El director de fotografía, restaurador e investigador de cine Juan Mariné, Goya de Honor 2024, falleció este lunes en Madrid a los 104 años de edad, según ha anunciado este martes la Academia de Cine en un comunicado en el que han lamentado la pérdida de «una figura clave en la historia del cine español», con 150 películas en su trayectoria.
«Además de inspirar a otros directores de fotografía con su trabajo como José Luís Alcaine o Rita Noriega, nos deja un legado enorme de cine», ha expresado la Academia de Cine en este escrito en el que han recordado que fue «no solo por aquellas películas que realizó como director de fotografía», sino «también por todas a las que dedicó su tiempo, paciencia e ingenio para que pudieran ser restauradas y no cayeran en el olvido».
«Mariné entendía la importancia de recuperar al máximo nuestro patrimonio cinematográfico y, gracias a eso, las personas podrán descubrir el cine del pasado y dejarse inspirar con él«, ha recalcado la institución en su comunicado.
Un adiós que llega dos semanas después de la celebración de los Goya que celebra la propia Academia de Cine y que en 2024 le otorgaron el reconocido Goya de Honor 2024. Un premio que recogió por toda su trayectoria y por los aportes a la historia del cine español que había realizado.
Un precoz amor por el cine
Y no es para menos. Mariné fue el primer director de fotografía en ingresar en esta institución, pese a que su amor por el séptimo arte le llegase desde bien temprano. Y es que, con solo 13 años, este joven se adentró en el rodaje de ‘El octavo mandamiento’ para cambiar el rumbo de su vida para siempre.
Nacido en 1920 en Barcelona, Juan Mariné se quedó maravillado del cine viendo los primeros cortos de Charles Chaplin. Unas imágenes que se le quedaron grabadas en la memoria y que le llevaron a solicitar a su madre saber más sobre este extraño mundo llamado cine. Tenía solo cuatro años.
Ya en su adolescencia, Mariné fue el encargado de arreglar los aparatos del cineclub de Arenys del Mar. Y poco a poco, gracias a su voluntad y ganas de aprender, logró participar en su primera película, ‘El octavo mandamiento’.
No obstante, no fue hasta 1947 cuando asumió su primer rol como director de fotografía. Fue en ‘Cuatro Mujeres’, de Antonio del Amo. Podría decirse que fue su primera película, pero no la última. En el camino, 150 cintas hasta su retiro en 1990 con directores de la talla de José María Forqué, Pedro Masó o Pedro Lazaga.
Su trabajo se situó en un escalón tan amplio de la cinematografía nacional que el mismísimo Orson Welles se interesó por él. ¿Cómo? Invitándole a su casa para realizar unas conferencias en la Universidad de California. Sin embargo, este barcelonés lo rechazó al considerar que no se sentía atraído por Hollywood.
¿Qué hubiera pasado de haberlo hecho? ¿Acaso Juan Mariné hubiese dado el salto a Estados Unidos? Lo cierto es que de haberlo hecho el cine español no hubiese podido disfrutar en primera persona del buen hacer y la profesionalidad de este director de fotografía que tras 104 años de historia cierra la más importante, la suya, diciendo adiós a una profesión para la que permanecerá siempre en el recuerdo.