El superyate de lujo Attila, de 64 metros de eslora y valorado en más de 70 millones de dólares, encalló este martes frente a la playa de es Pujols, en la isla de Formentera. La embarcación, una de las más imponentes que surcan el Mediterráneo durante el periodo estival, quedó varada en una zona de escasa profundidad, generando un gran revuelo entre residentes y turistas, así como una rápida viralización de imágenes en redes sociales.
El incidente no ha pasado desapercibido en la comunidad local, tanto por el valor y las dimensiones del yate (con 13,1 metros de manga y lujosos acabados) como por el impacto ambiental que podría haber supuesto. Sin embargo, fuentes locales han confirmado que el Attila no encalló sobre praderas de posidonia, una de las principales preocupaciones medioambientales en la zona.
Las autoridades trabajan en la coordinación de las tareas de reflotamiento y en la evaluación de posibles daños. El suceso ha reabierto el debate sobre la presión que ejerce el turismo náutico de lujo sobre el frágil entorno marino de las Pitiusas, especialmente en plena temporada alta.
Por el momento, no se han reportado daños personales ni vertidos contaminantes, aunque la operación para liberar al Attila podría prolongarse y requerir la intervención de remolcadores especializados.