Red Bull Racing ha dado un giro significativo en su estructura directiva al nombrar a Laurent Mekies como su nuevo Team Principal. El ingeniero francés, con una larga trayectoria en la Fórmula 1, asume el liderazgo del equipo en un momento crucial, en medio de cambios técnicos, presiones internas y una feroz competencia en la parrilla.
Mekies llega al frente del equipo tras dirigir la escudería hermana, Racing Bulls, donde fue clave en la reorganización del equipo con base en Faenza. Su nombramiento marca una nueva etapa para Red Bull, tras la salida de Christian Horner, quien lideró al equipo desde sus inicios y estuvo al frente de sus múltiples campeonatos mundiales.
El nuevo jefe de equipo no es ajeno a la presión ni al alto rendimiento. Con experiencia previa en Ferrari, donde ocupó puestos de responsabilidad como director deportivo, y en la FIA, donde trabajó en seguridad y regulaciones técnicas, Mekies trae consigo una visión técnica precisa y un enfoque metódico para la gestión.
“Este equipo ha demostrado ser una referencia en la Fórmula 1 durante más de una década. Mi objetivo es continuar ese legado y, al mismo tiempo, preparar a Red Bull para los desafíos del futuro”, habría dicho Mekies en su primer día con el equipo en el paddock.
La llegada de Mekies se produce en una temporada compleja para Red Bull Racing, que enfrenta una creciente presión de sus rivales, especialmente McLaren y Mercedes. Aunque Max Verstappen sigue siendo el líder indiscutible en la pista, los últimos resultados han generado dudas sobre el rumbo del equipo, especialmente ante los cambios técnicos previstos para 2026.
Con este movimiento, Red Bull envía un mensaje claro: está dispuesto a renovar su liderazgo para mantenerse competitivo en el largo plazo. Mekies no solo representa un cambio de nombre, sino un enfoque nuevo, más técnico, estructurado y menos dependiente de figuras mediáticas.
Ahora, el reto será mantener la cohesión del equipo, retener a sus talentos clave y asegurar que el desarrollo del nuevo motor en alianza con Ford esté a la altura de sus ambiciones. La era Mekies comienza con altas expectativas y poco margen para el error.
