¿Qué importancia tiene China en el nuevo orden mundial? ¿Por qué Donald Trump tiene miedo a Huawei? ¿Qué papel le espera a Europa después del brexit? Y, sobre todo, ¿cómo repercutirán en nuestro país las peleas en el tablero internacional?

Emilio Ontiveros ha presentado ‘Excesos: amenazas a la prosperidad global’, su nuevo libro en el que hace un repaso de lo que queda después de la gran crisis y se anticipa al mundo que viene. Porque si la globalización sigue desarrollándose de forma descontrolada, o controlada por las grandes corporaciones multinacionales y no por los gobiernos y los organismos internacionales, se redoblará la tendencia a la “introspección” de los países, es decir, a los aranceles, los cierres de fronteras y las guerras comerciales.

Este economista realiza un fascinante viaje que nos avisa y propone medidas correctoras que pasarían por una mayor colaboración entre países.

Licenciado y Doctor en CC.EE., Catedrático Emérito de Economía de la Empresa de la Universidad Autónoma de Madrid y Vicerrector de la UAM en 1982, fundó en 1987 Analistas Financieros Internacionales (Afi), una compañía española de asesoramiento, consultoría y formación independiente en economía, finanzas y tecnología.

Ontiveros fue director de la revista Economistas desde su fundación hasta diciembre de 2011, autor de varios libros, artículos y colaboraciones en revistas especializadas y medios de comunicación y miembro de los Consejos de Redacción de varias publicaciones científicas y profesionales, y de los Consejos de Administración de varias empresas.

Asignaturas pendientes

Forbes tuvo la oportunidad de charlar con Emilio Ontiveros hace algo más de un año sobre la recuperación de la economía española. En su opinión, la trayectoria era buena aunque quedaban asignaturas pendientes por superar para asentar el ritmo de crecimiento.

También hablamos de su papel como fundador de Afi y su función dentro de la sociedad. “La principal motivación en la creación de una empresa inicialmente orientada al análisis económico y financiero, a la consultoría en gestión de riesgos, y a la formación en esos ámbitos, fue la presunción de que la economía española abordaba una fase de transformación de gran importancia que se traduciría en una demanda específica de servicios como los que nosotros éramos capaces de satisfacer”, explicó durante la entrevista.