Sin importar el tamaño del barco, las multitudes son una parte inevitable de los cruceros. Incluso los cruceros más pequeños de las principales líneas suelen llevar al menos 1000 pasajeros, generalmente muchas veces más.
En el otro extremo de la escala, la última clase de barco de Royal Caribbean tiene capacidad para casi 7000 pasajeros y, con la tripulación incluida, son ciudades flotantes de casi 10 000 personas. Ya sea durante el embarque, en el bufé o descansando junto a la piscina, es probable que en algún momento se encuentre con lugares concurridos. Sin embargo, si bien la energía animada de una multitud puede sumar a la experiencia, la mayoría de nosotros también anhelamos lugares más tranquilos y relajantes.
Los cruceros no son yates privados, pero con un poco de planificación, puede encontrar escapadas tranquilas incluso en los megabarcos más grandes del mundo. Desde elegir el camarote adecuado hasta buscar espacios menos concurridos, estos consejos lo ayudarán a lograr el equilibrio perfecto para unas vacaciones inolvidables.
Evite la temporada alta
Los consejos comienzan mucho antes del crucero en sí. En temporada alta, especialmente durante las vacaciones escolares, los barcos exceden su capacidad indicada y muchos niños comparten los camarotes de sus padres.
Durante los períodos de vacaciones escolares, el mayor número de niños que comparten camarotes hace que las zonas públicas estén aún más concurridas. Es de esperar que haya largas colas en los lugares más populares, piscinas más concurridas y un ambiente más animado en todo el barco.
Elegir un crucero fuera de temporada puede reducir significativamente la cantidad de pasajeros a bordo, lo que ofrece una experiencia más relajada y tranquila. Incluso cuando todos los camarotes están reservados, los cruceros no estarán tan llenos como en los períodos de vacaciones escolares. No solo encontrará menos multitudes, sino que también es probable que disfrute de tarifas de crucero más bajas y más disponibilidad al reservar excursiones populares u opciones de restaurantes especiales.
Para destinos como Alaska o Europa, las temporadas intermedias a principios de primavera o finales de otoño pueden ofrecer ventajas similares, a menudo con la ventaja adicional de un clima más fresco y menos turistas en el puerto.
Seleccione el alojamiento adecuado
Si evitar las multitudes es una prioridad, invertir en un camarote o suite con balcón puede mejorar significativamente su experiencia de crucero. Las suites a menudo cuentan con acceso a áreas exclusivas del barco, como terrazas privadas, salones y restaurantes. Estos espacios dedicados brindan un refugio tranquilo de las partes más concurridas del barco, lo que le permite relajarse con comodidad y estilo.
Además de la exclusividad, las suites son más grandes que los camarotes estándar y ofrecen más espacio personal. Un balcón espacioso puede reducir la necesidad de visitar las concurridas cubiertas de piscinas, lo que le brinda un lugar privado para disfrutar de las vistas al mar.
Para lo último en privacidad y lujo, considere los barcos con conceptos de «barco dentro de un barco», como The Haven de Norwegian Cruise Line, The Retreat de Celebrity Cruises o Yacht Club de MSC Cruises. Los huéspedes en estas áreas se benefician de embarque y desembarque prioritarios, lugares exclusivos para comer y salones apartados.
Si bien esta opción es más cara, es una inversión que vale la pena para quienes buscan una experiencia de crucero más tranquila y personalizada. Incluso si una suite no está dentro de su presupuesto, un camarote con balcón aún ofrece un escape cómodo del ajetreo y el bullicio del barco, especialmente para itinerarios panorámicos.
Sea inteligente el día del embarque
El día del embarque marca el tono de su crucero, por lo que tomar decisiones inteligentes puede ayudarlo a evitar las multitudes iniciales y comenzar sus vacaciones de manera relajada. En lugar de dirigirse directamente al bufé, que suele ser el lugar más concurrido para comer, consulte las aplicaciones de las líneas de cruceros para conocer otras opciones. Enumerarán las opciones para comer al aire libre, lo que facilita encontrar lugares más tranquilos lejos de las multitudes del bufé.
Muchos barcos tienen restaurantes de especialidades disponibles, que ofrecen un ambiente más tranquilo y, a menudo, mejor comida. Además, el día del embarque es perfecto para conseguir ofertas de spa. Con mayor disponibilidad y menos gente, puede darse el gusto de un masaje o un tratamiento facial, y comenzar su crucero de la manera más relajante posible antes de que zarpe el barco.
Tome decisiones inteligentes sobre la comida
Tomar buenas decisiones sobre la comida puede mejorar enormemente su experiencia en el crucero, especialmente si prefiere entornos más tranquilos. En los días en el mar, optar por el comedor principal en lugar del bufé para el desayuno o el almuerzo es una decisión inteligente.
Si bien el bufé ofrece variedad y comodidad, suele ser agitado. El comedor principal, por otro lado, ofrece un ambiente más relajado con servicio de mesa y platos cuidadosamente preparados.
Además, los restaurantes de especialidades son una excelente opción a pesar del costo adicional. Cuando abren más temprano en el día, estos lugares suelen tener una mejor disponibilidad y menos comensales, lo que garantiza un servicio más rápido y una experiencia gastronómica más íntima, perfecta para una comida relajada a mediodía.
Considere quedarse en el barco en el puerto
Si le encanta relajarse junto a la piscina, los días en el mar pueden ser un desafío con cubiertas repletas y tumbonas limitadas. Una alternativa más tranquila es quedarse a bordo mientras el barco está en el puerto.
Como la mayoría de los pasajeros están en tierra haciendo excursiones, disfrutará de un ambiente más relajado y de un fácil acceso a las comodidades. Solo asegúrese de consultar el programa diario para asegurarse de que todo lo que desea hacer esté disponible.
No tiene que renunciar por completo a explorar el puerto; considere hacer una excursión más tarde, lo que le permitirá disfrutar de la cubierta de la piscina o del spa por la mañana cuando el barco esté casi vacío.
Ya sea en el puerto o en el mar, pequeños ajustes en su programa y decisiones inteligentes pueden transformar un crucero agitado en una escapada relajante y placentera.