Definitivamente, el sector tecnológico ha decidido tomar las riendas de sus poderosas herramientas. Casi como si de un actor político se tratase, asumiendo roles del Estado del Bienestar. En la apertura del CES de Las Vegas, la gran feria global de dispositivos electrónicos de consumo, el presidente de la entidad organizadora (CTA), Gary Saphiro, dice que el evento “por primera vez tiene un tema: qué puede hacer la tecnología por construir un mundo mejor”. No va de farol. Un vídeo repite insistentemente la palabra “inseguridad” junto a salud, economía, política, medio ambiente… así ven el mundo, sin ellos.
“Tenemos que elevarnos sobre nuestras diferencias nacionales e individuales, como una sola familia humana, con seguridad para todos”, proclama Saphiro. Viene a la cabeza esa foto del Che Guevara de Korda convertida en icono tras su publicación en la revista Paris Match. “Tenemos la misión de proporcionar seguridad humana para todos a través de la tecnología, sin dejar a nadie atrás”. Liberté, Égalité, Fraternité.
Es un tema de primer orden este paso adelante de los líderes del sector tecnológico, más explícito hoy que en ningún evento anterior. Con los sistemas hydropanel para potabilizar agua usando energía solar, se podrá ayudar a esos 2.000 millones de personas que no tienen acceso a agua limpia potable con el proyecto Source y Starbucks forma parte de él.
Clean Water Pathfinder, un robot autónomo que puede vivir en las tuberías de las ciudades, combatirá las pérdidas de agua anuales, que podrían abastecer a 200 millones de personas. Incluso la democracia podrá salvarse gracias a la votación securizada con blockchain de zKvoting. Estos dos últimos son ganadores de los Innovation Awards del CES.
“Be in it”. CTA publica de nuevo, tras su primer lanzamiento en 2019, el International Innovation Scorecard, un indicador que incluye aspectos como la libertad y los derechos humanos entre los componentes de la innovación, toda una declaración de intenciones.
Saphiro no oculta que, al elegir a los Innovation Champions, tecnología y política van de la mano. No está China, obviamente, en una lista en la que hay 18 países europeos, dos asiáticos –Singapur y Japón–, dos americanos –EE UU y Canadá–, y Australia. España es el único país del Sur de Europa incluido, pero no acude nadie del Gobierno a la llamada del CES. Sí hay representantes de Reino Unido, Alemania, Países Bajos o Francia.
Vivimos un cierto déjà vu tecnológico, pero ahora las cosas tienen la capacidad de convertirse en reales. Michael Kassan, CEO de Medialink, lleva este impulso de la tecnología hacia la persona al ámbito de la comunicación. “El mundo se ha movido hacia la intersección de marketing, media, publicidad, entretenimiento, tecnología y deporte”. Hace más de una década que se habla del paso del B2B o B2C al concepto de B2H, business to human, pero él lo recupera como si fuera nuevo. Parece que ha llegado el momento.
En 2017, el entonces vicepresidente de Inmarsat Aviation, una de las pioneras en la conexión de aviones a internet, Frederik van Essen, me dijo que “las aerolíneas tendrán que preguntarse si su negocio es proporcionar transporte o si son comercios que tienen la suerte de mantener a sus clientes durante seis o siete horas dentro de la tienda».
En el CES 2023, el CEO de Delta Airlines, Ed Bastian, anuncia internet gratis, de alta capacidad y para todos a partir del uno de febrero. Les ha costado mil millones de euros encontrar la solución tecnológica junto a Viasat. La clave es que su aerolínea tiene 150.000 pantallas en los asientos de sus aviones, más del doble que cualquier otra compañía del mundo, el equivalente a una ciudad de medio millón de habitantes… una ciudad que cambia sus moradores ¡cada día!
Delta Sync se ha asociado con T-Mobile, Paramount+, American Express, Atlas Obscura y la muy deseada sección de juegos de The New York Times. “Será una marca paraguas, una colección de servicios digitales, oportunidades de engagement y experiencias para los clientes cuando entran en nuestro portal gratuito de wifi”, dice Bastian. En el futuro, el canal incorporará retail, gaming, deportes, y otro aspecto fundamental más: se conectará a todos los dispositivos del usuario.
Da en el clavo Laura Jones, CMO de Instacart, una plataforma con mil tiendas adheridas realmente innovadora. Dos ejemplos de ello: ha lanzado el servicio Carts para echar un vistazo a las cestas de otras personas, desde artistas como Lizzo a influencers y deportistas, y comprar lo que aparece en ellas; y permite que tiendas de comestibles pueden añadir otras categorías como belleza a sus ventas y ofrecer, junto a productos locales, cremas de Yves Saint Laurent.
Habla Laura Jones de la “conexión entre comercio y contenido, el retail media es una expresión pegadiza”. Como Delta Airlines, también Instacart se asocia con distribuidores de contenido como TikTok, donde “puedes ver a un creador increíble o a un influencer de alimentación y en menos de 30 minutos tener sus mismos ingredientes en tu cocina”.
No me interesa demasiado el discurso de Oliver Zipse, CEO de BMW, y su recurso a Arnold Schwarzenegger para convencernos de que “el coche se transforma de un asistente útil a un compañero fiable que sabe más de ti día a día, la movilidad se convierte en más humana”. Si acaso, su visión sobre la Circularidad 100%: “todas las materias primas de las que está hecho un BMW podrán ser utilizadas otra vez”.
Mucho más enigmáticas son las palabras de Travis Montaque, CEO Group Black, el único que consigue dejar rumiando una idea: “Los creadores son las nuevas startups”, dice. “Este año estamos experimentando una diferencia significativa entre la forma en la que los creadores hacen correr sus negocios y la forma en la que el marketing y la comunidad media conecta con ellos”. A seguir.