José Ignacio Goirigolzarri ha comunicado durante el consejo de administración que se ha celebrado este miércoles 30 de octubre en CaixaBank para hacer efectiva su renuncia voluntaria como presidente de la entidad con 70 años y después de casi cuatro años en el cargo. Su salida de la empresa es, en todo caso y como él mismo ha dejado claro, una decisión propia y, por tanto, no cobrará indemnización por ello.
En un comunicado remitido por el banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Goirigolzarri ha justificado su paso atrás por la nueva etapa que abre CaixaBank, una vez que la fusión con Bankia ya está totalmente completada y digerida. Además de haber cumplido sus objetivos en CaixaBank como principal motivo, la dimisión voluntaria de Goirigolzarri viene propulsada por el borrador sobre gobernanza de las entidades que el Banco Central Europeo (BCE) publicó bajo su tutela. En el mismo, el órgano comunitario proponía un cambio en el tipo de directiva, con el que se instaba a los presidentes de los bancos a dejar sus funciones ejecutivas para centrar sus capacidades exclusivamente en las de tutela -siendo, además, el caso de su entidad uno de los ejemplos de esta conducta señalada como uno de los tres bancos españoles de la Eurozona, además del Santander y BBVA-.
El ya ex presidente acumulaba dichas funciones ejecutivas -que incluían áreas de secretaría del consejo, comunicación externa, relaciones institucionales y auditoría interna- desde 2020, cuando se produjo la integración de Bankia en CaixaBank. Así, el directivo bilbaíno, que podría haber sido renovado en la próxima junta de accionistas, ha presentado su dimisión hoy ante el pleno de la directiva de la entidad bancaria catalana.
El que fue uno de los representantes de Bankia en la alta dirección de la entidad abandona el cargo antes de haber podido ser renovado en la próxima junta de accionistas y a pocas semanas también de que el grupo presente su nuevo plan estratégico, en el que previsiblemente definirá el rumbo de la entidad para los próximos años.
El Consejo de Administración de CaixaBank ha valorado como “enormemente positiva” la gestión llevada a cabo por José Ignacio Goirigolzarri, y ha destacado su “contribución fundamental en el ejemplar y exitoso proceso de integración de Bankia”. Por su parte, Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, ha agradecido “el gran compromiso y dedicación de José Ignacio” y ha destacado “la enorme complicidad profesional y personal que han mantenido durante estos años”.
El ejecutivo da así por terminada su labor en la entidad: “Tras haber finalizado el mayor proceso de integración del sector en España, el banco está en un momento excelente y estoy seguro de que tendrá un gran éxito en el futuro. Y, en este momento en el que CaixaBank inicia una nueva etapa, yo doy por terminado un ciclo que inicié con mi incorporación a Bankia en 2012”.
Goirigolzarri deja no solo CaixaBank sino toda una vida en la banca. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Comercial de Deusto, en 1994 ingresó en el Banco de Bilbao y, posteriormente, en el comité de dirección de BBV. En 2001 fue nombrado consejero delegado del grupo BBVA, cargo que desempeñó durante ocho años y en 2012 fue nombrado presidente de Bankia y de BFA, su matriz.
La entidad bancaria ha confirmado además que Tomás Muniesa será quien le sustituya en la presidencia no ejecutiva. Nacido en Barcelona en 1952, es el único vicepresidente de CaixaBank y consejero dominical en representación de Criteria Caixa, además de un directivo histórico de la entidad.
Muniesa entró en el consejo del banco de administración del banco en abril de 2018 en calidad de dominical, nombrado a propuesta de CriteriaCaixa, holding de la Fundación Bancaria La Caixa, que atesora un 31,7% del capital de CaixaBank y es su principal accionista. Licenciado en Empresariales y Máster en Dirección de Empresas por Esade, su carrera en el grupo La Caixa ha contado con puestos de responsabilidad; concretamente, en 1992 fue ascendido a director general adjunto y en 2011 asumió el cargo de director general del grupo asegurador y gestión de activos del banco.
La dimisión de Goirigolzarri también otorgará más poder a Gonzalo Gortázar, hasta ahora consejero delegado de la empresa, que fue elegido CEO del año por Forbes el pasado mes de marzo y tras una década en CaixaBank.