La princesa Leonor se acaba de embarcar en otra travesía. Esta vez, durará solamente 19 días, comparando los cinco meses de su estancia a bordo del Juan Sebastián de Elcano. Esta nueva etapa en su formación militar tiene el nombre de la fragata Blas de Lezo, atracada en el Arsenal de Las Palmas de Gran Canaria, y estará marcada por prácticas intensivas con munición real, integración en maniobras navales y ejercicios estratégicos como el Sinkex 25 y la participación en el Grupo de Combate Expedicionario ‘Dédalo’.
Vestida con el uniforme blanco de guardiamarina, el mismo con el que ingresó en la Escuela Naval de Marín, llegó a la fragata en el atardecer del pasado 14 de junio, decidida y muy sonrietente . A diferencia de su partida en el Elcano, esta vez no estuvo acompañada por sus padres.
Durante su estancia, Leonor se integrará en las dos organizaciones principales del buque: la administrativa, que opera en puerto, y la operativa, activa durante la navegación. Participará en tareas estratégicas y asistirá a sesiones formativas clave para su desarrollo como oficial de la Armada, incorporándose también al sistema de guardias del navío en función de las actividades que se lleven a cabo en cada jornada.
El fin de esta experiencia llegará el próximo 3 de julio cuando Leonor se reúna con la tripulación del Juan Sebastián de Elcano en Gijón, ciudad en la que permanecerán hasta el 9 de julio. Posteriormente harán escala en Ferrol y, finalmente, en Marín, donde cerrará su formación naval tras casi un año de intensa preparación en alta mar, consolidando así su papel como futura jefa de las Fuerzas Armadas.
La Blas de Lezo
La Blas de Lezo es una fragata F-103 de la clase Álvaro de Bazán, reconocida por su capacidad antiaérea y su avanzado sistema de combate AEGIS con radar SPY-1D, lo que la convierte en una de las escoltas más sofisticadas del mundo. Con una tripulación de 210 personas, el buque alberga una unidad aérea embarcada, equipada con un helicóptero LAMPS MK-II, así como un destacamento de infantería de marina para reforzar la seguridad a bordo.
La fragata F-103 pertenece a la 31 Escuadrilla de Escoltas y recibe su nombre como homenaje a uno de los marinos españoles más ilustres que ha dado la historia, llevando por lema ‘Ornatus mei arma sunt requies mea pugnare’ (Mis arreos son las armas, mi descanso la pelea).