Siempre me ha hecho gracia pensar en que la gente más famosa y relevante también tendrá grupos de WhatsApp en los que se comportarán como personas cotidianas. Me mata de la risa imaginar a Pedro Sánchez escribiendo a sus colegas “¡Joder! Qué malo es Gil Manzano”, a Sergio Ramos diciendo a sus panitas “Brutales los yogures de Casa Xanceda” o a Melendi carcajeándose tecleando un “Estoy rodando por el suelo lol”. ¿Será fácil dejar de ser el presidente para ser sólo Pedro, incluso Peter? Si es así, ¿qué rol asumirán Sánchez, Ramos o Melendi en ese gran juego de roles que es WhatsApp?
Tengo la sensación de que en los grupos de esta red social, especialmente en los que compartes con amigos cercanos, los roles que uno tiene en la vida se acentúan. Quizá me quede corto con el verbo: los roles se multiplican por diez. Al que le va la polémica, no para de polemizar; al que le gustan los chistes malos, se convierte en una máquina expendedora de gracietas; el que tiene tendencias políticas de un color, se torna en un fanático; quien es forofo de un equipo, se vuelve un ultra de cuidado. Todo arranca con simples comentarios, pero a medida que se coge carrerilla, empiezan los audios, los links, los reenviados… Todo va in crescendo.
Es curioso, porque el nacimiento de estos papeles es inocente, pero cada vez veo más roles que devoran a los personajes. No sé cuánto de un papel exagerado que se utiliza acaba trasladándose a la vida real, convirtiéndote en una persona mucho más extrema, pero sospecho que bastante. Si antes tu rol multiplicaba por diez, ahora lo hace como mucho por cinco. No me siento libre de este problema. Analizando fríamente, hay algunos mensajes que he mandado que remarcan en exceso opiniones o actitudes que en la vida real serían exageradas. Y ahí radica el problema, en que la virtud para la convivencia está en cierta mesura y decoro, algo que algunos roles imposibilitan.
De alguna manera, un rol interpretado 500 veces casi acaba convirtiéndose en la realidad, especialmente a los ojos de quien lo lee, que, pese a ser un amigo cercano, es probable que te vea con mucho menor frecuencia de la que comparte opiniones contigo en WhatsApp. Así que puede que sea el momento de pensar si el rol que tienes en algunas redes sociales, especialmente en la citada, es por el que quieres que se te conozca. Que tu rol no se zampe a tu personaje.
Feliz lunes y que tengáis una gran semana.