España estará en la final de la Gran Canaria SSL Gold Cup, competición organizada por la Stars Sailors League y la Real Federación Canaria de Vela, y que este domingo vivirá su regata a cuatro en la que estarán España, Italia, Hungría y Países Bajos, y de la que saldrá el primer campeón de la Copa del Mundo de Vela, a partir de las 13 hora local canaria.
En el SSL Team Spain, que cuenta con el apoyo de Murimar Seguros, salía con la misma mentalidad que en cuartos de final, es decir, navegar como lo había hecho hasta ahora y que tan buenos resultados les había dado, controlando a los rivales pero sin entrar en el cuerpo a cuerpo, ya que una penalización en regatas de este tipo son determinantes, como así se pudo ver con Nueva Zelanda, que pasó de pasar primero por barlovento a ser penalizado y caer a la tercera posición.
Las condiciones meteorológicas fueron totalmente distintas a lo vivido hasta ahora, con vientos del este entre 10 y 12 nudos de intensidad. La salida del equipo español no fue la mejor, lo hizo en segunda línea, lo que le obligó a tomar el bordo de la derecha del campo de regatas, mientras que Hungría, Nueva Zelanda y Francia iban por la izquierda.
España aguantó hasta pasada mitad de ceñida donde viró por segunda vez, la primera había sido nada más salir. Francia intentó emular a los españoles por la derecha, pero no les salió igual de bien.
Al primer barlovento llegaron con muy poca diferencia Nueva Zelanda, Hungría y España por este orden, pero una penalidad a los kiwis por sacar antes de tiempo el botalón, tuvieron que hacer un giro de 360 grados que fue fatal para ellos y dio vida a húngaros y españoles. Aquí fue la oportunidad perfecta para que los de Bermúdez de Castro, caña; Alfredo González, táctico y Luis Doreste, dieran el zarpazo y se pusiera por delante.
En el paso por la puerta de sotavento, el equipo español, iba justo por detrás de Hungría, cuando decidió en el último momento cambiar de opinión, y optó de nuevo por el lado derecho, con el peligro de que se escapara Hungría o incluso les superar Nueva Zelanda. Para darle más emoción, parte de la regata se afrontó con un chubasco, que también dio emoción y condicionó el viento.
Nada más lejos de la realidad, González tenía claro que era el bordo bueno, como así se demostró llegando primeros en barlovento, y tras una primera parte de agobio por detrás de húngaros y neozelandeses, a mitad de la última popa se vio que difícilmente darían con el barco español, que empezó a abrir la brecha suficiente como para navegar tranquilos, eso sí, sin perder de vista a magiares y kiwis, que aun estaban a 100 metros del barco español.
La lucha se centraría entre centroeuropeos y oceánicos, por la segunda posición, puesto que también daba el billete para la gran final. Por su parte, Francia había desconectado por completo desde la primera ceñida, llegando a ir, por momentos, a más de 1 kilómetro por detrás.
Luis Doreste, capitán de España, estaba muy contento de haber llegado a este punto: “La final la tenemos que celebrar por que estamos ya en la final, pero es una regata solamente. Es un formato completamente diferente a todo lo demás. Hemos visto que equipos tan fuertes como Brasil o Gran Bretaña que para mí era casi los favoritos, se han quedado fuera”, el doble campeón olímpico añadía que “como hoy, tienes una mala salida o te quedas un poco atrás, tienes muy poquito tiempo para recuperarte. Hay que hacer la regata de mañana con calma e intentar navegar lo mejor posible”.
Roberto ‘Chuny’ Bermúdez de Castro, caña del SSL Team Spain, explica sobre los favoritos a la victoria: «No hay un favorito, pero nosotros estamos navegando muy bien y nos vemos con opciones. Tenemos buena velocidad, estamos acertando por donde ir y no nos estamos equivocando en las maniobras. A Italia ya la hemos ganado antes, a los húngaros hoy les hemos ganado y a los únicos que no conocemos es a los holandeses, que hay gente muy buena, campeones olímpicos… Mañana se verá”.
El más joven del equipo, Elías Aretz, no se moja sobre quién es más favorito que quién: “No se sabe, ya hemos visto que aunque pueda ser el favorito después pasan cosas. Creo tenemos que seguir en esta la línea y con todo”.
Italia y Países Bajos, a la final
La primera seminal estaba considerada como el grupo de la muerte, visto el potencial de las tripulaciones. Lo que estaba claro es que a una sola manga se igualaban todas las fuerzas y eso se vio después de que pasaran a la gran final Italia con Vasco Vascotto y Mateo Ivaldi y Países Bajos, que había sido segundas de grupo en cuartos, dejando fuera a la todopoderosa Gran Bretaña del campeón del mundo de match race Ian Williams, que había ganado todos los enfrentamientos de la anterior eliminatoria e Italia, que en cuartos había quedado encuadrada en el grupo de España y que sólo había ganado la manga inaugural. La Brasil del pentamedallista olímpico Robert Scheidt y la doble oro, Martina Grael, se quedaba también fuera. Gran Bretaña entró tercera y Brasil cuarta.
Italia navegó muy cómoda durante toda la regata, con un viento que sopló sobre los 12 nudos, ahí se supo defender muy bien y solo Países Bajos le siguió la estela, abriendo una brecha importante sobre británicos y brasileños, que pronto se vio que sus opciones serían mínimas, ya que la distancia entre los dos primeros y los siguientes siempre fue superior a los 100 metros.