Entre los numerosos yates de lujo que surcan este verano las aguas de Ibiza y Formentera, destaca Wayfinder, conocido por haber sido propiedad del magnate Bill Gates. Esta temporada, sin embargo, no navega como embarcación de apoyo al superyate Aqua, sino de forma independiente, tras haber sido vendido por 55 millones de euros y transformado en una exclusiva experiencia náutica de alquiler.
El precio por disfrutar de una semana a bordo oscila entre los 680.000 y 700.000 euros, según temporada e itinerario. Con 68 metros de eslora y 14 de manga, Wayfinder fue construido en los astilleros Armón de Galicia y está diseñado para operar de forma totalmente autónoma. Ofrece alojamiento para hasta 18 huéspedes y cuenta con instalaciones de alto nivel: camarotes de lujo, cocina industrial, lavandería, enfermería, oficinas, sala de máquinas y múltiples zonas comunes.
En cuanto a prestaciones, el yate cuenta con un helipuerto funcional y hangar integrado, que puede transformarse en una pista de pickleball iluminada. También incorpora un gimnasio con vistas al mar, zona wellness para yoga o pilates, y un garaje náutico con todo tipo de juguetes acuáticos: motos de agua, seabobs, paddle boards, kayaks, equipo de buceo, quads e incluso un mini-submarino.
La experiencia a bordo se completa con un equipo de servicio de primer nivel, entre ellos chefs con experiencia Michelin, terapeutas, instructores de buceo, mayordomos y pilotos de helicóptero. El chef privado elabora menús a medida con productos gourmet, acompañados de vinos seleccionados y estaciones de cócteles. Todo está diseñado para garantizar privacidad, confort y servicio exclusivo.
Aunque el interior ha sido diseñado por el estudio Oliver Design, no se han difundido imágenes detalladas de su decoración. Se sabe, eso sí, que incluye múltiples salones, comedores, áreas técnicas y un cuarto de buceo con cámara de descompresión, una rareza incluso entre los grandes yates de lujo.
Con una velocidad máxima de 21 nudos, Wayfinder representa una nueva dimensión del lujo marítimo. Esta temporada, sus escalas en enclaves exclusivos como Cala Jondal o Es Vedrà lo convierten en una presencia imponente en el Mediterráneo, reservada para quienes buscan una experiencia inigualable en alta mar.
