No hay navegantes españoles compitiendo en la segunda edición de The Ocean Race Europe, pero sí hay una española cualificadísima, Paula Soler, al frente de uno de los equipos participantes, el canadiense Canada Ocean Racing – Be Water Positive, del que es directora general. El equipo se formó hace apenas tres meses y ella se incorporó con la tripulación ya decidida. “Tomo decisiones técnicas, económicas, operacionales y estratégicas –afirma–, pero para la vuelta al mundo que se celebrará en 2027, sí. Esta competición sirve de casting para ver quien nos podrá acompañar en esta próxima Ocean Race completa. Por mi parte, en nuestro equipo sí habrá alguna presencia española, sobre todo tratándose de una regata que partirá desde Alicante”.
La presencia también en Cartagena, meta de la segunda etapa de la Ocean Race Europe y salida de la tercera, de nuestra campeona olímpica, la orensana Támara Echegoyen (medalla de oro en Londres 2012, en la clase Elliott 6m, junto con Ángela Pumariega y Sofía Toro), embajadora de Helly Hansen, la marca de ropa deportiva que patrocina la competición, invita a pensar que los astros se puedan alinear para que directora y navegante coincidan en un mismo equipo en ese futuro no tan lejano.
Las declaraciones que Támara ofreció en Cartagena para Nautik, en las que afirma que cerró su ciclo de cuatros Juegos Olímpicos “para abrir otras puertas profesionales y seguir compitiendo y dedicándome a la vela en otros ámbitos. Me gustaría navegar y seguir involucrada en el mundo oceánico y, después de haber hecho la Ocean Race en 2018 y 2022, me quedó la espinita de dedicarle más tiempo”, permiten todo tipo de lucubraciones al respecto.
Pero, de momento, nos contentamos con preguntarle su opinión sobre quién ganará la presente regata, que finalizará en las bocas de Kotor a mediados de septiembre. Y la que fuera abanderada del equipo olímpico español en Paris 2024 dice que, dejando a un lado los impulsos del corazón, porque tiene grandes amigas compitiendo en varios barcos en la Ocean Race Europe, el barco francés Biotherm es su favorito para ganar, ya que considera que es “el equipo que lleva más tiempo compitiendo juntos”, algo que, en opinión de esta experta, puede resultar decisivo.
Los siete equipos contendientes en la Ocean Race Europe partieron del puerto de Cartagena ayer a las 15:00, sin incidentes, rumbo a Niza, donde finalizará el viernes la tercera etapa de esta competición. A pesar de que Biotherm lidera sobradamente la regata y que se ha llevado la victoria en todos los puntos puntuables hasta la fecha –incluidos los dos puntos obtenidos poco después de zarpar de Cartagena, en la meta volante situada en el Cabo de Palos, y en donde el Paprec Arkéa, segundo clasificado en la general, obtuvo el punto restante por pasar en segunda posición por esa misma meta volante–, su patrón, Paul Meilhat, no quiere lanzar las campanas al vuelo: “Ni siquiera hemos llegado a la mitad de la regata –afirmó en rueda de prensa–; nada está hecho”. Sin embargo, el Biotherm ha querido refrescar en Cartagena su tripulación, reemplazando a Jack Bouttell por Benjamin Ferré, un exregatista de Mini 6.50 que fue 16º (y primer no foiler) en la Vendée Globe 2024-25.
Su compañero de tripulación, el británico Sam Goodchild, coincidió en su prudencia: “Más de la mitad de los puntos siguen en juego. Es demasiado pronto para pensar en defender nuestra ventaja”. Goodchild también advirtió que “aquí puede pasar cualquier cosa y todo puede cambiar en un instante. En la última etapa, Paprec Arkéa estuvo atrapado en una encalmada durante seis horas, algo que ningún parte meteorológico había previsto”.
Precisamente, las condiciones meteorológicas pueden intervenir de forma decisiva en los próximos días, ya que se prevén condiciones muy variables en los tres días de navegación hasta Niza. Las primeras veinte horas parecen estables, esto es: hasta las 11:00 de la mañana de hoy miércoles. A partir de ahí, como ha explicado el patrón del Biotherm, “luego viene una baja presión y no sabemos realmente qué pasará, pero cambiará mucho los tiempos; así que no tenemos claro qué rumbo tomaremos”.
El controvertido fallo del jurado sobre el accidente de Kiel
El tema del que más se ha hablado, sotto voce, en el muelle de Cartagena ha sido el fallo del jurado sobre el accidente de Kiel que involucró al Allagrande Mapei italiano y el Holcim PRB suizo.
El jurado se reunió en el puerto murciano y dejó muchos interrogantes con su decisión. Tras la colisión en la línea de salida en Kiel entre Holcim PRB y Allagrande Mapei, se le asignó la responsabilidad exclusiva a este último y se concedió una indemnización al equipo suizo. Sin embargo, a los italianos no se les impuso ninguna penalización, pese a que, según declaró el jurado, el Allagrande Mapei “había infringido la Regla 11 (el barco de barlovento debe mantenerse separado) y la Regla 14 (evitar colisiones)”. El jurado optó por no imponer ninguna otra sanción al Allagrande Mapei, argumentando que el equipo ya había sido penalizado al tener que retirarse de la etapa mientras que el Holcim PRB tenía derecho a una compensación por haber tenido que abandonar la etapa.
Lo sucedido en la salida de Kiel queda así explicado: el Holcim PRB, ligeramente por delante y a sotavento, se escoró con fuerza. Finalmente aflojaron la mayor y el foque, perdiendo velocidad. El Allagrande Mapei, que se acercaba rápidamente por detrás, apenas respondió al timón. Su foque y su mayor se enredaron en el foil del Holcim PRB y su tangón chocó contra la cubierta de babor del Holcim PRB, abriendo un gran agujero en el casco. Al conceder una indemnización al Holcim PRB, el jurado dictaminó que el equipo suizo no podía razonablemente haber evitado la colisión. Al mismo tiempo, consideró que el Allagrande Mapei tuvo la oportunidad de mantenerse a distancia.
Pero el fallo no tiene en cuenta la situación de la regata: el estrecho pasillo entre la salida y la primera puerta y la obligación de un barco de sotavento de dar espacio al barco de barlovento para reaccionar, mientras que el barco de barlovento también tiene la obligación de evitar el contacto. La colisión está documentada desde varios ángulos de cámara. Que el cambio de rumbo del Holcim PRB no fue una maniobra táctica normal parece fuera de toda duda. Ambos equipos estaban muy por detrás de Biotherm y Paprec Arkéa en el momento de la colisión y, por tanto, fuera de los puntos para la primera puerta.
Las imágenes sugieren que el Holcim PRB perdió el control del timón y viró bruscamente. ¿Debería haber respondido el Allagrande Mapei? Si hubiera sido obvio para ellos, desde luego. Pero el vídeo de la popa del barco italiano muestra a Thomas Ruyant mirando a sotavento justo antes del choque, viendo que el Holcim PRB mantenía su rumbo hacia la puerta. En ese momento se produjo la racha que tumbó a los dos barcos, cuando en el Allagrande Mapei sólo se veían velas y spray a sotavento, hasta que apareció el casco del Holcim PRB y su foil rasgó sus velas y la colisión ya no era evitable.
La decisión es sorprendente, sobre todo porque no atribuye ninguna culpa al Holcim PRB, aunque el barco suizo tenía una clara visibilidad a barlovento y el Allagrande Mapei está pagando las consecuencias. Ambrogio Beccaria, patrón del IMOCA italiano, aceptó el fallo con serenidad: “El jurado ha decidido no concedernos una reparación. Respetamos su decisión, aunque no refleje el resultado que esperábamos. Esto forma parte de nuestro deporte y lo aceptamos. Ha sido una situación difícil para ambos equipos. Ahora nuestras energías están puestas en la carrera. Aún nos quedan tres etapas importantes de camino a Montenegro”.
