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La America’s Cup se reinventa: cinco equipos históricos sellan una alianza para asegurar el futuro del trofeo más antiguo del deporte

La alianza llega tras el acuerdo de Protocolo firmado en agosto de 2025 entre Emirates Team New Zealand, defensor del título, y Athena Racing, Challenger of Record, que fijó las bases de la Louis Vuitton 38ª America’s Cup, prevista en Nápoles.

La competición deportiva internacional más antigua del mundo ha decidido dejar de navegar sola. La America’s Cup, nacida en 1851 y conocida universalmente como la Auld Mug, acaba de dar uno de los pasos más trascendentales de sus 174 años de historia: la creación de una alianza estable entre cinco de sus equipos fundadores para transformar su modelo deportivo, tecnológico y económico.

Emirates Team New Zealand, Athena Racing, Luna Rossa, Tudor Team Alinghi y K-Challenge han unido fuerzas para constituir la America’s Cup Partnership (ACP), una entidad común diseñada para garantizar estabilidad, crecimiento y relevancia global a largo plazo. En un deporte históricamente marcado por ciclos irregulares, disputas jurídicas y calendarios imprevisibles, el movimiento supone una ruptura cultural tan profunda como estratégica.

Del duelo entre clubes a una estructura profesional

La alianza llega tras el acuerdo de Protocolo firmado en agosto de 2025 entre Emirates Team New Zealand, defensor del título, y Athena Racing, Challenger of Record, que fijó las bases de la Louis Vuitton 38ª America’s Cup, prevista en Nápoles. Ese pacto no solo definió reglas y sede, sino que abrió la puerta a un modelo inédito: una gobernanza compartida entre los principales actores de la competición.

Grant Dalton, consejero delegado de Emirates Team New Zealand, lo resume como una cuestión de supervivencia y ambición: «preservar la esencia de la America’s Cup mientras se construye una estructura sostenible, capaz de atraer inversión, talento y audiencias durante las próximas décadas». En otras palabras, profesionalizar definitivamente un evento que, pese a su prestigio, había funcionado durante décadas bajo esquemas casi artesanales.

Innovación como ADN histórico

La America’s Cup siempre ha sido una carrera tecnológica antes que un simple duelo deportivo. Desde el diseño revolucionario del Schooner America en el siglo XIX hasta la introducción del foiling moderno en 2013, la competición ha servido como laboratorio extremo de ingeniería naval.

Hoy, los monocascos AC75 son auténticas plataformas de alta tecnología: superan los 55 nudos de velocidad, integran sistemas electrónicos comparables a los de varios monoplazas de Fórmula 1 y se desarrollan tras billones de horas de simulación computacional. Solo cuatro países han logrado levantar el trofeo en casi dos siglos, una cifra que ilustra el nivel de exigencia técnica y humana del desafío.

La nueva Partnership nace precisamente para proteger esa condición de vanguardia. Sir Ben Ainslie, máximo responsable de Athena Racing, subraya que el objetivo es mantener la America’s Cup como el mayor banco de pruebas para la innovación en la vela, sin renunciar a una estructura que permita crecer en visibilidad y valor comercial.

Calendario fijo, ingresos compartidos y control de costes

Entre los pilares del nuevo modelo destaca la implantación de un ciclo bienal fijo, algo inédito en la historia del trofeo. Celebrar una America’s Cup cada dos años introduce previsibilidad, facilita la planificación de patrocinadores y broadcasters, y acerca la competición a los estándares de las grandes propiedades deportivas globales.

La ACP también contempla una gestión independiente, separada de los intereses particulares de cada equipo, y un sistema de ingresos compartidos y control de costes destinado a reducir la brecha competitiva. El mensaje es claro: más igualdad en la línea de salida sin frenar la innovación, uno de los equilibrios más complejos en el deporte de élite.

Diversidad y cantera como inversión estratégica

El futuro de la America’s Cup no se limita a los equipos sénior. La alianza refuerza su apuesta por la Women’s America’s Cup y la Youth America’s Cup, integrándolas como parte estructural del evento. En la próxima edición, al menos una mujer formará parte de la tripulación de cada AC75, una medida simbólica y práctica para ampliar la base de talento del deporte.

Max Sirena, CEO de Luna Rossa, define la decisión como una inversión responsable en el legado de la competición y en las próximas generaciones de regatistas. Una visión compartida por Ernesto Bertarelli, propietario de Alinghi, quien destaca la necesidad de una estructura más transparente y colaborativa para que la America’s Cup siga siendo relevante en un ecosistema deportivo cada vez más competitivo.

Nápoles, escaparate del nuevo ciclo

La presentación oficial de los detalles de la America’s Cup Partnership tendrá lugar el 21 de enero de 2026 en Nápoles, ciudad que acogerá la próxima edición del evento. El periodo de inscripción para nuevos equipos permanecerá abierto hasta el 31 de enero de 2026, con vistas a ampliar el grupo fundador y consolidar el proyecto de cara a 2027.

Para Francia, representada por K-Challenge, la alianza supone una oportunidad estratégica para reforzar su papel histórico en la vela internacional y proyectar la America’s Cup al nivel de otras grandes marcas deportivas globales.

La creación de la America’s Cup Partnership marca un punto de inflexión. Por primera vez, los grandes rivales han decidido cooperar fuera del agua para proteger aquello que los enfrenta en ella. Si el modelo funciona, la America’s Cup no solo seguirá siendo el trofeo más antiguo del deporte, sino también uno de los más modernos.

En un mundo donde el deporte es cada vez más negocio, tecnología y entretenimiento, la Auld Mug ha optado por evolucionar sin renunciar a su espíritu. Y esa, quizás, sea su victoria más importante.

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