Dos días después de la espectacular salida desde Kiel, las condiciones de alta velocidad en el mar Báltico, que permitieron el uso de las hidroalas, han dado paso a vientos flojos, con una dorsal de altas presiones frenando el avance hacia el sur. A las 08:00 de esta mañana, Biotherm seguía en cabeza con 8 millas náuticas de ventaja sobre Paprec Arkéa y 14 millas sobre el equipo alemán Team Malizia.
«El sistema de altas presiones se ha expandido, creando una dorsal», explicó Christian Dumard, meteorólogo de The Ocean Race Europe. «A medida que los barcos avanzan hacia el sur, el viento del oeste se debilita». Jack Bouttell, miembro del equipo Biotherm, describió las últimas 24 horas como «muy agotadoras. Después de pasar Dinamarca tuvimos muchas viradas, pero cuando anoche cayó el viento, conseguimos pasar un poco más rápido de lo que predecía la ruta». Amélie Grassi, trímer del Biotherm, ha explicado, por su parte, que «con la costa tan cerca, mucho tráfico, boyas pequeñas y un viento bastante inestable, descansamos muy poco. Estuvimos mucho tiempo trabajando sin parar, con pequeñas siestas en mitad de la noche como único respiro posible».
Por detrás de los barcos franceses y el alemán, el Canada Ocean Racing – Be Water Positive se encuentra distanciado 41 millas, mientras que el suizo-árabe Team Amaala lo está a 64 millas.
A falta de participantes españoles en esta regata, el Team Amaala lo patronea Alan Roura, gran navegante suizo, pero de abuelos catalanes, que habla un perfecto castellano «que aprendí no en Cataluña, sino en Venezuela, donde pasé unos años en mi infancia. Pero los orígenes de mi familia son de Barcelona, de Vilassar de Mar«. Roura reconocía, un par de horas antes de la salida, que no le se podía considerar, de ningún modo, favorito: «No soy favorito, claro que no. Pero estamos aquí para jugar y veremos si podemos hacer algo». Eso no impedía que en la salida se mostrara exultante: «Estoy muy ilusionado –nos confesaba–, porque este es un proyecto que tenía en la cabeza desde hace un par de años y se ha concretado realmente hace dos meses. Hemos tenido mucho trabajo para conseguir llegar hasta acá y estoy muy feliz de tener un equipo de Suiza, joven pero con mucho talento. Nos lo tomamos como un juego: es una regata bastante larga, en la que pueden pasar muchas cosas, pero estoy muy contento».
Las hidroalas [foils, en inglés] son la gran revolución de las grandes competiciones de vela de los últimos años y Roura sí cuenta con una amplia experiencia en su navegación antes de iniciar esta travesía. «Tengo bastante experiencia en estos barcos, porque he realizado dos Vendée Globe con barcos con hidroalas. Este barco, en concreto, lo conozco perfectamente: es el más viejo de la regata y tiene las hidroalas más pequeñas, pero no importa».
Su equipo es, también, muy joven, y aspira, sobre todo, a que sea una travesía muy didáctica. «Yo quería un equipo 100% suizo y con una manera de funcionar diferente, con marineros que vienen de barcos de diferentes tamaños. En mi equipo hay gente que ha competido en Juegos Olímpicos, gente que viene de regatas de barcos pequeños, y otros de grandes. No tienen mucha experiencia en barcos grandes como los Imoca, pero sí saben navegar en barcos y con hidroalas. Los Imoca tienen solamente dos hidroalas –una a cada lado–, no cuatro, así que el barco no vuela con estabilidad, así que esto sólo se aprende navegando en estos barcos, porque no hay una “escuela” para navegar con estos barcos. Pero tengo un barco con la nueva generación de marineros suizos, para que mañana puedan ser los mejores marineros suizos de la clase Imoca».
Las reparaciones de los barcos averiados
El Holcim PRB y el Allagrande Mapei Racing, los barcos obligados a regresar a Kiel tras la colisión en la que se vieron envueltos cuando apenas habían avanzado una milla náutica desde la salida oficial, están procediendo a efectuar las reparaciones pertinentes para conseguir llegar al puerto inglés de Portsmouth el próximo domingo, 17 de agosto, antes de que se dé la señal de salida de comienzo de la segunda etapa a las 16:55 hora local (17:55 hora española).
El equipo italiano, que parecía el menos afectado por el choque, está trabajando directamente en el puerto de Kiel, pero ha desvelado que a bordo hay numerosos daños. «Todo el sistema de cables de estribor que sostiene el mástil está gravemente dañado y puede ser reemplazado gracias a la solidaridad del equipo Paprec Arkéa, que nos ha cedido el cable D0 (estay de hidroala). También podemos sustituir la propia hidroala, cedida por el otro barco de TR Racing, “Advens 1”, gracias a la disponibilidad de su presidente fundador, Alexandre Fayeulle«. Estas piezas de carbono de alta tecnología salieron esta mañana de Lorient y deberían llegar mañana por la tarde a Kiel.
La cadena del estay D0 de la hidroala, en cambio, requiere más inspecciones para evaluar los daños. Es uno de los puntos más críticos del barco, sometido a cargas de más de 30 toneladas; la integridad estructural de esta zona es esencial para la seguridad del mástil y del barco. Las evaluaciones evolucionan hora a hora gracias a análisis por ultrasonidos, inspecciones y revisiones realizadas con el arquitecto del barco, Antoine Koch.
Las velas que estaban izadas en el momento del impacto están ambas dañadas: el J0 (foque) explotó al contacto con la hidroala de Holcim y no es reparable, por lo que debe sustituirse; la vela mayor, que presentaba un gran desgarro, ya ha sido reparada por el equipo en tiempo récord.
El Holcim-PRB, por su parte, con una importante brecha en el casco, se encuentra reparado el casco en el astillero Knierim Yachtbau. Allí, más de dos docenas de personas del equipo Holcim-PRB y siete empleados de Knierim están trabajando en el Imoca por turnos y se espera que esta noche se tenga una idea más clara del tiempo que llevará el proceso de reparación.
Ambos equipos han presentado protestas formales ante la organización, que estudiará lo sucedido y evaluará las consecuencias a través de un jurado de expertos internacional en una fecha aún por determinar.
La importancia de la vestimenta
En una experiencia deportiva tan al límite como es la vela (aunque en esta regata no se acerquen, ni por asomo, a las inclementes condiciones de la navegación en los océanos glaciares Ártico y Antártico), la importancia de una ropa técnica adecuada es crucial. Øyvind Vedvik, vicepresidente de I+D de esquí y vela en la firma noruega Helly Hansen, patrocinadora de The Ocean Race, explica que «nosotros tenemos chaquetas que son buenas para realizar múltiples actividades, pero para los profesionales más exigentes, tenemos que ofrecer soluciones diferentes en función del deporte, porque cuando se llega a cierto nivel, empiezas a especializarte».
«En las chaquetas de esquí de alta gama, se busca sobre todo un buen aislamiento, para mantenerte caliente –explica Vedvik–. En vela y otras actividades al aire libre hay similitudes, pero también diferencias. La mayor diferencia es cómo se trabaja con las corrientes de aire frío. Cuando estás en el mar, hay una constante que es que casi siempre te golpea el viento, y este tiende a ser muy frío porque procede del agua. Por lo tanto, en las chaquetas de vela normalmente necesitamos poner más protección alrededor del cuello, mientras que en las chaquetas para actividades al aire libre, las que se llevan a la montaña no requieren refuerzo adicional en el cuello, sino que sean ligeras».
«Hemos realizado expediciones al Polo Norte y al Polo Sur y también hemos participado en expediciones al Everest –añade Vedvik, para finalizar–. Y gran parte de la inspiración para nuestras actividades al aire libre procede, realmente, de los profesionales que se dedican a estas actividades físicas, los guías de montaña, pero sobre todo los equipos de búsqueda y rescate, porque cuando todos los demás deciden cancelar una salida, los equipos de búsqueda y rescate son los que, inevitablemente, tienen que salir a buscar a las personas. Y tienen que confiar realmente en su vestimenta. Al hablar con ellos es cuando obtenemos los datos de uso más extremos sobre cómo fabricar equipos que sean duraderos y realmente protectores».
