«Que guapa es». Nadie escucha la frase. Sobre el escenario, sentado en un taburete al lado de Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del gobierno y ministra de trabajo, se puede gesticular poco. Hemos decidido sentarnos sobre el escenario, en vez de subir, porque Díaz no podrá quedarse a cenar. Celebramos que Maria Dolores Dancausa ha sido elegida Forbes Best CEO 2021. Desde arriba se me ocurre utilizar el ojo de pez del Iphone para retratar el momento mientras Sandra Barneda introduce el acto. El Mandarin del Ritz reluce como nunca. La primavera ha guapeao Madrid y hasta las pinturas del Prado hablan de descolgarse de sus escarpias y apuntarse a cenar. Menos mal que las alarmas no las dejan salir.
El Ritz tiene dos puertas, y hotel con dos puertas malo es de guardar, pero antes de las 9.30 acabamos todos juntos. Todos pasamos a retratarnos. La maldición del fotocall es que el que va a ser fotografiado, a muchos les cuesta horrores posar, una vez que vence su timidez y se pone delante de los flashes -en algunos momentos hasta diez fotógrafos al tiempo- no le gusta que le retraten rápido. Y piensa que si le despachan con un par de destellos saldrá mal en la próxima edición impresa de Forbes. A menudo si soy yo el que poso con ellos, utilizo técnicas de ventrílocuo, los tranquilizo diciendo que la fotografía digital no es la que no usa película de papel sino la que te garantiza salir siempre bien en la foto. De que salgan bien me ocupo yo.
En el cocktail, la alegría de convivir sin mascarillas es lo más comentado, pero algunos mantienen la incertidumbre de saludar con la mano o con el par de besos latino. Eso mismo le pregunté a Ana Botella al recibir a la pareja. “No lo se”, me dijo, pero acabamos con los dos besos. La sala del cocktail hervía de felicitaciones, corrillos de negocios, vanidades y la influencia parecía respirarse.
José María Aznar mantuvo su mascarilla FFP2 de color blanco durante todo el cocktail y también durante el largo discurso de la vicepresidenta que se extendió rozando la media hora. Desde el estrado me pareció intuir que no estaba muy de acuerdo ni con las buenas noticias que vaticinó Díaz, ni con que Elon Musk (50), y su primera fortuna mundial, según Forbes, supusiese un peligro ya con Twitter en su portafolio.
Aznar sigue en el consejo del News Corporation de Murdoch y también charlamos de eso. Ese mismo día había llegado de Colombia y sacó tiempo para una conferencia y para asistir a la cena. A su lado en mi mesa el cordobés Pedro Guerrero (68), presidente de Bankinter, lució la sonrisa mas juvenil de la noche. “Pedro y yo fuimos compañeros de colegio en El Pilar” me contó Aznar, “él era el más listo de la clase, siempre lo fue… pero el Presidente fui yo”, bromeaba ya sin mascarilla con la sonrisa que iluminan los recuerdos infantiles. Los dos aprovecharon para recordar con emoción el 50 aniversario de su promoción en el Pilar, que celebraron recientemente con los compañeros en una cena.
“A la mayoría no los reconocía”, comentó el expresidente, “pero claro, todos sabían quién era yo”. Y también se acordaron de José María Jarabo Pérez, que no todo es fulgor en El Pilar, el alumno asesino que fue el último delincuente común ajusticiado a garrote vil en España.
Al llegar el postre, Aznar, que siempre se cuida, pidió cambiar la tarta de queso por un helado, “por supuesto, Presidente”, le contestó el camarero. “¿Le parece a usted de vainilla?”. Ante la confirmación presidencial pedí apuntarme como anfitrión al placer de las dos bolas, y me las comí antes que él, no se si por ganarle en algo, o porque necesitaba dulce.
La crónica debe escribirse en negrita como aquellas columnas legendarias de Umbral o con cada entrega del maestro Raúl de Pozo en la contra de El Mundo. ¡Viva el vino! El ejecutivo más alto fue Íñigo Martos (51), que con gran experiencia en Credit Suisse, lidera ahora Deutsche Bank con un objetivo muy claro: “convertirse en el banco internacional de referencia en España”. Lo conseguirá.
También estuvieron Luis Abad, CEO de Capgemini; Federico Linares al que le sugerí imaginase su candidatura para la alcaldía de Cádiz; Domingo Mirón, muy elegante, de Accenture, acompañado, claro, de Paloma Cabrera, su directora de comunicación; Helena Herrero, presidenta y consejera delegada de HP para España y Portugal; la chef Pepa Muñoz; Juan-Galo, CEO de Engel & Völkers España, Portugal y Andorra, con su recién estrenada paternidad; Alfonso Rodés, presidente de HAVAS, buen gastrónomo y “el hombre” de Vincent Bolloré en España; Brian Lavio, country manager de la relojera Audemars Piguet; César Romera, director de marketing y corporate affairs de Kyndryl España y Portugal; y Juan Pedro Moreno, ex Accenture, buen amigo de Forbes, y emprendedor en la que se está convirtiendo en la floristería de referencia en Madrid, Floripondios.
Alberto Ruiz-Gallardón (63) “salió de su escondrijo” para rendir homenaje a Dancausa, y antes de sentarse en mi mesa, fue a presentarse a la vicepresidenta. “Qué ganas tenía de conocerte” le dijo Díaz al exalcalde. “Tengo para ti dos noticias. Una buena y una mala, la buena es que la vida después de la política es mejor, y la mala es que te queda mucho tiempo para comprobarlo”, en alusión a su futuro político. Y Yolanda, como la llama Carlos Alsina, le mostró su preocupación por el grado de crispación político.
José Manuel Entrecanales (59), que pronto lanzará Silence, el coche eléctrico urbano de Acciona (sus motos ya son parte del paisaje de la ciudad), y que tiene en su consejo a Dancausa, fue uno de los protagonistas del cocktail porque se deja ver poco. Le saludaron Juanjo Cano, presidente de KPMG; Fernando Ruiz, presidente de Deloitte, siempre bien acompañado de Antonio Belmonte, director de comunicación; Jaume Miquel, presidente y CEO de Tendam; Javier Rodríguez Zapatero, referente digital en la empresa española como presidente de ISDI; Nancy Villanueva CEO de Iberia y Middle East de Interbrand acompañada, claro, por el director creativo Borja Borrero; Ignacio Mataix, CEO de Indra, que ese mismo día tenía consejo; Osmar Polo, CEO de T-Systems cuya insignia en la solapa delataba su orgullo de pertenencia, siempre cerca del veneciano Cristiano Badoch, brand manager de Forbes; y el equipo de Havas, Carmen Fernández de Alarcón, Miguel Mira, incorporando a la compañía tras su paso por Coca Cola España y Coca Cola Méjico. Y los creativos del año, autores de la fantástica campaña para Bankinter durante la pandemia, de Sioux meet Cyranos, Leandro Raposo y María López-Chicheri.
Los “recién llegados”, que se incorporan al universo de Forbes y de sus relaciones: el cántabro Jaime Colsa, CEO de Pallibex, buen coleccionista de arte urbano que además está “customizando” las mejores motos del país con CRD; Julio Iranzo que ha posicionado Avellanar en no lo más alto del lujo residencial en la capital; desde Barcelona mi amigo el navegante Luis Conde -que todo lo sabe de relaciones humanas- CEO de Seeliger y Conde, el financiero y gastrónomo Alejandro Alcaraz, Sergio Muñoz, nuevo delegado de Spainmedia en Cataluña y Baleares tras su paso por Fiact.
Con cariño especial recuerdo la presencia de colegas de oficio como Javier Moll y su mujer Arantza Sarasola, propietario de Prensa Ibérica y el oscense Antonio Méndez Pozo (81), presidente de Promecal, editor del Diario de Burgos. Y claro, Pedro J., también editor —que no se ha perdido ninguna de las entregas de los premios en sus nueve ediciones—, y Cruz Sánchez de Lara, que ya prepara una segunda novela.
Los discursos fueron largos. Habrá que aprender de eso, que los culos se resienten. José “Pepe” Bogas, (67) CEO de Endesa, y elegido por Forbes como uno de los empresarios más elegantes del país, leyó su laudatio a la víspera de su junta de accionistas, y como es el ejecutivo que mejores bromas cuenta del Ibex, no pudo dejar de contar que “Mariló todo lo hace bien, excepto cuando le da por cantar” -luego me enteré ya en las infusiones, que el karaoke sucedió en Ibiza- “Gwendoline”.
Dancausa no leyó su discurso —“nunca los leo»—, me dijo luego cuando la felicité por ello, y no se olvidó de dar las gracias a Jaime Botín (86), accionista de referencia con un 23,2% -su hijo Alfonso, vicepresidente, no pudo asistir al acto-. Contenida, pero feliz, agradeció al equipo, y yo lo hago especialmente desde aquí a Inés García Paine, su esfuerzo común por la entidad. Especialmente satisfecha estuvo en mi mesa su hermana Concepción Dancausa, consejera de Familia, Juventud y Política Social de Madrid. “Somos 7 hermanos”, contó Maria Dolores en su discurso, “pero mi padre se empeñó especialmente en que las mujeres fuéramos independientes. Os aseguro, y está mi hermana delante, que las dos trabajamos mucho”.
Dancausa, Begoña Villacís, Irene Cano, country manager facebook, Mamen Vázquez, directora general de este periódico, Isabel Tocino, consejera del banco Santander, Patricia Benito, general manager de Openbank, Isabel Estapé, consejera de Criteria, y Yolanda Díaz, llevaban los tacones más altos de la cena. Cuando antes de Semana Santa fui al edificio de Rafael Moneo a anunciarla que había sido elegida Best CEO 2021, lo primero que me dijo fue: “Oye, no me lo habréis dado por ser mujer. (…) Estoy muy contenta pero quiero recibirlo si los méritos son por mi gestión”.
Los hitos de la gestión al frente de Bankinter y de Línea Directa -no, Matías Prats no fue a la cena- son apabullantes. Y como dijo Bogas “los periodistas saben que Dancausa es la primera que presenta resultados y también que lo que dice en sus entrevista marca pauta para el resto del sector”.
La noche fue guapa. Ignacio Quintana, director general de Spainmedia, ejerció con guante de seda y mano firme. La vicepresidenta no se quedó a cenar porque aún tenía que trabajar. La cena fue sencilla, pero estuvo rica, y los vinos ayudaron a disculpar la longitud de los discursos. Y antes de medianoche, para que los coches de los CEO no se transformasen en calabaza, pudimos abandonar el hotel y respirar los olores del Jardín Botánico fundado por Fernando VI. Espero que quedase en el aire el mensaje de mi alocución de bienvenida: “Estamos en la gestión para los demás”. Y eso fue para lo que premiamos a una mujer, que este año ha gestionado para los demás como la mejor que es.