Con su apertura, tras la reciente inauguración de la terminal de cruceros de Barcelona, la de Miami es ahora la más grande y avanzada del mundo. El MSC World America, nuevo buque insignia de la flota de MSC Cruises para el mercado estadounidense, fue bautizado en una ceremonia que combinó tradición marítima, el espíritu de una empresa cada vez más grande aunque profundamente familiar, glamour hollywoodense y un concierto de Gloria Estefan, vecina histórica de Miami y leyenda viva de la música latina.
La velada, cargada de simbolismo y emoción (el suele poner la familia Aponte-Vago en todos los estrenos de sus barcos), tuvo como protagonista a Drew Barrymore, quien asumió el rol de madrina del barco, marcando un cambio significativo en la tradición de MSC al reemplazar a la icónica Sophia Loren, madrina eterna de hasta 19 buques de la compañía. Acompañada por Orlando Bloom, Barrymore cortó la cinta que desencadenó la tradicional rotura de una botella de champán contra el casco del barco, deseándole buena fortuna y mares tranquilos en una ceremonia que reunió a medios globales, dignatarios y asesores de viaje.
Drew Barrymore: Madrina polifacética y encantadora
La elección de Drew Barrymore como madrina no fue casual, sino un movimiento estratégico de MSC Cruceros para conectar con el público norteamericano, un mercado clave en la expansión de la compañía. Barrymore, conocida por su calidez, su versatilidad y su amor por los viajes, encarna a la perfección los valores de un barco que la naviera presenta como una combinación única de estilo europeo y comodidad americana. La actriz, que también es productora, empresaria y presentadora de The Drew Barrymore Show, ha demostrado a lo largo de su carrera una capacidad innata para conectar con las personas, ya sea a través de sus icónicos papeles en películas como E.T., Los Angeles de Charlie, 50 Primeras Citas o mediante su faceta más personal y cercana como presentadora de televisión en un programa que suele ser emotivo y profundamente humano.

Durante la ceremonia, Barrymore expresó su entusiasmo por el rol de madrina: “Es un honor inmenso ser la madrina del MSC World America. Un placer cortar la cinta y deseo al barco mares tranquilos y buena fortuna por muchos años. Tengo una pasión de toda la vida por viajar, algo que siempre ha alimentado mi alma y me ha dejado recuerdos maravillosos”. Su amor por los viajes no es solo un discurso: Barrymore ha compartido en múltiples entrevistas cómo el viajar la ha transformado desde niña, cuando a los siete años recorrió el mundo en la gira de prensa de E.T., hasta sus recientes aventuras en autocaravana de Nueva York a Miami, un trayecto que, según confesó antes de la ceremonia, le dejó recuerdos imborrables. Esa pasión por descubrir el mundo, combinada con su estilo y gracia, la convirtió en la madrina ideal para un barco construido en Francia y diseñado para viajeros globales.
La vicepresidenta ejecutiva de marketing, comercio electrónico y ventas para MSC Cruises en Estados Unidos lo resumió perfectamente: “Drew es la madrina perfecta para el barco. Encarna nuestro espíritu con su exquisito estilo y gracia, y su pasión por la comodidad y la aventura que encontramos a través de los viajes”. La elección de Barrymore también marca un cambio generacional en las tradiciones de MSC. Durante años, Sophia Loren, la legendaria actriz italiana, ha sido la madrina de 19 buques de la compañía, un récord en la industria de los cruceros. Loren, con su elegancia atemporal y su conexión con el espíritu mediterráneo de MSC, ha sido un símbolo de la compañía.
Sin embargo, la decisión de elegir a Barrymore refleja el deseo de MSC de renovar su imagen y acercarse a un público más joven y diverso, especialmente en el mercado norteamericano, donde la compañía busca consolidarse. Barrymore, con su calidez y su capacidad para llegar a audiencias de más edades, es un puente entre la tradición marítima de MSC y las expectativas de los viajeros modernos.
Let’s Holiday: Anuncio Estelar en la Super Bowl
La relación de eta actriz con MSC Cruceros no comenzó con el bautismo del buque, sino meses antes, cuando protagonizó junto a Orlando Bloom la primera campaña publicitaria de la compañía en Estados Unidos, titulada Let’s Holiday. El anuncio, que se emitió durante la Super Bowl nº59 el 9 de febrero de 2025, fue un hito para MSC, ya que marcó su debut en el escenario publicitario más grande de América. El spot de 60 segundos mostró a Barrymore y Bloom explorando el barco, destacando su fusión de estilo europeo y comodidad americana a través de un divertido intercambio cultural entre ambos actores.

En el anuncio, Barrymore y Bloom, que nunca habían trabajado juntos previamente pero que en la ceremonia demostraron una sintonía como si lo hicieran regularmente, encarnaron las diferencias entre el humor y las expectativas de los viajeros americanos y europeos, con un toque de química y complicidad que conquistó a la audiencia. Bloom, con su herencia británica, alababa el diseño europeo del barco, mientras Barrymore, conocida como la “novia de América”, resaltaba las comodidades al estilo americano. Desde debates sobre la pronunciación de palabras como hasta referencias a las instalaciones del barco (como el All Stars Sports Bar para Bloom y el Cliffhanger para Barrymore). La campaña no solo fue un éxito publicitario, sino que también consolidó la asociación de Barrymore y Bloom con MSC, preparando el terreno para su participación en el bautismo del barco.
Un Buque Made in France para América
Construido en los astilleros de Chantiers de l’Atlantique en Saint-Nazaire, Francia, el MSC World America es un prodigio de la ingeniería naval y el segundo de la clase World tras el MSC World Europa. Su diseño distintivo lo diferencia de otros buques de la flota: su proa vertical en forma de plomo se eleva majestuosamente desde la línea de flotación, mientras que su popa en forma de Y se abre hacia el impresionante World Promenade al aire libre.
Con 22 cubiertas, el buque recién estrenado puede albergar hasta 6,762 pasajeros a máxima ocupación y 2,138 tripulantes, lo que lo convierte en uno de los barcos más grandes del mundo. Su diseño interior, dividido en siete distritos a bordo, permite a los pasajeros personalizar su experiencia de viaje, desde zonas familiares hasta retiros exclusivos para adultos.

El concepto de los distritos es una de las grandes novedades del barco, cada uno con su propia atmósfera y experiencias. The Harbour, por ejemplo, es un espacio familiar con el Cliffhanger, el primer columpio sobre el agua a 50 metros de altura, que ofrece una experiencia de adrenalina única con vistas espectaculares del océano. En el otro extremo, el exclusivo MSC Yacht Club, conocido como `’el barco dentro del barco’, ofrece suites de lujo, servicio de mayordomo 24 horas, y áreas privadas que incluyen un bar, un restaurante y una piscina, todo diseñado para los pasajeros que buscan una experiencia más íntima y sofisticada. Repartidos por los distritos hay hasta 19 puntos gastronómicos, entre los que destaca la presencia del primer Eataly en alta mar, un restaurante que celebra la cocina italiana auténtica y que promete rivalizar con las mejores experiencias culinarias de Italia. Otros espacios destacados incluyen el All Stars Sports Bar, perfecto para los amantes de los deportes, y una variedad de restaurantes que ofrecen desde platos internacionales hasta guiños a los gustos estadounidenses.
El entretenimiento a bordo es otro de los puntos fuertes del MSC World America. El World Theatre presenta espectáculos de gran formato, como un concierto inspirado en Dirty Dancing, mientras que los locales para adultos ofrecen comedia stand-up, karaoke y duelos de pianos. Para las familias, hay opciones adaptadas a los más pequeños, incluyendo un club infantil y actividades supervisadas, asegurando que todos encuentren su lugar a bordo. Para quienes buscan relajación, el barco dispone de un spa que envidiaría la mayoría de los que existen en tierra: el inmenso MSC Aurea Spa es un oasis de tranquilidad. El barco también cuenta con 20 piscinas y jacuzzis, cada uno con vistas al océano y áreas de descanso cómodas, perfectas para desconectar.

Combustible y Sostenibilidad
El barco está propulsado por gas natural licuado (GNL), un combustible que representa un paso significativo hacia la sostenibilidad en la industria de los cruceros. El GNL es considerado uno de los combustibles más limpios disponibles para la navegación, pues reduce las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un 20-25% en comparación con los combustibles marinos tradicionales, elimina casi por completo las emisiones de óxidos de azufre y reduce las emisiones de óxidos de nitrógeno hasta en un 85%. Ayer, durante la ceremonia de bautismo, se anunció que la MSC Foundation inaugurará hoy un nuevo Centro de Conservación Marina en la isla privada y reserva natural de MSC en las Bahamas, a donde el barco navegó tras la ceremonia.
Celebrando el Caribe y a Gloria Estefan
Tras el concierto de Gloria Estefan a bordo, el nuevo buque zarpó en un viaje inaugural de dos noches hacia Ocean Cay MSC Marine Reserve, una isla privada en las Bahamas que es un paraíso de playas de arena blanca, aguas turquesas y actividades. A partir del domingo, el barco comenzará a operar itinerarios regulares de siete noches desde el Miami, alternando entre rutas por el Caribe Oriental y Occidental. En el Caribe Oriental, los pasajeros podrán explorar destinos como San Juan, Puerto Rico y Puerto Plata, República Dominicana. En el Occidental, el barco visitará Cozumel y Costa Maya, en México, y la Isla de Roatán, en Honduras, un paraíso para los amantes del snorkel y la naturaleza. Todas las rutas incluyen una parada en Ocean Cay.
La ceremonia de bautismo del MSC World America no solo estuvo marcada por el glamour del cine, sino también por un concierto de Gloria Estefan, quien se presentó en la piscina principal del barco ante una audiencia entregada. Estefan, figura icónica de la música latina y vecina histórica de Miami, compartió con los asistentes su conexión con la ciudad: “Vivo muy cerca de aquí, y para mí es un honor estar aquí celebrando este momento”. Su actuación, llena de energía y con un toque de nostalgia que evocó su época de esplendor, fue el cierre perfecto para una velada que combinó lo mejor de la tradición marítima con el espíritu vibrante de Miami.