Robert Redford (Santa Mónica, California, 1936-Provo, Utah, 2025), una de las mayores estrellas de la historia del cine y símbolo sexual de toda una generación, ha fallecido la madrugada de este martes, a los 89 años. La noticia la dio a conocer el New York Times, citando a la representante de Redford, Cindi Berger, presidenta y directora general de la agencia de comunicación y relaciones públicas Rogers and Cowan PMK.
Según la información, Redford falleció en su casa de Provo, en las montañas del estado de Utah, no lejos de Salt Lake City, “el lugar que amaba, rodeado de sus seres queridos. Se le echará mucho de menos –se leía en el comunicado de la agencia–. La familia pide intimidad”. No se han transmitido, por el momento, más detalles sobre la causa de la muerte.
Marcó el cine de Hollywood durante décadas
Puede que a las generaciones más jóvenes les resulte más desconocido y les suenen más los nombres de Brad Pitt y George Clooney. Pero a Pitt al principio se le tendía a comparar, por belleza y sex appeal con Robert Redford. Desde su primera aparición en la gran pantalla –después de hacerse un nombre en Broadway y la televisión–, en “Tall Story”, de Joshua Logan, y hasta bien entrado el siglo XXI, Robert Redford marcó toda una época en el cine de Hollywood. Con su rostro inconfundible y su actitud inquebrantable. Aunque solo ganó un Óscar como director (con la película de su debut, “Gente corriente”), el público se entusiasmó con la gran variedad de películas en las que actuó. Comedias, películas del Oeste, melodramas, thrillers… Redford se atrevió con muchos más géneros y desafíos actorles que muchas otras estrellas de cine multitudinario.
Por eso Redford se convirtió en una de las máximas estrellas de cine de la segunda mitad del siglo XX, aunque inicialmente le tocó luchar contra el sambenito de su belleza, para demostrar que tenía un enorme talento como actor. Como anécdota podemos decir que el primer nombre que barajaron los Hombres G al iniciar su carrera musical a principios de los años ochenta era Los Bonitos Redford… Sus primeros éxitos como protagonista fueron “La jauría humana”, de Arthur Penn, junto a Marlon Brando y Jane Fonda, y “Descalzos por el parque”, de Gene Sacks, nuevamente con Jane Fonda como co-protagonista, pero es conocido, sobre todo, por sus papeles de protagonismo compartido con el otro gran “guapo oficial” del cine estadounidense de los años sesenta y setenta, Paul Newman, con quien coincidió en “Butch Cassidy y Sundance Kid” y “El golpe” (ambas dirigidas por George Roy Hill). Su relación de títulos de éxito indiscutible es abrumadora, entre ellas, varias dirigidas por Sydney Pollack –“Las aventuras de Jeremiah Johnson”, “Tal como éramos”, que protagonizó junto a Barbra Streisand, “Los tres días del Cóndor”, con Faye Dunaway o, sobre todo, “Memorias de África”, en la que trabajó con Meryl Streep–. Pero también hay que hablar de “El candidato”, de Michael Ritchie; “El gran Gatsby”, de Jack Clayton, con Mia Farrow; “Todos los hombres del presidente”, sobre el escándalo Watergate, dirigida por Alan J. Pakula y en la que compartió protagonismo con Dustin Hoffman. O “Una proposición indecente”, en la que interpreta a un millonario que le ofrece un millón de dólares al matrimonio formado por Demi Moore y Woody Harrelson para pasar una noche con ella… ¿Cuántas mujeres (y hombres) no lo hubieran hecho gratis si se les hubiera propuesto lo mismo?
En 1980 comenzó también a dirigir sus propias películas, con títulos, entre otros, como “Gente corriente”, “El río de la vida”, “La leyenda de Bagger Vance” o “El hombre que susurraba a los caballos”, con la primera intervención cinematográfida de Scarlett Johansson. Gran impulsor del cine independiente y alternativo, fundó el Sundance Institute, una organización sin ánimo de lucro que apoya el cine y el teatro independientes y es conocida por el festival anual Sundance Film Festival. El festival ha crecido tanto que se ha visto obligado a trasladarse: a partir de 2027 se celebrará en Boulder, en el estado de Colorado.
Con su belleza, no podía ser otra cosa que una estrella de cine: Redford siempre fue guapo, pero nunca un galán. En enero de este año, la actriz estadounidense Glenn Close, aún se deshacía en elogios: Robert Redford había sido el mejor besador de toda su carrera cinematográfica, confesó en un programa de televisión cuando le preguntaron al respecto. Suspiró primero y luego sonrió con nostalgia. “Robert Redford en ‘El mejor’”, explicó la actriz que ahora tiene 78 años.
En 2018 se estrenó su última película como protagonista, “The Old Man & th Gun”, de David Lowery –la última, en realidad, es “Avengers: Endgame”, de 2020, pero su intervención es muy breve–, cuyo guion parece haber querido condensar los años setenta y la vida de Redford en una sola película: ese coqueteo encantador con Sissy Spacek, el papel de delincuente al que todos consideran un tipo agradable, esa risa y esa sensación de que no se deja atar y siempre tiene que seguir adelante”.
A Redford también se le recordará como activista ecologista: en 1961 se mudó a las montañas de Utah y se dedicó a la conservación del paisaje natural del estado y del oeste americano, al tiempo que ejercía como defensor de los derechos de los nativos americanos y la comunidad LGTBI.
