Hasta hace unos días director general financiero (CFO) de la operadora de telecomunicaciones Adamo, Carlos Ávila Rivero ha sido nombrado consejero delegado (CEO) hace unas horas. El madrileño sustituirá así a Martín Czermin, con efecto inmediato a partir de este mes de noviembre.
El nuevo consejero delegado del grupo controlado por el gigante francés Ardian tiene una amplia experiencia en el sector financiero dentro de la industria de las telecomunicaciones. Antes de incorporarse a Adamo en 2019, Ávila fue un alto directivo de la empresa de telecos especializada en servicios satelitales Eurona y previamente en Euskaltel y en Ono.
Asimismo, el nuevo CEO posee estudios en la University of London y en la London Business School.
El relevo de Czermin por Ávila está alineado con la nueva etapa de la compañía de telecomunicaciones, más enfocada al control de costes y a la consolidación de la rentabilidad que a los planes de crecimiento y nuevos despliegues. Czermin, que se incorporó a la compañía especializada en el despliegue de redes en áreas rurales a finales de 2019, ha sido el artífice de la política de crecimiento del grupo en los últimos años.
Esta estrategia de crecimiento acelerado fue intensificada aún más desde la entrada en el capital del gigante francés de los fondos de inversión Ardian, que ganó la puja que puso en marcha el fondo sueco EQT en octubre de 2021 para hacerse con el 100% del capital de Adamo por alrededor de 1.000 millones de euros.
Además, la llegada de Carlos Ávila al máximo puesto directivo de Adamo coincide en el tiempo con la decisión de Ardian de contratar al banco de negocios japonés Nomura como asesor para analizar la posibilidad de poner en el mercado el negocio minorista (los clientes finales) de Adamo. Proyecto Sunrise, como se conoce a la operación, consiste en la escisión del negocio minorista, mientras que el negocio de fibra óptica (más grande y de mucho más valor) seguirá bajo el control de Ardian y no como parte de la transacción.