Este año, el histórico transbordador costero de Noruega vuelve por fin a operar a diario tras los trastornos causados por la pandemia y los retrasos en la construcción de nuevos buques. También marca el 130 aniversario de la ruta costera.
Los viajeros internacionales conocen la ruta como una experiencia similar a un crucero de ida y vuelta de 11 noches desde Bergen a Kirkenes, que es una forma popular de ver la costa noruega. Es especialmente popular entre los turistas alemanes, británicos y estadounidenses, muchos de los cuales hacen la ruta año tras año.
Pero en Noruega, el servicio es más conocido por su transporte local de pasajeros y carga a lo largo de la costa, algo que se lleva haciendo con el apoyo del gobierno desde 1893. El gobierno noruego apoya financieramente la ruta, utilizando empresas privadas para prestar el servicio.
Al menos diez compañías navieras diferentes han operado transbordadores en la ruta costera a lo largo de sus 130 años de historia, siendo Hurtigruten la más conocida. Esto se debe a que desde 2006 hasta 2021, sólo los transbordadores de Hurtigruten operaron en la ruta.
Desde 2021, dos compañías –Hurtigruten y Havila– operan transbordadores en la ruta costera. Durante un periodo de 11 días, Hurtigruten realiza siete de las salidas diarias y Havila las otras cuatro.
Tanto si eligen una salida operada por Hurtigruten como por Havila, los pasajeros que se embarquen en el transbordador costero participarán en un viaje histórico.
El inicio de la ruta costera de Noruega
Antes de 1893, la entrega del correo en el norte de Noruega era un proceso impredecible y largo. Con muy pocas carreteras, casi todo el transporte de correo, mercancías y personas se realizaba en barco.
El gobierno noruego decidió entonces introducir un servicio regular para mejorar los enlaces de comunicación con el norte y otras pequeñas comunidades costeras.
Fundada por el capitán Richard With, la compañía Vesteraalens Dampskibsselskab se convirtió en la primera operadora del servicio regular de transbordadores costeros utilizando su buque Vesteraalen.
En honor a esta historia, Richard With y Vesterålen son utilizados por Hurtigruten, uno de los dos operadores de la ruta costera en la actualidad, como nombres para dos de sus buques.
El primer viaje fue de Trondheim a Hammerfest, con escalas en Rørvik, Brønnøy, Sandnessjøen, Bodø, Svolvær, Lødingen, Harstad, Tromsø y Skjervøy. El viaje hasta Hammerfest duró 67 horas, momento en el que el Vesteraalen dio media vuelta y regresó a Trondheim.
Tras el éxito inicial del Vesteraalen, se puso en servicio en la ruta Hurtigruten un segundo barco, el Sirius, de la compañía Det Bergenske Dampskibsselskab (BDS), con sede en Bergen.
Hacia un servicio diario
Varias otras compañías de transporte obtuvieron los derechos para operar transbordadores en la ruta costera, que siguió variando en escalas y horarios.
Inicialmente, la ruta prestaba servicio de Trondheim a Tromsø durante todo el año, y a Hammerfest en verano. Durante muchos años, distintas compañías operaron barcos en diferentes tramos de la ruta, incluido el de Stavanger a Bergen, tramo que ya no está en funcionamiento.
Durante la década de 1930, se ofrecían servicios diarios que atraían a más de 230.000 pasajeros al año. Sin embargo, no fue hasta 1953 cuando se estableció una conexión diaria en todos los puertos de escala entre Bergen y Kirkenes, un plan de ruta que se ha mantenido, con algunas alteraciones, desde entonces.
Hoy en día, se sirven 34 puertos en el itinerario completo de 11 noches, la mayoría pero no todos tanto en el trayecto hacia el norte como hacia el sur del viaje de ida y vuelta.
Del transbordador costero al turismo
La transición del transbordador costero a una experiencia similar a la de un crucero para turistas fue gradual. A partir de la década de 1960, la infraestructura aeroportuaria local comenzó a mejorar en toda Noruega, al igual que la infraestructura de carreteras para viajes más largos. Esto supuso una competencia para la ruta costera tanto para el tránsito de pasajeros como de mercancías.
Para seguir siendo económicamente viables, los operadores empezaron a poner más énfasis en el turismo. En la década de 1980, los barcos más nuevos eran más grandes y se prestaba más atención a las zonas públicas y a los comedores.
Poco a poco, la travesía costera noruega se convirtió en un gran éxito entre los turistas internacionales, al tiempo que conservaba su función principal de transbordador local.
En 2006, el nombre Hurtigruten fue adoptado por una nueva compañía de transbordadores formada a partir de la fusión de dos operadores Hurtigruten anteriores: Ofotens og Vesteraalens Dampskibsselskab (OVDS) y Troms Fylkes Dampskibsselskap (TFDS). En ese momento, el gobierno denominó oficialmente a la ruta Kystruten (La ruta costera), para distinguir la ruta costera de la nueva empresa.
En 2017, el gobierno noruego anunció que quería que varios operadores volvieran a operar la ruta costera.
Finalmente se anunció que a partir de 2021, de cada conjunto de 11 salidas, Hurtigruten se quedaría con siete, y cuatro irían a Havila, la décima naviera que presta servicio en la ruta costera.
En 2020, la pandemia de Covid-19 hizo que el gobierno noruego suspendiera las operaciones en la ruta costera por primera vez en décadas. La pandemia y los problemas financieros provocaron retrasos en la construcción de algunos de los nuevos buques de Havila, pero desde finales de 2023, los 11 buques de Hurtigruten y Havila están en servicio.
El público noruego y los turistas internacionales pueden volver a disfrutar de salidas diarias en la ruta costera.
El futuro de la ruta costera de Noruega
Hurtigruten y Havila operarán la ruta costera hasta 2030, cuando expire el acuerdo actual. Lo que sí sabemos sobre el futuro es que las características medioambientales de los transbordadores serán cada vez más importantes.
Ante la inminente legislación que prohibirá el acceso a los fiordos noruegos, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, de todos los buques que no produzcan emisiones cero, tanto Hurtigruten como Havila han realizado grandes inversiones en tecnología ecológica.
Los cuatro nuevos transbordadores de crucero de Havila funcionan con GNL (Gas Natural Licuado) y son capaces de funcionar con baterías hasta cuatro horas. Mientras tanto, Hurtigruten ha retroadaptado tecnología híbrida a gran parte de su flota y participa en un proyecto de investigación para desarrollar buques de emisiones cero.