Pascua sirve como aperitivo de lo que será el verano. Las operadoras de ferrys que operan en España arrancan en Semana Santa su temporada alta con un importante pico de demanda. Esto se nota especialmente en las líneas entre península y Baleares con una mayor demanda de pasaje y vehículos, que se añaden a los servicios de carga, base del negocio todo el año, puesto que las islas se abastecen básicamente por mar. En los últimos años, en los servicios desde Barcelona y Valencia a las islas ha crecido la competencia a tres bandas. Un tablero en el que juegan Baleària, GNV y Grimaldi Trasmed.
La primera es española y las otras dos son italianas. Baleària, creada en 1998, es la naviera de Adolfo Utor. GNV o Grandi Navi Veloci, arrancó en 1992 y es una de las filiales del grupo MSC. Grimaldi Trasmed es la más joven de las tres. Nacida en 2021, se hizo con varios activos marítimos y terrestres de la histórica Trasmediterránea, además de sus líneas a Mallorca, Menorca e Ibiza desde las capitales de Cataluña y la Comunidad Valenciana.
Tras 104 años de presencia en Baleares, Trasmediterránea abandonó su sector más clásico para centrarse en las líneas al sur de la península con el norte de Africa, además de algunas operaciones con Canarias. Este archipiélago es el de nacimiento de su actual propietaria: naviera Armas. Hoy, aunque ambas marcas siguen existiendo estas operan bajo el nombre Grupo Armas Trasmediterránea.
La séptima de Grimaldi
Con sede en Valencia, Grimaldi Trasmed es una ramificación de un holding marítimo napolitano. Este tiene una importante presencia en las autopistas del mar del Mediterráneo, Atlántico y Báltico, la carga en el norte de Europa, el transporte de automóviles nuevos entre continentes, los contenedores y la carga rodada en diferentes mercados.
La filial para el mercado español es la séptima compañía del grupo y la cuarta enfocada en un mercado concreto tras Finlandia con Finnlines, Grecia con Minoan Lines y Malta con Malta Motorways of The Sea. Tirando del hilo de la historia, con la marca para el mercado de baleares, la historia se repite, pues tanto en malta como en Finlandia y Grecia, Grimaldi se ha hecho con las riendas de navieras preexistentes a las que ha reconducido a la rentabilidad e integrado en un gran grupo europeo con carácter italiano.
Grimaldi y Morace en España
Aunque la marca Grimaldi ya estaba más que consolidada en España con líneas de carga y un servicio regular Barcelona-Civitavecchia (Roma) con escala intermedia en Cerdeña, operada por dos grandes cruise-ferrys, el gran desembarco del grupo en esta parte del Mediterráneo occidental vino de la mano de Ettore Morace, CEO de Grimaldi Trasmed.
Morace es toda una personalidad del sector. Tiene una larguísima trayectoria siempre relacionada con la operación de buques y la construcción naval, además de una estrecha relación con España. Vittorio, su padre, fundó la naviera Alisur en Canarias a principios de los años 80, con la que abrió una línea inédita: de Corralejo, al norte de Fuerteventura a Playa Blanca, al sur de Lanzarote, convertida hoy en una de las de mayor demanda del archipiélago. Allí Ettore Morace tuvo su primera experiencia laboral, hasta que a finales de la década regresó a Italia para hacerse cargo de la naviera SNAV, propiedad de la familia Rodriqez y actualmente parte del grupo MSC.
Los Rodriquez eran a su vez propietarios de unos astilleros con su apellido de los que Morace fue director comercial durante una década (1997-2006), etapa en la que Baleària encargó uno de sus barcos-insignia: el Federico García Lorca, monocasco de alta velocidad para la línea Denia-Ibiza-Palma y también el Ramón Llull, construido exprofeso para operar en el puerto de Ciudadela, Menorca, en una línea con Barcelona y Alcudia.
La estrecha relación entre Morace y Utor hizo que el segundo lo fichase para dirigir las operaciones de su naviera en Denia desde 2018 a 2020 tras pasar por diferentes posiciones en tres navieras italianas y griegas, además de una empresa napolitana de brokers marítimos.
De Trasmediterránea a Trasmed
El grupo Grimaldi tenia ganas de entrar con fuerza en España y la oportunidad de hacerse con el mercado balear comprando varios buques, una terminal concesionada en Valencia, instalaciones en cuatro puertos y personal de Trasmediterránea, fue única. Al mando de todo el proyecto, Grimaldi situó a Ettore Morace
Armas y Trasmediterránea le vendieron cinco ferrys: los Ciudad de Palma, Ciudad de Granada, Ciudad de Mahón, Volcán del Teide y Volcán de Tijarafe, buques que progresivamente fueron modernizándose, poniéndose al día en materia medioambiental y adaptando su imagen al nuevo operador. Por su parte, la matriz le transfirió un buque: el Euroferry Egnazia.
Tras tres años de operación y adaptación, este 2024 Grimaldi Trasmed es ya una operadora homogénea en servicios, imagen… y hasta en los nombres, pues recuperando la tradición de su predecesora, todos los buques llevan nombres de ciudades: Alcudia, Barcelona, Granada, Mahón y Palma.
Y ya ha habido cambios en la flota tras unas temporadas de rodaje: este 2024 el Ciudad de Alcudia se ha vendido a una naviera egipcia, la UME. Su parte, el Ciudad de Mahón se ha fletado a Baleària para reforzar sus líneas. Estas dos bajas se han compensado con la incorporación del Igoumenitsa, ferry botado en 1999 y que durante sus dos primeras décadas de servicio se llamó Finnclipper, nombre con el que operó para cuatro diferentes navieras nórdicas, incluida Finnlines, filial de Grimaldi en el norte de Europa.
El Ciudad de Sóller es gaditano
Igoumenitsa es el nombre de una bahía y ciudad portuaria al noroeste del Grecia, frente a la isla de Corfú y muy próxima a la frontera con Albania. El Finnclipper se rebautizó con este nombre al pasar a operar para Grimaldi Lines en el servicio regular para pasaje y vehículos desde Brindisi a la ciudad griega. Se hizo como guiño local, del mismo modo que se hará a finales de mayo, cuando cambie su bandera italiana por la española y se rebautice como Ciudad de Sóller, pues estará destinado a la línea Barcelona-Palma / Palma-Barcelona, algo que ya hizo en diferentes periodos entre 2018 y 2021, pues por entonces este buque navegó fletado por Baleària con el nombre de Rosalind Franklin, la química londinense cuyos trabajos fueron fundamentales para el descubrimiento de la estructura del ADN.
Tirando del hilo de la historia, pues todos los barcos acaban teniendo curiosidades y casualidades, este ferry que desde hace unos días navega para Grimaldi Trasmed uniendo la península con baleares, vuelve en cierto modo al país que le vio nacer, puesto que fue construido en Andalucía.
La nueva incorporación a la flota es parte de un encargo realizado finales de los 90 por parte de la naviera sueca Stena a los astilleros de Puerto Real, Cádiz: cuatro ferrys gemelos de 188 metros de eslora, 29 de manga, un garaje para 3.000 metros de carga rodada y casi 34.000 toneladas de desplazamiento.
Finalmente, dos fueron para la operadora de Suecia como y los otros dos navegaron para Finnlines. Estos buques ‘Made in Cádiz’ han navegado desde entonces sin problema uniendo puertos de Finlandia, Suecia, Alemania, Francia Grecia, Italia y España con pasaje, carga y vehículos, ejerciendo de autopistas del mar. Como curiosidad, uno de ellos también ha sido fletado por la OTAN como transporte de tropas para diferentes ejercicios.
Más buques españoles de Trasmed
La llegada de este nuevo buque fija la flota de Trasmed para este 2024 en cuatro unidades más una: el Gubal Trader, un buque de carga rodada fletado a la naviera egipcia UME para transporte de mercancías peligrosas a las islas. De los cuatro destinados a pasaje y carga, tres han sido construidos en España: el futuro Ciudad de Sóller es andaluz, mientras que los Ciudad de Barcelona y Ciudad de Granada son gallegos y construidos en el mismo lugar: los antiguos astilleros Barreras de Vigo. El cuarto, de nombre Ciudad de Palma, es italiano. Fue construido por Cantiere Navale Visentini, el astillero de Porto Viro, al sur de Venecia, que en los últimos años también ha construido varios ferrys para las dos compañías que compiten en el mercado península-baleares con la naviera dirigida por Ettore Morace, demostrando que cosas aparentemente divergentes acaban convergiendo, pues en al final, el negocio de las navieras es acercar puertos y territorios, llevando a bordo pasajeros y mercancías.