Que las praderas de Posidonia oceanica de Ibiza están en una preocupante situación no es nada nuevo. Tampoco lo es decir que desde la isla se lucha incesantemente para su recuperación. Aunque no siempre se pueden dar noticias positivas al respecto: un nuevo estudio de la asociación ecologista GEN-GOB ha puesto de relieve que en Cala Vedella hay puntos en los cuales hasta un 55% de esta planta marina está muerta y no muestra señales de recuperación
La propia GEN-GOB, que ya advirtió en febrero de la misma situación en la zona de Talamanca subraya que los resultados indican que ambas «se encuentran en una situación ambiental delicada debido a la multitud de usos y presiones que se ciernen sobre ella. En su parte sumergida, uno de los mayores agentes de degradación es el fondeo de embarcaciones junto con la pérdida de calidad de las aguas durante la temporada estival», explica el coordinador del Área Marina del GEN-GOB, Xisco Sobrado.
En concreto, en la estación de Cala Vedella situada a 14 metros de profundidad, el GEN-GOB ha identificado que aproximadamente el 40% de la pradera está degradada. “Este dato sigue la tendencia de los resultados obtenidos en los años anteriores y confirma que la capacidad de regeneración natural de la pradera no es suficiente para compensar las pérdidas por presiones antrópicas”, manifiesta Sobrado.
El estudio ha sido apoyado desde 2022 por la fundación ambiental IbizaPreservation, desde donde su directora, Inma Saranova recalca la necesidad de tomar medidas urgentes: “Que los impactos ambientales que sufre la pradera de Posidonia incapaciten sus posibilidades de recuperación es extremadamente preocupante. La temporada turística está a la vuelta de la esquina y es imprescindible que estos impactos antrópicos sean controlados”.
En ese sentido, el trabajo de seguimiento de las praderas ha arrancado esta misma semana y se desarrollará durante el mes de abril. El estudio se realiza en colaboración con los ayuntamientos de Eivissa y Sant Josep de sa Talaia, además de la Xarxa Posidonia del Govern Balear. Este año como novedad, y con financiación adicional por parte de IbizaPreservation, se medirá mediante sensores la temperatura del mar en Talamanca.
«Es crucial comprender el impacto del cambio climático y el aumento de las temperaturas del mar para monitorear adecuadamente el estado de la pradera de Posidonia ya que sabemos que estos factores influyen directamente en su salud y capacidad de regeneración pero desconocemos hasta qué punto afectan en Ibiza. Sin un conocimiento profundo de estos efectos, no podemos implementar medidas efectivas de conservación y restauración para proteger este importante ecosistema marino», reconoce Inma Saranova.
Desde IbizaPreservation este año cuentan con fondos de Hoss Intropia para financiar parte de su trabajo gracias al compromiso de esta marca de moda femenina con la conservación del Mediterráneo.