Forbes House ha acogido este miércoles la presentación de Nautik Magazine, la revista de la Economía Azul, en un evento que demostró las mil vertientes que tiene la mar y la necesidad que tenemos de unirlas a todas. Regatistas de alto nivel, las caras más representativas del sector náutico, empresarios que no hacen negocio en la mar pero que se dejan lo que ganan en otros sectores en esta pasión, empresas que no se dedican a la mar pero tienen unos vínculos imbatibles con ella, actrices famosas y personajes conocidos se juntaron en una noche histórica, con la colaboración de Range Rover, para reivindicar que nuestro planeta, aunque se llame tierra, tiene un 70% de agua en su composición.
Roberto Brasero, el presentador del tiempo más empático de nuestra historia, condujo con su simpatía habitual un evento que tuvo como hilo conductor a dos embajadores impagables, cada uno en su mundo: el campeón olímpico Diego Botín y al presidente del círculo de empresarios, Juan María Nin.
Diego charló con Joaquín Torreblanca, director digital de Forbes, sobre las claves que le han llevado a estar en el top de los navegantes mundiales del momento. Botín, hijo y sobrino de un gran navegante (Gonzalo) y un enorme diseñador (Marcelino), transmite una normalidad apabullante pese a su historial, que además del oro olímpico cuenta con un título de SailGP, el circuito donde navegan todos los cracks de la actualidad.
«Antes veíamos con buenos ojos quedar el quinto; ahora nos duele quedar en ese puesto. Hemos conseguido que los rivales nos vean con otros ojos», destacaba Diego, que explicaba los beneficios educativos de la vela. «Donde otros ven fórmulas matemáticas, nosotros vemos su aplicación práctica navegando», explicaba, antes de rematar con una confesión impactante ante la pregunta de Joaquín de si se veía dando la vuelta al mundo en solitario. «Pues puede resultar curioso, pero tengo el problema de que con la vela oceánica me mareo, en altamar me mareo», reconocía con humor.
Para ponerle el colofón al acto, Andrés Rodríguez, presidente de SpainMedia y editor de Nautik, conversó con Juan María Nin, que además de ser uno de los empresarios más cotizados del país acaba de publicar un fantástico libro: Reflexiones navegando el Atlántico. «El hecho de estar navegando durante dieciocho días sin nadie cercano es una experiencia. Yo contraté a una tripulación profesional para vivir la experiencia; es algo que no puedes hacer con un amigo porque podríais acabar como un matrimonio mal avenido», relataba.
Al final, la mejor conclusión que resume el espíritu de Nautik la brindaba su editor. «Tenemos que desterrar el mito de que navegar es de ricos. ¿Qué hacían sino los vikingos o los fenicios? Tenemos mil maneras de acercarnos a la mar… En Francia navega todo el mundo, y con el esquí pasaba hace muchos años… ¿quién piensa ahora que esquiar es de ricos? Es una aventura romántica, pero nos vamos a dejar la piel para lograrlo», remataba Andrés Rodríguez.