Estelle Brachlianoff, la hija de un cineasta de origen búlgaro y una ingeniera de Airbus que creció en Paris, fue ascendida al puesto de consejera de Veolia en julio de 2022, 17 años después de incorporarse a la compañía de soluciones para el acceso, la preservación y la recuperación de los recursos de agua, energía y residuos.
Brachlianoff abandonó una prometedora carrera académica en física cuántica, una especialidad que confiesa que sigue encantándole y sobre la que sigue leyendo sobre nuevos descubrimientos, para incorporarse a Veolia en 2005 como asesora especial del director ejecutivo. Más tarde, la ejecutiva se abrió camino dentro de la compañía hasta ser responsable del Reino Unido e Irlanda en 2013 y adjunta al CEO en 2018.
La directiva ha luchado para contrarrestar la falta de mujeres en los trabajos operativos de Veolia, facilitando que tuvieran un ambiente acogedor, que les hiciera pensar no solo que pueden hacer el trabajo, sino que quieren hacerlo.
En paralelo, una de sus políticas emblemáticas en Veolila desde que se convirtió en CEO ha sido ampliar los beneficios del personal, un plan que supone una importante inversión, pero cuyos retornos, según reconoce la directiva, son muy positivos en forma de mayor fidelización y de ayuda a la hora de reclutar talento.
La mano de Brachlianoff en Veolia no solo se ha notado en medidas “sociales”, sino tambien desde el punto de vista financiero: en 2023, el primer ejercicio completo de la compañía con la ejecutiva al frente, fue un año récord para Veolia, ya que superó sus objetivos con unas ventas de 45.000 millones de euros, un ebitda del 7,8 % y un beneficio neto corriente de 1.335 millones, el doble que en 2018.
GreenUp
El futuro de Veolia pasa por GreenUp, el nuevo plan estratégico de la compañía con el que Brachlianoff busca acelerar el crecimiento rentable de las actividades de Veolia en todo el mundo y fortalecer sus compromisos de descarbonización, para lo que se enfocará principalmente en sus soluciones de alto impacto, en los campos del agua, la energía y los residuos. El despliegue rápido y a gran escala de GreenUp ayudará a eliminar 18 millones de toneladas de emisiones de CO2 de Alcance 4 para 2027 y preservará 1.5 mil millones de m3 de agua.
Se trata, sin duda, de un plan ambicioso y muy positivo para los países en los que opera Veolia, como España, país prioritario en este plan.
Prueba de ello, Veolia prácticamente ha duplicado sus inversiones anuales en España, que han pasado de cien millones de euros a 170 millones en el ámbito del agua en tan solo seis años. El objetivo confeso de Brachlianoff es aprovechar al máximo su experiencia global, reforzada por el excepcional know-how de Agbar (su principal filal española) en la gestión del agua, la energía y el reciclaje de residuos. Al tiempo, la compañía ha incrementado su plantilla en España hasta los 12.801 empleados, lo que supone un aumento del 4,4% entre 2022 y 2023.
Proyectos en España
Las actividades de Veolia en España, y en particular en Cataluña, se han posicionado como uno de los referentes de las mejores prácticas en el mundo en materia de gestión resiliente del agua. Destacan, entre otras:
- La mayor instalación de reutilización de aguas residuales tratadas de España, ubicada en Barcelona, que contribuye a la producción de agua potable para la ciudad.
- La instalación para la reutilización de aguas residuales depuradas para la agricultura en Alicante.
- Las estaciones depuradoras de aguas residuales transformadas en ‘ecofábricas’ de Granada y Barcelona que recuperan aguas residuales para generar nuevos recursos.
- El aliviadero de Alicante, una solución que optimiza la gestión de las aguas pluviales a la vez que crea una zona verde para los habitantes del centro de la ciudad.
- Las inversiones realizadas en reciclaje de plástico en la planta de Torrepet y la incineradora de residuos peligrosos en Tarragona.
Por otro lado, Veolia invertirá unos 200 millones de euros adicionales hasta 2027 con Green Up para apoyar la investigación y la innovación: se destinarán a activos y startups en el ámbito de las tecnologías verdes en todo el mundo. Esta inversión ayudara a convertir a España en el laboratorio de las innovaciones del grupo en todo el mundo. El proyecto de refrigeración en el Puerto de Barcelona es un ejemplo perfecto respecto a este punto: el despliegue de esta solución de recuperación de frío residual en la terminal de GNL de Barcelona es una primicia mundial.
