El Gridbeater Amphibian, impulsado por energía solar, nunca se queda sin combustible: se propulsa mediante un ligero motor fueraborda eléctrico alimentado por paneles solares.
«A diferencia de otros paneles solares acristalados, éstos tienen un revestimiento que permite pisarlos y, por tanto, son adecuados como material de cubierta», explica Richard Bell, de Waterways Industrial, una empresa emergente con sede en Irlanda del Norte.
La embarcación de 12.000 euros –que ahora se presenta en primicia en salones náuticos de toda Europa– es silenciosa como un susurro. La energía recogida y almacenada en las baterías puede utilizarse para cargar otros productos a bordo o en tierra, como ordenadores portátiles, teléfonos móviles o bicicletas eléctricas.
«Los paneles solares están fabricados con un diseño exclusivo por una pequeña empresa china con la que mantenemos una relación de trabajo», explica Bell, que tiene formación en ingeniería.
Espera que el Gridbeater Amphibian se utilice para el ocio en vías navegables interiores, pero podría resultar un salvavidas en zonas de socorro en caso de catástrofe, donde el acceso por carretera podría resultar imposible.
A principios de este año, un prototipo de embarcación recorrió 40 millas alrededor de Lough Neagh, en Irlanda del Norte, recaudando fondos para la ambulancia aérea local y organizaciones benéficas de rescate.
Según Bell, el anfibio Gridbeater, desarrollado con su socio Graham Rogers, de Hong Kong, está pendiente de patente. Bell tiene otras 20 patentes a su nombre; trabaja en la industria solar desde 2008.
Waterways Industrial también tiene previsto ofrecer otros productos fotovoltaicos sin conexión a la red basados en los mismos paneles solares plegables.
*Reportaje de Carlton Reid