Cabalgar las olas con una moto de agua a toda velocidad es pura diversión, pero no todo el mundo busca esta adrenalina y hoy el mercado ofrece soluciones para satisfacer también a los menos atrevidos. De hecho, el sector de los llamados water toys está en constante evolución y las opciones disponibles no se dirigen ya solo a los propietarios de grandes yates, sino también a aquellas personas que solo quieran pasar un bonito día en el mar. One 16 de One Water Toys es la síntesis perfecta de diferentes necesidades.
Este innovador proyecto, enteramente pensado y realizado en España, es guiado por Amor Jiménez Chito e ingenierizado por Visma Naval Architects, con sede en Cádiz. El objetivo es acercar la náutica a un nuevo público y combinar en un único medio la diversión de una moto de agua con el confort de una embarcación, adecuada para una navegación plácida, pero también para transportar a los pasajeros de yates de más de 20 metros, sin ocupar demasiado espacio en su garaje.
One 16 es un casco rígido abierto de 4,98 metros, que, acoplado a una moto de agua para la propulsión, se transforma ágilmente en una embarcación de seis metros, capaz de alojar hasta seis personas más el piloto. El diseño se distingue por líneas limpias y modernas, con una atención particular a la funcionalidad de la cubierta. En proa, hay una gran mesa que, al bajarla, convierte esta área en una espaciosa zona para tomar el sol. La distribución de los espacios está cuidadosamente diseñada, lo que facilita los movimientos, y cuando se retira la moto, la ‘bañera’ que alberga la parte delantera se transforma en una tentadora piscina, deslizándose suavemente hacia el mar. El ancla se encuentra en el tambucho de proa, que se ha concebido para ser transitable y facilitar el embarque y desembarque.
Todos los aspectos del diseño están pensados para mejorar la usabilidad, manteniendo una estética elegante, minimalista y atemporal. Diseño, rendimiento y versatilidad son, por lo tanto, las bases de un proyecto que no es una novedad absoluta, piénsese, por ejemplo, en el Vanqraft VQ16 de los astilleros holandeses Vanquish Yachts, que sin embargo es más pequeño y pensado casi exclusivamente como water toy para cargar a bordo del yate principal y no como una embarcación autónoma.
Compatible con Sea-Doo, Yamaha y otras marcas de motos acuáticas, la embarcación puede ser pilotada en España con la Licencia de Navegación (el ‘Titulín’). Optimizado para una velocidad de crucero de 18-20 nudos y una velocidad máxima de 30 nudos con una moto de 170 CV, el prototipo de One 16 ha sido construido por la empresa malagueña KDKomposites, la cual ha garantizado la estabilidad y el rendimiento a través de una optimización de la distribución de pesos y el análisis de la interacción entre el casco y la moto acuática.
Oscar Bustos, director ejecutivo de KDKomposites, explica: «El mayor reto fue fabricar una embarcación con el exacto calado, necesario para garantizar una conexión fácil con la moto de agua y, obviamente, asegurar la flotabilidad requerida y una estabilidad óptima”. Una segunda unidad está en producción utilizando métodos de infusión al vacío para mejorar aún más el rendimiento.
La elección de materiales así como soluciones tecnológicas y de diseño justifican el precio: 40.000 euros (sin la moto), incluyendo equipamientos estándar como un sistema de audio Hertz o Fusion, un bimini plegable para protegerse del sol y espacio para un refrigerador portátil. Los propietarios pueden personalizar la embarcación con varios colores vivaces y opciones adicionales como un bimini rígido o un sistema de audio premium.
En los últimos años, el mercado ha visto un aumento de embarcaciones concebidas como una plataforma para ofrecer experiencias. En el sector de los superyates, esto se ha manifestado por la creciente popularidad de los explorers, a raíz del éxito de la náutica en general, que desde el post-pandemia vive un período de grandes satisfacciones. En particular, el mercado global de las motos de agua, valorado en 2,5 mil millones de dólares en 2021, se prevé que crezca con un CAGR del 4,5% desde 2022 hasta 2029, con Norteamérica representando más del 40% de los ingresos globales.
Entre las tendencias emergentes se incluye una creciente demanda de propulsión eléctricas, por una mayor sensibilidad ambiental y el deseo de una navegación más silenciosa. Por esta razón, One Water Toys está también evaluando la integración de motos de agua eléctricas tan pronto como las infraestructuras de recarga en el Mediterráneo sean adecuadas. Se registra también una creciente atención a las características de seguridad, como los sistemas de frenado inteligentes y las tecnologías de navegación avanzadas, además de un aumento de la popularidad de las motos compactas y ligeras, más accesibles y fáciles de transportar.
Según Amor Jimenez, «aunque todos disfrutan de la emoción de conducir una moto acuática, una parte importante de ellos también busca una experiencia más relajada con amigos y familiares. Como resultado, muchos propietarios venden sus motos después de un par de años, ya que buscan una forma alternativa de disfrutar del mar.” En este sentido, One 16 no solo representa una solución innovadora para los propietarios de motos acuáticas o grandes yates, sino que es un producto desarrollado también para empresas de alquiler, capaz de ofrecer una experiencia única y versátil.
Precisamente el sector del boat renting es uno de los mayores impulsores de la popularización de la náutica en los últimos años y soluciones como esta son ideales para quienes quieran pasar un día en el mar, alejándose de las abarrotadas playas, a bordo de lo que es un puente entre la emoción de una moto acuática y el disfrute de una embarcación. El prototipo de One 16 estará disponible para pruebas en el Puerto de la Duquesa, Málaga, durante el verano de 2024.