El empresario egipcio Mohamed Al-Fayed ha muerto este miércoles, 30 de agosto, a los 94 años en su masión de Surrey, en Reino Unido. Será recordado por ser padre de Dodi Al-Fayed, la última pareja de Lady Di, y que murió junto a Diana en el fatídico accidente de París en 1997.
Al-Fayed era natural de Alejandría, en Egipto, allí se casó con la hermana de Samira Kashoggi, hermana del traficante de armas, Adnan Kashoggi, y con quien tuvo a su hijo Dodi.
La primera aventura empresaria del egipcio fue una compañía de transporte marítimo. Después, se convirtió en asesor del sultán de Brunéi, uno de los hombres más ricos del mundo.
En los años setenta se mudó a Reino Unido, añadiéndose el artículo «Al» a su apellido para añadir reputación a su apellido. Ahí comenzó a trabajar en el conglomerado minero de Lonrho.
Mohamed Al-Fayed alcanzó su máximo esplendor empresarial en ese tiempo en el que fue propietario de los grandes almacenes Harrods, de Londres, durante más de 25 años. Una adquisición por la que compitió con la primera empresa en la que estuvo el egipcio. La compra, por 842 millones de euros, estuvo rodeada de polémica porque le achacaron haber utilizado dinero del sultán de Brunéi. Allí también fue el dueño del club de fútbol Fulham. También en Europa se hizo con el Hotel Ritz de París.
Con la muerte de su hijo junto con la princesa Diana, Mohamed Al-Fayed esparció rumores sobre conspiraciones respecto a la muerte de ambos afirmando que estaban involucrados gobiernos de Reino Unidos y Estados Unidos. Además se vio envuelto en investigaciones por pagar dinero a los políticos a cambio de que hicieran preguntas en el Parlamento británico que respondían a sus intereses empresariales y personales.
De acuerdo con los cálculos de Forbes, el año pasado, la fortuna de Al-Fayed alcanzó los 2.200 millones de euros.