En los años 90, cuando comenzamos nuestra actividad familiar en el mundo náutico, el mercado era otro. La relación con el cliente era casi artesanal, las operaciones se resolvían en el muelle, y lo más parecido a una estrategia de crecimiento era hacer las cosas bien y esperar el boca-oreja. Han pasado más de 30 años, y aunque hoy somos un holding con presencia a lo largo del arco mediterráneo, hay una convicción que sigue guiando cada paso que damos: el valor de la experiencia del cliente está por encima del producto.
Actualmente, el sector náutico se enfrenta a una doble transformación. Por un lado, la tecnológica y medioambiental, que nos obliga a repensar procesos, servicios e infraestructuras. Por otro, la transformación del propio usuario: más exigente, más digital, más consciente. Ya no basta con vender una embarcación o gestionar un puerto. El cliente espera acompañamiento, flexibilidad y soluciones integradas. La clave no es solo estar, sino cómo se está.
Desde Guasch Group, hemos apostado por construir un ecosistema náutico estructurado, donde cada empresa del grupo cumple un rol especializado, pero todas comparten un propósito común: enriquecer la vida en torno al mar. Esto implica desde la venta y el alquiler de embarcaciones de marcas líderes como Beneteau, Excess Catamarans, Sasga Yachts, Astondoa o CNB Yachts, hasta el mantenimiento técnico avanzado, la gestión de marinas y el desarrollo de infraestructuras náuticas de gran capacidad. Es un modelo exigente, sí, pero también coherente y sostenible, que nos ha permitido escalar sin perder el trato cercano ni la agilidad operativa que nos caracterizó desde el inicio.
Hoy gestionamos marcas y centros especializados como Hermanos Guasch, Guasch Yachts, BeCharter, Nautic Center Mallorca, Port Ginesta Premium Service, además de infraestructuras clave como Marina Cambrils o el varadero industrial de nueva generación MSS – Mediterranean Shipyard Services, en l’Ametlla de Mar. Este último ha sido uno de los hitos estratégicos más relevantes del último año: una concesión a 25 años que nos posiciona como operador clave en el mantenimiento y refit de grandes embarcaciones en el Mediterráneo. Pero más allá de las marcas o el equipamiento, lo que nos mueve es poder aportar valor real al sector, desde la excelencia técnica hasta la visión de largo plazo.
Y si hablamos de futuro, no podemos obviar la sostenibilidad. El respeto por el entorno marino ya no es una opción reputacional: es un compromiso técnico, ético y empresarial. Estamos aplicando estándares de bajo impacto ambiental en varaderos, fomentando el uso de embarcaciones eficientes y optimizando la gestión ambiental en todos nuestros centros. Y somos conscientes de que queda mucho por avanzar.
Otro factor diferencial —quizá el más importante— es el factor humano. Si algo distingue a nuestro grupo es la calidad y cohesión del equipo que lo forma: técnicos, asesores, gestores de marina, patrones, personal administrativo… Personas que comparten una cultura común y entienden que la excelencia no se improvisa: se forma, se transmite y se vive.
En mi opinión, el liderazgo náutico del futuro no lo tendrá quien ofrezca más catálogo o más amarres, sino quien sea capaz de construir una comunidad sólida en torno al mar. Confianza, continuidad y servicio real. Navegar hoy es más que desplazarse por el agua. Es conectar con un estilo de vida, de cuidarlo, de compartirlo.
Esa es la náutica que viene. Y esa es la náutica que, desde Guasch Group, estamos comprometidos a seguir construyendo cada día.
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Rodolf Guasch es General Manager de Guasch Group
