La primera etapa de la Mini Transat 2025, que debía unir Les Sables d’Olonne con la isla de La Palma en Canarias, ha sido anulada debido a la amenaza inminente del huracán Gabriele. La organización ha tomado esta decisión tras analizar los partes meteorológicos, que anuncian el paso de uno de los huracanes más potentes del año por la costa portuguesa, con rachas de hasta 60 nudos y olas que alcanzan los ocho metros. La seguridad de los cerca de 90 patrones inscritos ha primado ante una situación en la que la navegación resultaba imposible y potencialmente peligrosa.
El huracán, clasificado en categoría 4, suponía un riesgo enorme para la flota de pequeños veleros de 6,50 metros, y sumado a incidentes como el ocurrido al japonés Hajime Kokumai, que tuvo que ser rescatado por un mercante tras golpear un objeto flotante y perder la quilla, ha puesto aún más de relieve el componente humano de la prueba. En la Mini Transat, la tecnología y los presupuestos quedan en un segundo plano frente al reto personal y la lucha frente a los elementos.
En estos momentos, todos los navegantes navegan en busca de refugio en los puertos más seguros de la península ibérica. Según su posición en el momento de la decisión, los solitarios están desviando sus rutas hacia varios puertos portugueses como Faro, Portimão, Cascais, Peniche y Leixões. Los barcos situados más al norte o en la retaguardia de la flota se encaminan hacia La Coruña o Baiona, en la costa gallega. El objetivo de la dirección de regata es que todos estén a salvo antes del sábado al mediodía, evitando así verse expuestos a condiciones de mar y viento extremas.
Mientras tanto, el líder provisional de la flota, Benoît Marie, ha decidido seguir navegando hacia Santa Cruz de La Palma, ya que su posición avanzada le permite evitar lo peor del temporal; la organización le espera en Canarias para asistirlo a su llegada.
El director de regata, Denis Hugues, ha explicado la rapidez con la que se tomó la decisión de anular la etapa: “En la mañana, al ver la evolución de este sistema, rápidamente optamos por cancelar esta primera etapa. El objetivo es que todo el mundo esté a salvo antes del sábado al mediodía”, afirmó Hugues. Añadió que, junto al meteorólogo Christian Dumard, determinaron que la depresión ex-Gabrielle amenazaba con afectar al 80% de la flota: “Con este sistema tan hacia el sur, los barcos se hubieran encontrado navegando al través en olas de ocho metros. Era una situación inmanejable, los estábamos enviando al matadero…”.
