Nautik Magazine

El renacer de la vela clásica en las costas españolas

Germán Frers y el Recluta le ponen el broche de oro a la Sitges Vela Clásica en un período esplendoroso para los barcos de época.

@JAN LATUSSEK

La presencia del legendario Germán Frers, uno de los diseñadores de veleros más prestigiosos de la historia, como espectador de excepción a bordo de su Recluta en la cuarta edición de la Sitges Vela Clàssica conforma una excelente imagen del renacer de la vela clásica en España. Lo que ha ocurrido en el Port de Sitges no es un hecho aislado: forma parte de un circuito que recorre el verano mediterráneo con una flota que se repite en cada puerto, formada por barcos que son auténticas joyas históricas y por armadores que entienden que navegar estos veleros es la mejor manera de honrar su historia.

Los mismos cascos de caoba y cubiertas de teca que cruzaban la boya de barlovento frente a Sitges o Jávea, escenario de otra regata de clásicos el pasado fin de semana, lo harán en las aguas de Barcelona la próxima semana con la Puig Vela Clásica, lo hicieron en L’Estartit hace pocas fechas y lucirán en Mahón en agosto, con la Copa del Rey de barcos de época, mostrando al público y a las nuevas generaciones el valor de un tipo de vela que combina belleza, técnica y cultura marítima.

En Sitges hubo argumentos sólidos: casi 20 veleros clásicos de primer nivel, un ambiente de camaradería genuina y el respaldo de un público que siguió cada manga desde las playas de Sitges. Este año, además, la regata se enmarcó en la celebración de los 50 años del Port de Sitges-Aiguadolç, aportando un aire de celebración que se sintió en cada pantalán y cada cena de tripulaciones.

El domingo, como broche de oro, se produjo el amerizaje de Germán Frers con su Recluta. Su presencia fue un reconocimiento tácito al valor de esta cita en el Mediterráneo, consolidando el prestigio de la Sitges Vela Clàssica entre los eventos imprescindibles del circuito de clásicos.

Nombres que resuenan en la historia de la náutica clásica como el Islander, el Tagomago, el Nerissa, el Molly Q o el Devra compartieron línea de salida y protagonismo. Para quienes conocen estos barcos, verlos navegar juntos frente a Sitges no es un detalle menor: cada uno es una pieza viva de patrimonio marítimo, restaurados con rigor y mantenidos con pasión por armadores que saben que la historia se honra navegando.

La presencia de Germán Frers en el final de la Sitges Vela Clàssica 2025 no fue un detalle menor. Frers es uno de los diseñadores de veleros más influyentes del mundo, con más de mil barcos diseñados a lo largo de su carrera, desde modelos de crucero y superyates hasta veleros de regata que han marcado hitos en la historia de la náutica. Entre sus diseños más emblemáticos se encuentran barcos como el Sayonara, ganador de la Kenwood Cup, el Matrero, el Hyperion o el Wally 100’, todos ellos combinando velocidad, elegancia y tecnología de vanguardia. Su trayectoria está profundamente ligada a las regatas más prestigiosas del mundo, incluyendo la Copa América, donde ha trabajado con algunos de los equipos más relevantes. La figura de Frers, observando desde cubierta mientras la flota completaba la última manga frente a las sierras del Garraf, fue también un recordatorio de que cada regata de clásicos es un puente entre generaciones, donde el pasado y el futuro de la vela se dan la mano.

En la categoría Época, el Islander, patroneado por Ricardo Albiñana, se alzó con la victoria tras un sólido desempeño, con dos primeros puestos y un segundo en las tres pruebas disputadas. Le siguió de cerca el Tagomago de Javier Solís, que se llevó la segunda manga y mantuvo una gran regularidad para terminar en segundo lugar en la general. El Dreva, con bandera británica y armado por Jean-Charles Fossati, completó el podio.

En Clásicos II, el Jan Himp, patroneado por Jan Freynuth y con bandera danesa, dominó con autoridad, ganando las tres mangas y cerrando la regata con puntuación perfecta. El Andrea de Sergio Roberto López Vila, con un segundo y un cuarto puesto, finalizó en segunda posición, mientras que el Cygnet of Mourne de Antonio Espinosa completó el podio, sumando consistencia en las dos primeras mangas antes de abandonar en la tercera. Estas actuaciones reflejan el nivel competitivo de una flota que combina tradición y alto rendimiento en cada maniobra.

En la Clásico CIM, el Sea Fever de Enrique Curt demostró velocidad y consistencia, llevándose la general con un primer y un segundo puesto que aseguraron el triunfo. El Izarra ofreció una actuación destacada y finalizó segundo tras una sólida última prueba. El tercer lugar fue para el Bakea, un velero belga que, a pesar de un abandono en la última manga, logró mantener el podio gracias a sus resultados de las primeras pruebas.

La organización de la Sitges Vela Clàssica ha impulsado, además, la creación de una base de datos de veleros clásicos de España, un recurso único que busca preservar la memoria y las historias de estas embarcaciones que forman parte del patrimonio marítimo. En sitgesvelaclasica.es se pueden encontrar relatos, fotografías y fichas técnicas de los barcos que participaron en esta edición, permitiendo a armadores, aficionados y nuevos interesados descubrir la historia viva de estas joyas del mar y entender por qué cada uno de ellos es mucho más que un velero: es un testimonio flotante de nuestra cultura náutica.

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