Nautik Magazine

Viaje a las entrañas del nuevo Allure of the Seas de Royal Caribbean

Exploramos en nuevo Allure renovado en Navantia Cádiz, en un tiempo récord y lleno de rincones por descubrir, además de nuevas atracciones imposibles. ¿Cómo se renueva un gigante del mar?

El viaje inaugural del nuevo Allure of the Seas de Royal Caribbean, que acaba de terminar después de casi 10 días de crucero por el Mediterráneo, ha sido la prueba de agua de una de las renovaciones más colosales llevadas a cabo en un barco de recreo. Si el Allure ya era una ciudad casi utópica sobre el mar, en tan solo 10 semanas atracado en el astillero de Navantia Cádiz, un total de 2.300 trabajadores de 81 nacionalidades diferentes han trabajado con una coordinación coreográfica para esculpir un nuevo e imponente barco, si cabe mejorado. 

El proyecto, que ha contado con una inversión de más de 100 millones de dólares, forma parte del programa Royal Caribbean’s Royal Amplified, presentado por primera vez en 2019, y por el que ya han pasado dos buques insignia de la Oasis Class, el Oasis of the Seas en 2019, y ahora el Allure. Una visita a la zona de trabajos revela que la inversión está al nivel de los resultados. El paseo arranca en el Central Park, un jardín frondoso con decoraciones futuristas que trasladan al pasajero a una de esas ciudades utópicas que tanto bocetan los arquitectos cuando imaginan espacios seguros, limpios, con naturaleza y nuevas soluciones de comodidad. El parque es el corazón del barco que se distribuye en siete vecindarios, en los que se han añadido 111 camarotes nuevos, gracias a una nueva distribución. Allure sigue siendo uno de los barcos con más espacio por persona (mientras la industria ronda las 28 toneladas cúbicas por pasajero, aquí cada cual dispone de entre 35 y 38 toneladas cúbicas. Los espacios en sus 18 cubiertas para viajeros son abiertos, amplios y llenos de atracciones imposibles; quienes han viajado en él aseguran que es imposible llegar a conocerlo entero en los 8 días de travesía.

Desde el vertiginoso nuevo tobogán seco de 10 pisos (el Ultimate Abyss) a popa, hasta el dúo de toboganes acuáticos de tres cubiertas de altura o los nuevos jacuzzis (hasta un total de 16) en la cubierta de piscinas, renovada para aportar un estilo de resort y una experiencia más relajante, no hay nada que pueda faltar en el nuevo Allure para unas vacaciones completas, las entienda cada cual como las entienda: Más de 35 bares y restaurantes diferentes, con nueva oferta como el Pesky Parrot, un rincón del caribe a bordo donde arrancar la travesía con cócteles a base de frutas; o el Loco Fresh, especializado en platos mexicanos. Un Escape Room de 60 minutos especialmente diseñado por equipo traído desde Estados Unidos, el Laser Tag, un campo de batalla donde enfrentarse con pistolas láser (Laser Tag), o simuladores de Surf, en el capítulo de ocio. Pero también unas nuevas y espectaculares suites sobre el puente de mando, Las Ultimate Panoramic Suites, con vistas al mar de 200 grados, con un amplio vestidor, baño renovado y un comedor privado para cuatro personas.

Gran parte del trabajo de remodelación consiste no sólo en levantar todas estas fantasías de la imaginación más lúdica, sino en derribar, el barco prácticamente queda vacío y esto es mucho más difícil que construirlo desde cero, requiere un personal muy cualificado, explica el jefe de proyecto que lidera la visita entre placas metálicas, tapices enrollados, barras, y montones de pequeños azulejos diseñados exclusivamente para el Allure. En medio de este caos aparente, hay en realidad un orden milimetrado y, aunque a ratos da por pensar que es imposible que todo aquello esté acabado en fecha, la tranquilidad absoluta y la concentración plena de esos 2.300 trabajadores confirma que todo está en orden. También pueden verse ya detalles de final de obra, unas bombillas cálidas con filamentos decorativos cuelgan ya de los techos del Café Promenade. 

Mientras cruzamos el minigolf, y las pistas para correr y dejamos también atrás el cine al aire libre para adentrarnos en el imponente Royal Theatre resulta inevitable comenzar a imaginar cómo sería el equipaje para unas vacaciones en el mar. Las noches en el casino o una visita a la galería de arte, un restaurante cada noche, un aperitivo antes de cenar, un paseo por Central Park bajo la brisa cálida del Mediterráneo. Su nombre lo dice, la fascinación, la seducción, el allure de los mares.