En Pequeña Filosofía del Océano, el filósofo francés Claude Obadia arranca con un pretexto que proviene de la vieja sabiduría de los griegos, que decían que solo hay tres tipos de personas: los vivos, los muertos y los que están en el mar. Y tiene razón. Cualquiera que haya soltado amarras y perdido de vista la costa, sabe que ahí fuera el tiempo corre de forma diferente y que las certezas son totalmente relativas. El viento puede ser aliado o adversario, pero siempre es un maestro.
Obadia plantea las preguntas de toda la vida. ¿Qué hacer cuando el viento se esfuma? ¿Arrancar el motor o aceptar la espera y aprender a lidiar con las mini rachitas y perseguir el azul oscuro en la superficie del mar? Lo bonito del asunto es que Obadia no da respuestas cerradas. Prefiere que cada lector trace su propia derrota, que se pregunte qué busca realmente cuando navega. El relato reposa en la idea de que la navegación es mucho más que llegar a destino: es aprender a convivir con la duda, el asombro y la libertad.
Claude Obadia, experimentado navegante, es licenciado en Filosofía. Imparte clases en el Instituto de Estudios Políticos de Saint-Germain-en-Laye, y en el ISC París. Ha publicado las obras Les Lumières en berne? Réflexions sur un présent en mal d’avenir, Kant prophète? Éléments pour une europhilosophie, Apprendre à Philosopher. Si haute soit la montagne, on y trouve toujours un sentier y L’homme inachevé.
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