John Mayall (Macclesfield, Cheshire, 29 de noviembre de 1933-Los Ángeles, California, 22 de julio de 2024) ha sido siempre considerado como el pionero de la música blues en el Reino Unido y ayudó a colegas como Eric Clapton a lograr su consagración. El multiinstrumentista inglés ha fallecido a los 90 años en su casa familiar de Laurel Canyon, el barrio de Los Ángeles que se convirtió en los años sesenta y setenta en hogar de músicos de rock como Jim Morrison, Joni Mitchell, Brian Wilson, Gram Parsons, Jackson Browne, Linda Ronstadt, Carole King, James Taylor, Graham Nash, Eric Clapton o Frank Zappa.
El músico murió “pacíficamente en su casa de California”, escribió su familia en un comunicado en Facebook el martes, sin facilitar detalles sobre la causa de la muerte. Mayall fue un instrumentista autodidacta y aprendió por sí mismo a tocar la guitarra, el piano y la armónica. En 1955 fundó su primer grupo, The Powerhouse Four, y ocho años más tarde, en 1963, cuando ya contaba 30 años, se trasladó del norte de Inglaterra a Londres: dejó su trabajo como diseñador gráfico (y la casa en un árbol construida por él mismo en el jardín de la casa de sus padres, cerca de Manchester) para dedicarse por entero a la música y, junto a varios instrumentistas más jóvenes que él, creó la banda con la que se haría famoso, John Mayall & The Bluesbreakers, que ejercería una influencia enorme en el rock de los años sesenta y posteriores. Por ese colectivo musical se dieron a conocer a músicos que se convertirían en figuras de sus respectivos instrumentos, como Eric Clapton y Jack Bruce (que cuando abandonaron la banda fundaron Cream) o Peter Green, Mick Fleetwood y John McVie (estos tres serían los fundadores, posteriormente, de Fleetwood Mac), Aynsley Dunbar o el que fuera guitarrista de los Rolling Stones en su etapa más creativa, de 1969 a 1974, Mick Taylor. Su segundo álbum, “Blues Breakers with Eric Clapton”, figuraba en 2003 en el 195º puesto de la lista de “los 500 álbumes más importantes de todos los tiempos” de la revista Rolling Stone.
En 1968 Mayall se trasladó a California en 1968. Allí establecería su domicilio definitivo (primero en otra casa en un árbol, que quedó completamente destruida en un incendio forestal en 1979, junto con su enorme colección de música), y empezaría a grabar toda una serie de álbumes rompedores –que dio comienzo con “Blues From Laurel Canyon”– en los que desarrolló una carrera en la que en ocasiones se apreciaban notables influencias jazzísticas. A destacar discos como “The Turning Point” o “Jazz Blues Fusion”.
En 1980 volvería a utilizar el nombre de Bluesbreaker, con los que seguiría haciendo giras y grabando, con cambios constantes de personal, hasta bien entrado el siglo XXI. En varias ocasiones varios de sus antiguos “alumnos”, como Taylor, McVie o Clapton, se unirían puntualmente para tocar con él en directo o en alguna de sus numerosas grabaciones, que superan los setenta álbumes. Ya anciano, todavía con camisa sin mangas y coleta gris, siguió ofreciendo conciertos casi hasta el final. Su último álbum, “The Sun is Shining Down”, que produjo él mismo, con la colaboración de Eric Corne, propietario de Forby Below Records, se publicó en enero de 2022 en el sello de Corne.
Tal y como se puede leer en el comunicado emitido por su familia en Facebook, Mayall murió rodeado de los suyos: sus seis hijos –Gaz, Jason, Red, Ben, Zak y Samson–, siete nietos y cuatro bisnietos, además de sus dos ex esposas Pamela y Maggie y su secretaria, Jane, y sus amigos más cercanos.