Tenía que regresar a Barcelona. El evento marítimo con mayor audiencia del mundo fue un buen argumento para hacerlo. La 37ª America’s Cup ha traído al Juan Sebastián de Elcano a la capital de Cataluña. El sábado 7 de septiembre llegó por la mañana al litoral de la ciudad procedente de Cádiz y durante todo ese día estuvo compartiendo sus aguas con barcos de tres regatas diferentes: la Copa del América, la Puig de vela clásica y la Smeralda 888.
El buque escuela de la Armada Española también fue admirado por decenas de personas desde embarcaciones de todo tipo que seguían estas regatas y por el público que, desde diferentes puntos del litoral, veía su clásico perfil de gran velero: cuatro mástiles y unas formas muy diferentes a todo lo que navegaba por la zona.
El domingo 8, como estaba previsto, entró en el puerto enfilando la bocana norte algo antes de las nueve de la mañana, asistido desde mar abierto por los remolcadores Azabra de la compañía P&O Reyser y el Cala Gullo, de la flota de Rebarsa. Ayudados por el práctico, lo dejaron hasta que los amarradores lo aseguraron en el muelle de Barcelona este, a los pies del World Trade Center. Sus mástiles y línea de velero clásico, hacían que el Juan Sebastián de Elcano contrastase con el moderno edificio diseñado por el arquitecto Henry N.Cobb hace 25 años. La casualidad quiso que ese no fuera el único contraste a los pies del WTC barcelonés. En la parte sur del muelle llevaba poco más de una hora amarrado un barco que recuerda a este buque escuela: el Sea Cloud Spirit, un motovelero doce metros más largo que el español y con tres mástiles en lugar de cuatro. Un velero de línea elegante e inspiración clásica, aunque contemporáneo, pues entró en servicio en 2021 como tercera unidad de la Sea Cloud, naviera de cruceros exclusivos. Ambos compartirán muelle hasta el martes.
Tal y como recuerda Antoni Casinos en su interesante web En Visita de Cortesía, en la que cuenta las historias de los barcos que han pasado por los muelles barceloneses, esta escala del A-71, es muy cercana en el tiempo a la anterior de marzo de 2022. Entonces si que hacía mucho tiempo que el Elcano no visitaba la ciudad: 18 años. Sus visitas han sido en ocasiones bastante seguidas, aunque en otros periodos de tiempo han pasado más de dos décadas entre una escala y la siguiente. Desde su entrada en servicio en verano de 1928 y este mes de septiembre, el velero que ejerce de embajada flotante de España por el mundo, ha pasado 11 veces por Barcelona.
A partir de este lunes y hasta el viernes 13, el barco será visitable en cinco jornadas de puertas abiertas y las entradas se pueden solicitar a través de esta web. Como el acceso será por la puerta K, los visitantes se sorprenderán al pasar por delante del tercer velero de Sea Cloud y hasta podrán compararlo con el buque que van a visitar. Son veleros similares que aparentemente no tienen nada que ver, tanto en misión como en veteranía, aunque tirando del hilo de la historia, ambos buques tienen más puntos en común de los que puede parecer.
Made in Spain
Un hecho incontestable que une al Juan Sebastián de Elcano y al Sea Cluod Spirit es que ambos son de construcción española. El militar salió de los astilleros Echevarrieta y Larrinaga de Cádiz, antiguos talleres Vea Murguía que los vascos Horacio Echevarrieta y Vicente Larrinaga adquirieron para diversificar sus negocios, que en el caso del primero llegó al transporte aéreo, como con la aerolínea Iberia, de la que fue fundador con el apoyo de la alemana Lufthansa. Esta arrancó en 1927, año en el que se botó el Juan Sebastián de Elcano, que entró en servicio un año más tarde.
El Sea Cloud Spirit es más joven: fue encargado en primavera de 2007 por la naviera alemana Sea Cloud Cruises GmbH a la Factoría Naval de Marín, Pontevedra. En Marín tiene su sede, precisamente, la escuela Naval Militar, que desde 1717 y hasta 1943 estuvo en Cádiz y desde entonces se trasladó a esta localidad gallega. Allí se forman los futuros oficiales de la Armada Española y es posiblemente, junto a su base de Cádiz, el puerto que más veces ha visitado el buque escuela. A pocos metros del acceso principal de esa escuela se construyó el casco del tercer Sea Cloud. La quilla se colocó en verano de 2008, aunque 24 meses después el astillero quebró y su construcción se detuvo cinco años, cuando se decidió botar su casco tras ocupar demasiado tiempo su grada, a la vista de todo el que pasara por esa zona de la ría de Pontevedra.
La obra del futuro velero de lujo hecha hasta entonces fue remolcada hasta Vigo donde MetalShips & Docks, del grupo Rodman, se hizo cargo de continuar con la construcción, que se complicó y retrasó con la llegada de la Covid, aunque finalmente fue bautizado en septiembre de 2021. La ceremonia llegó 13 años después del inicio de las obras. Cuando recibió su nombre, resulta que este no era el originalmente pensado, algo que también pasó con el buque español. En el caso del armador alemán, este quería llamarle Sea Cloud Hussar, en recuerdo del primer nombre del primer y más conocido buque de su flota: el Sea Cloud, que fue un yate encargado en 1929 con el nombre de Hussar para un magnate neoyorquino y su esposa, que acabó convirtiéndose en su armadora.
El Juan Sebastián de Elcano tampoco estaba proyectado para llamarse así, sino que durante su construcción fue el ‘proyecto Minerva’, algo que se entiende perfectamente al observar que el personaje del mascarón de proa del buque escuela representa a la diosa de la sabiduría, la civilización, las ciencias, la navegación, la justicia, el estado, la educación, la medicina, el comercio, las artes, la habilidad, la industria, los inventos, el desarrollo, los oficios y la paz. A pesar de todo ello, Echevarrieta prefirió que el barco que se construía en sus astilleros homenajease antes a un marino vasco que a una diosa de la mitología romana. El rey Alfonso XII, a través de Miguel Primo de Rivera, dió su aprobación al cambio de nombre, de ahí que el A-71 de la Armada tenga a una diosa en la proa y el nombre de un gran navegante en la popa.
Y la navegación sigue
Tras tres días compartiendo muelle en Barcelona, los dos veleros seguirán su vida marinera. El barco de Sea Cloud realizará viajes de entre seis y 13 días en el mediterráneo occidental hasta principios de noviembre. Portofino, Salerno, Palamós, Saint Tropez y Mahón están entre los puertos en los que hará escala. En noviembre pondrá rumbo al sur desde Málaga en demanda de Marruecos y Canarias. Luego, desde Las Palmas de Gran Canaria arrancará un viaje transatlántico de 16 días sin escalas hasta St.Marteen, en las Antillas neerlandesas.
Por su parte, el Juan Sebastián de Elcano seguirá recibiendo visitantes hasta el viernes y el sábado pasará de nuevo el día en el litoral de Barcelona, viendo la Copa del América desde primera los límites del campo de regatas. En enero posiblemente también cruce el Atlántico, como lo hará el tercer velero de Sea Cloud unas semanas antes y aunque el viaje también se llama crucero, el del español es de instrucción. Será el 96º del buque escuela y durará alrededor de unos 150 dias. De momento, aun no se ha revelado cuál será el itinerario concreto, aunque sí se sabe que viajará como Guardiamarina Leonor de Borbón y Ortiz, princesa de Asturias, de Girona y de Viana, duquesa de Montblanc, condesa de Cervera y señora de Balaguer. La hija primogénita del rey Felipe VI pasará en la Armada su segunda fase de formación militar, que rematará aprendiendo a pilotar aviones y helicópteros en el Ejército del Aire en el curso 2025-2026 en su camino a la jefatura del estado, un camino que pasa por un buque de cuatro mástiles, 20 velas y 110 metros de eslora que forma parte de la historia de España y responde a la señal de llamada Echo-Bravo-Charlie-Bravo.
