilbao y centro de las operaciones aéreas en todo el hinterland vasco-navarro-riojano, aunque las presiones desde el poder económico vizcaíno, aparcaron el proyecto de ese aeropuerto central de Euskadi. Sin embargo, las instalaciones ahí estaban: una espléndida pista de 3.500 metros, los mejores medios técnicos y una enorme extensión junto a ella para desarrollar proyectos logísticos. Y se hizo. Desde hace casi 30 años, VIA o Vitoria International Airport, se encarga de la promoción de la instalación.
VIA está formada por el ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, la Diputación Foral de Álava, el Gobierno Vasco y la Cámara de Comercio de Álava. Estas instituciones están detrás de haber evitado que esta instalación se quedase con un numero residual de vuelos de pasaje y lanzarlo en el sector de la carga. El año pasado batió su récord histórico. Fueron 73,6 millones de kilos de mercancías las que llegaron o salieron de sus instalaciones en aviones sin pasajeros: toneladas de productos perecederos que maneja Decoexa o millones de kilos que vuelan en aviones que vuelan para DHL y otras grandes multinacionales de la logística que llevan absolutamente todo por vía aérea.
Un mundo poco conocido, aunque trascendental, donde no solo los grandes aeropuertos juegan en primera división, sino que otras instalaciones, aparentemente secundarias, también participan en las grandes ligas de la aviación.
*Aerotrastorno: concepto acuñado por el historiador Julián Oller, referido a todas aquellas personas que viven el mundo de la aviación de un modo entusiasta y apasionado, con diferentes grados de ‘gravedad’.