La marca de moda estadounidense Ralph Lauren se viste de rayas, coge el timón y presenta su nuevo catálogo de verano 2025 con una estética innegablemente naútica. Como si de un sueño norteamericano brotara, sus páginas recogen la sensación onírica de estar disfrutando de un verano en los Hamptons, donde poder levantar las anclas de un velero cuando se despierte un mínimo deseo de surcar las olas. Pero, si corre un poco más de viento de lo esperado, sus fotografías recuerdan no olvidarse la chaqueta vaquera ni la blusa a rayas en la casa a primera línea de playa.
En su universo teñido de blanco y azul, con alguna pincelada de hortensias en sus tejidos, el espacio captura la elegancia costera estadounidense, es decir, un must de la marca fundada en 1967. Al escuchar Ralph Lauren, lo primero que viene a la mente son imágenes de una película cuya trama se sostiene sobre la nostalgia del glamour americano, coloreada al aire libre en una dosis ecuestre o costera, imaginario creado por el propio Lauren dos años después de volver de su servicio junto al ejército. Un viaje que comenzó en forma de corbatas únicas y atrevidas, poco convencionales, hasta labrarse como el gigante de la moda tal y como la conocemos.
Este catálogo decorado por banderas estadounidenses y rayos de luz procedentes del atardecer sobre las olas, es narrado a través de la colección primavera-verano 2025 de Ralph Lauren, en la que se refleja un homenaje a la belleza costera con un toque de elegancia atemporal. Sin perder de vista los clásicos de la firma, como blazers y camisas en blanco y azul, la propuesta también incluye trajes de lino con detalles tejidos que evocan una brisa marina refinada. Su presentación en el desfile de la Semana de la Moda de Nueva York trasladó a los asistentes a un verano idealizado, mezclando la esencia ecuestre de los Hamptons a partir de estampados gráficos y accesorios como broches brillantes, pañuelos delicados y cestas tejidas perfectas para los días de mercadillo.
Entre los looks más memorables destacaron los estilismos de vestidos fluidos en azul suave, pantalones blancos combinados con rayas frescas y chaquetas ligeras que completaban el conjunto. Cada prenda parecía diseñada para capturar la sofisticación relajada de un verano en la costa, donde la moda se encuentra con la naturaleza y el lujo discreto se ve a través de gafas de sol.