Daniel Ek figura entre los empresarios tecnológicos más influyentes, con una fortuna estimada en 9.600 millones de dólares, según Bloomberg. ¿Por qué? Por cambiar completamente la industria del entretenimiento digital al inventar una nueva manera de escuchar música con la creación de Spotify, su cohete directo al éxito. Sin embargo, ahora, en 2025 la plataforma streaming está atravesando un momento clave: la empresa anunció que Ek dejará su rol como CEO en enero del próximo año. Tras casi dos décadas liderando el proyecto, su salida marcará el fin de una era y dará paso a una nueva etapa para la compañía.
Esta transición, lejos de generar incertidumbre, ha sido recibida como un movimiento esperado. Alex Norström y Gustav Söderström, dos ejecutivos que llevan 15 años trabajando codo a codo con Ek, serán quienes tomen el mando. Su nombramiento asegura continuidad estratégica, ya que ambos comparten la misma visión que ha guiado a Spotify desde el principio. Como apuntan voces de la industria, Ek ha elegido a personas leales y alineadas con su ideología, manteniendo así una influencia prioritaria sobre el rumbo futuro de la empresa.
No obstante, Ek no se rinde y sigue queriendo mantener el control de la compañía, solo que desde un segundo plano al transformar su rol al de presidente ejecutivo. Además dejó claro en una conferencia con analistas que «su nueva posición le permite seguir muy activo dentro de la empresa y asegura que seguirá de cerca los pasos de los nuevos propietarios».
Trayectoria y su llave del éxito, Spotify
Daniel Ek, nacido en 1983 en un barrio periférico de Estocolmo, creció rodeado de un ambiente musical que influyó en su sensibilidad creativa, aunque desde muy joven destacó sobre todo por su talento excepcional para la tecnología. A los 13 años ya programaba y diseñaba páginas web, y a los 15 ganaba miles de dólares mensuales gracias a su habilidad autodidacta. Aunque intentó seguir un camino académico al ingresar en el KTH Royal Institute of Technology, abandonó la carrera pocas semanas después para enfocarse de lleno en el emprendimiento, fundando su primera empresa de diseño web antes de cumplir la mayoría de edad.
Tras vender esa empresa a los 23 años, Ek vivió un período de lujo que pronto reveló su vacío emocional, llevándolo a retirarse a una cabaña para replantear su vida. Fue entonces cuando recordó el impacto de la piratería musical y concibió una idea crucial: crear un servicio legal que ofreciera la misma accesibilidad que plataformas como Napster. Con esa visión contactó a Martin Lorentzon y juntos fundaron Spotify en 2006. Convencer a las discográficas fue un desafío enorme, pero Ek apostó todo –incluyendo su propio dinero– para conseguir los acuerdos necesarios. En 2008 Spotify se lanzó oficialmente en Europa y revolucionó la industria con un modelo de streaming legal, accesible y masivo.
El éxito de Spotify no solo transformó la manera en que el mundo escucha música, sino que redefinió por completo la industria del entretenimiento digital. La plataforma evolucionó hasta convertirse en un ecosistema global de descubrimiento musical, incluso en medio de críticas por los pagos por reproducción. Para Ek, ese éxito fue posible gracias a “ser fieles a sí mismos”, una filosofía que les permitió competir y ganar a gigantes tecnológicos como Apple, Amazon y Google. Ya consolidado como un innovador capaz de cambiar industrias completas, Ek volvió a los titulares en 2020 al fundar una empresa de inversión, Prima Materia, para respaldar a compañías que abordan » los problemas más difíciles de la sociedad», según comentó el propio Ek, y al intentar comprar el club de fútbol Arsenal en 2021, evidenciando su ambición por expandir su influencia más allá del ámbito tecnológico y seguir impulsando transformaciones de gran escala.
