Lo peor que tiene la diferencia horaria con Nueva Zelanda es que los aficionados a la Copa América se despiertan de tanto en tanto con un amago de infarto por las noticias que vienen durante la madrugada desde la otra punta del globo terráqueo. Hoy ha sido uno de esos amaneceres telúricos, ya que hemos amenizado la ingesta del café con leche matinal con un terremoto en el trofeo deportivo más antiguo del mundo: Pete Burling, el ya legendario patrón del New Zealand, el caña del barco kiwi en sus tres victorias seguidas en la Copa América, ha anunciado oficialmente su decisión de abandonar el equipo.
«Aunque no seguiré con el Emirates Team New Zealand para la 38.ª America’s Cup, quiero reflexionar un momento sobre una trayectoria que ha sido increíble. Durante la última década, he tenido el privilegio de formar parte de algo verdaderamente especial: desde intensas batallas hasta victorias inolvidables, y amistades que van mucho más allá de la vela. Estoy inmensamente orgulloso de todo lo que hemos logrado juntos y agradecido a todos los que han formado parte de este capítulo», confirmaba Burling en un comunicado.
Por su parte, Grant Dalton, máximo responsable del equipo neozelandés, destacaba el legado que deja Burling. «Pete ha sido una figura clave que ha crecido increíblemente dentro del Emirates Team New Zealand desde que llegó hace 10 años. Todos podemos recordar con gran orgullo lo logrado, tras haber disfrutado de un éxito sin precedentes como equipo con Pete al mando. Ganar la Copa América tres veces consecutivas era un territorio inexplorado, pero lo que ha permitido ganar en el pasado no siempre equivale a ganar en el futuro, especialmente en ciclos de la Copa América mucho más ajustados que requieren un enfoque dedicado y renovado para el éxito continuo».
Una vez digeridas las declaraciones de ambas partes, ahora solo queda esperar por quién va a fichar Burling para la próxima edición, porque la situación en la que queda ahora en el mercado es imbatible, y puede asegurarse un sueldo récord en el mundo de la vela. Hace tiempo hubo muchos rumores de pantalán que decían que el magnate suizo Ernesto Bertarelli quería repetir en su Alinghi la jugada que le dio la Copa América en 2003, cuando fichó a Russell Coutts a golpe de talonario para hacer historia.
También existiría la opción británica. Después del divorcio entre Ben Ainslie y Jim Ratcliffe, el INEOS Britannia ha anunciado esta semana que se retira de la carrera por la Copa América, por lo que el Athena de Ainslie se queda como único desafío inglés para la 38ª edición. Si logra reunir un presupuesto potente, no sería descartable que fueran a por Burling para asaltar la Jarra de las Cien Guineas tras ganar la Louis Vuitton en la pasada edición.
De todos modos, todos estos movimientos de mercado están a las expensas del protocolo de la siguiente edición, que están pactando Dalton (como defensor) y Ainslie (como challenger of record), que deberá definir claramente las reglas de nacionalidad para ver si Burling podría navegar en un desafío que no fuese neozelandés. En estos momentos la redacción del protocolo está estancada, ya que hay muchas diferencias entre ambas partes en varios aspectos.
También existe la opción de que Burling fichase por otro equipo, pero no fuese a bordo del barco, ya que podría utilizar su enorme conocimiento a cambio de un cheque mareante. Pase lo que pase, la cuenta atrás ya ha comenzado.