Navantia encara un fuerte ciclo de crecimiento que le permitirá duplicar su facturación entre 2024 y 2027, hasta cerca de 3.300 millones de euros, impulsada por los nuevos contratos en Defensa. La compañía, propiedad del Estado a través de la Sepi, trabaja ya en los últimos detalles de su plan estratégico 2025-2029, que marcará la hoja de ruta hasta final de la década.
Al frente de esta etapa se sitúa Ricardo Domínguez, presidente de la empresa desde 2021, que lidera el objetivo de volver a beneficios en 2027, tras más de veinte años sin resultados positivos. El plan se apoya en una elevada visibilidad comercial y en una cartera de pedidos que se duplicará hasta unos 16.000 millones de euros.
Navantia opera actualmente con un récord de 22 barcos en sus astilleros y prevé que el aumento de la actividad tenga un fuerte efecto tractor sobre la industria nacional, con un impacto estimado de 2.600 millones de euros en su red de proveedores. El grupo mantiene además una apuesta sostenida por la innovación, con inversiones en I+D superiores a los 100 millones de euros anuales, clave para sostener su crecimiento y competitividad a largo plazo.