Opinión Salvador Sostres

Kumbra Yachts. La inspiración y el esfuerzo de Víctor Moure

Los Kumbra Yachts están pensados para disfrutar, son de manejo intuitivo y de fácil mantenimiento.

Víctor Moure acabó la universidad y decidió crear su propia marca de yates. Hay frases, como ésta, que da alegría escribirlas. Contrastan con la pequeñez diaria y hacen pensar que todavía hay esperanza. Su familia tuvo siempre barco y a través de su grupo empresarial Moure, dedicado a las gasolineras y a los túneles de lavado, estaba dispuesta a invertir en lo que hoy es Kumbra Yachts. La ventaja competitiva de la marca -como su subtítulo indica, “from sailors to sailors”- es que al haber sido siempre navegante, Víctor sabe lo que un navegante necesita y diseña sus yates a tal efecto, demostrando que es posible una estética elegante y minimalista y a la vez muy pegada a la funcionalidad, evitando los rodeos que suelen contener otras embarcaciones, que no son prácticos y que encarecen inútilmente el precio, y que sólo están dedicadas al lucimiento de los ingenieros, que no suelen ir en barco.

Acabada la universidad, el mes de septiembre del año pasado, Víctor puso a la venta sus primeros yates, centrados en optimizar la relación calidad precio, y para ello confió en el astillero Faeton, almeriense, en lugar de fabricar fuera como la mayoría de marcas de superlujo. Faeton, con más de 100 años de historia, enseguida dio prestigio a Kumbra, y de septiembre de 2024 a agosto de 2025, en su primera temporada, llegó a vender 15 barcos. El objetivo inicial era llegar a los 20/22 en la segunda, pero el inicio fue tan prometedor que las expectativas están ahora en cerrar la temporada en los 25/30 yates e ir creciendo progresivamente.

Los Kumbra Yachts están pensados para disfrutar, son de manejo intuitivo y de fácil mantenimiento. Su modelo más pequeño, por el diseño muy aprovechado de la cubierta, parece más un 40 pies que un 34, que es lo que es, (10,4 metros). Su precio base es de 215.000 euros y dependiendo de los acabados, llega hasta los 325-350.000 euros. El segundo modelo, presentado este año, es el 36 pies, que destaca por tener una plataforma trasera más alargada. El l año que viene saldrá a la venta el nuevo modelo en construcción, el 43 pies, más familiar, más deportivo, que espera ser el buque insignia de la marca. Estará entre los 650 y los 750.000 euros

Lo significativo de Víctor es que desde pequeño quiso ser emprendedor, aprendiendo este espíritu de su familia. Ha sido clave para la buena marcha de su incipiente compañía que se haya dedicado a algo que conocía bien, y por lo tanto ha sabido cómo realizarlo y a qué clientes dirigirlo. Si el mundo del barco se caracteriza por comerciales a destajo que intentan colocar todo, Víctor, muy seguro de lo que vende, escucha a su posible comprador y sólo le ofrece lo que cree que le puede interesar. Puede que parezca una manera menos agresiva de vender, o más inocente, pero enseguida le ha dado credibilidad y por eso su éxito ha sido tan inmediato en un sector en que normalmente la gente sólo se fía del que conoce. La inversión familiar, a través del grupo Moure, ha sido determinante, y aunque Víctor está seguro de que sin esta ayuda habría sido igualmente emprendedor, reconoce que habría tenido que empezar en un ámbito más modesto, porque en éste la inversión inicial es obligatoriamente más elevada.

Contra los que creen en frases tales como que somos la primera generación que dejaremos a nuestros hijos un mundo peor del que encontramos, de este ejemplo de esfuerzo, de tenacidad y de atención a las enseñanzas recibidas en cada tenemos que aprender que continúa funcionando lo que ha funcionado siempre: las familias unidas y fuertes, la transmisión de valores y la inspiración y el trabajo. Y así es imposible que no lleguen los resultados.

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