Óscar Portas ha asumido la presidencia del Consell de Formentera, la quinta en su historia, tras aprobarse la moción de censura contra Llorenç Córdoba, quien enfrentaba una crisis institucional abierta desde hace más de un año. La moción, impulsada por Sa Unió, Gent per Formentera y el PSOE, obtuvo 7 votos a favor, 8 abstenciones y un voto en contra, el del propio Córdoba. En su discurso, Portas declaró su intención por cerrar la etapa de “desorden y desgaste” y abrir una nueva en la que se prioricen el bienestar de la ciudadanía y se recupere el respeto en la administración.
Su gestión se centraría principalmente en la resolución de problemas clave como las cuestiones de la vivienda, la gestión del puerto, el cuidado del entorno natural y la mejora del tejido social y empresarial. Asimismo, planteó la posibilidad de colaborar con otras administraciones para poder abordar desafíos como la educación, la gestión de residuos y del agua, además de ordenar s’Estany des Peix. Finalizó su discurso pidiendo perdón a los ciudadanos y solicitando su apoyo para transformar la administración insular.
El equipo de gobierno de Portas estará conformado por los consellers de Sa Unió en minoría: conformado por Óscar Portas y los consellers de Sa Unió Javier Serra, Verónica Castelló, Artal Mayans, María Cristina Costa, Hugo Martínez y Eva María Nieto.
«Nuestra prioridad es garantizar que Formentera siga avanzando con un rumbo claro, basado en el diálogo, la cooperación y la búsqueda de soluciones para los retos actuales y futuros», ha insistido el nuevo equipo de gobierno.
La destitución de Córdoba comenzó por su ruptura con el Govern balear y la intención de dejar de apoyarlo incondicionalmente en el Parlament. Además, el ex preisdente también fue señalado por buscar un sobresueldo que debía ser pagado mediante supuestos “fondos reservados”. Su enfrentamiento con José Manuel Alcaraz, conseller del PP, agravó esta crisis interna, resultando en la expulsión de Llorenç Córdoba Sa Unió y el cese de Alcaraz.
Este cambio de mandos busca estabilizar la situación política de Formentera a través de la visión conciliadora y enfocada en el desarrollo sostenible y el bienestar de la isla de Portas.