El mundo empresarial amanece con una noticia sorprendente: Luca de Meo, hasta ahora consejero delegado de Renault, ha anunciado su salida de la compañía para emprender un nuevo camino fuera del sector automovilístico. Su destino: el grupo de lujo Kering, propietario de marcas como Gucci, Balenciaga o Yves Saint Laurent.
El anuncio ha causado impacto en la industria del motor. De Meo, de 58 años, abandona una exitosa carrera en el sector automovilístico tras pasar por Fiat, Volkswagen, Seat y Renault. Llegó a la firma francesa en 2020 en uno de sus peores momentos financieros y logró revertir la situación con el plan “Renaulution”, que devolvió la rentabilidad al grupo.
Ahora, el ejecutivo italiano asume un reto completamente distinto: liderar una de las mayores casas del lujo en el mundo. Según el diario Le Figaro, será el nuevo CEO del grupo Kering, en una reorganización que deja a François-Henri Pinault como presidente sin funciones ejecutivas.
De Meo sustituye así el rugido de los motores por las pasarelas del lujo. Su visión estratégica y experiencia en la transformación de grandes marcas parecen ser los motivos que han convencido a Kering para confiar en él en esta nueva etapa.
La marcha de De Meo será efectiva el 15 de julio. Renault ya ha comenzado la búsqueda de un sucesor. Entre los candidatos suenan nombres como Wayne Griffiths, ex CEO de Seat, y Josep María Recasens, actual número dos del grupo francés.
Con este inesperado movimiento, Luca de Meo demuestra que nunca es tarde para reinventarse. De los coches al lujo, su historia continúa en un nuevo escenario.
