Hay mundos donde la moda y el arte se entrelazan para contar historias… y personas que logran unir ambos conceptos junto a la esencia del océano y convertirlos en delicadas piezas de joyería. Hoy, hablamos con Ángela Lago (protagonista, por cierto, de una de las primeras entrevistas que Nautik Magazine realizó tras nacer como cabecera ‘azul’ de Forbes España).
Desde su taller en Madrid nos recibe esta talentosa diseñadora que da vida a una colección única que celebra la conexión entre el ser humano y el mar: Angela Lago sea jewelry. Una evolución natural de la marca Just the Sea con la que Ángela une dos de sus grandes pasiones: el mar y el mundo de la joyería como símbolo de poder y misticismo. Un nuevo viaje creativo que no ha hecho más que empezar.
Hace unos años se inscribió «en una escuela de joyería y desde el primer momento supe que estaba donde tenía que estar. Fue como enamorarme a primera vista, sin buscarlo. Me sorprendió, me iluminó y cambió mi percepción de mí misma. Descubrí en la joyería un medio de expresión que me apasiona», nos comparte Ángela.
Y es que, para ella, el proceso de crear joyas es más que una simple creación; es una meditación, un encuentro íntimo consigo misma y con el mar que la rodea. Cada pieza es el reflejo de su conexión profunda con el océano, cargada de una energía que trasciende lo tangible: «El resultado son piezas orgánicas, cargadas de una energía íntima y profunda, el reflejo de lo que siento; es mi trabajo más íntimo», nos confiesa.
El mar como fuente de inspiración
La inspiración de Ángela surge de su profunda conexión con el mar, arraigada desde su nacimiento en la ciudad costera de Vigo un 16 de julio (día del Carmen, patrona del mar, por cierto). Criada en una familia de navegantes, Ángela ha estado rodeada de historias marítimas desde pequeña. La influencia de navegantes célebres como Moitessier, Conrad y Corto Maltés se refleja en sus creaciones, así como en los relatos marítimos que han marcado su vida.
«Cada pieza surge de una libertad creativa absoluta y está impregnada de vida, con un alma propia», describe Ángela. Sus joyas marinas son sutiles, poderosas y auténticas, capturando la esencia del océano en cada detalle ‘imperfecto’ que se convierte en un rasgo distintivo, una huella única en el recorrido de cada pieza que se elabora de manera manual y con un trabajo de estudio exhaustivo, ya sea en forma de anillo, colgante o pulsera.
Dirigido a espíritus libres y amantes del mar
Las joyas de Angela Lago sea jewelry están dirigidas a aquellos espíritus libres que encuentran en el mar una fuente inagotable de inspiración. Son para aquellos que valoran la artesanía sobre la perfección industrial, que buscan piezas únicas cargadas de historia y encanto. Y eso se nota desde el primer momento en el que las ves de cerca.
«Mis joyas son para almas marineras de cualquier género», afirma Ángela. La mayoría de sus creaciones son unisex, diseñadas para ser llevadas por aquellos que sienten una conexión especial con el océano. Sin embargo, también ofrece piezas con un carácter más femenino, como el Rope choker-Loose end rope, para satisfacer una variedad de gustos y preferencias.
Disponibles en www.justthesea.com y en su atelier
Las creaciones de Angela Lago sea jewelry están disponibles en su sitio web, www.justthesea.com, y en su atelier en Madrid (calle Mayor 6 , 4º D), donde recibe visitas previa cita.
Sin embargo, Ángela tiene planes ambiciosos para el futuro de su marca: «Mi intención es que en los próximos meses parte de las colecciones comiencen a tener presencia en lugares seleccionados, alineados con el tema y espíritu de la marca», revela. Con esta visión en mente, Ángela espera compartir su amor por el mar con una audiencia aún más amplia, llevando la esencia del océano a cada rincón del mundo.
Sin duda, esta nueva aventura es más que una marca de joyería; es una expresión artística de la conexión eterna entre el ser humano y el mar. Cada pieza cuenta una historia de aventura, libertad y belleza, invitando a quienes las llevan a llevar el mar en la muñeca y en el corazón.