SailGP, la espectacular y controvertida competición de vela que muchos definen como “la Fórmula 1 del mar”, celebra este fin de semana, en aguas de la bahía de Cádiz la quinta de las trece etapas de que va a constar su cuarta temporada.
La ciudad está orgullosa de convertirse, por tercera vez desde la creación de esta categoría del deporte de la vela, en sede de una de las etapas que albergan la competición. Pero en esta ocasión, además de por el orgullo de codearse con enclaves como Chicago, Los Ángeles, Nueva York, San Francisco, Saint-Tropez, Dubái, Abu Dabi, Sídney, Auckland, Tarento, Halifax o las islas Bermudas, la ciudad vibra por las sensaciones que transmite el equipo español que participa en la competición: después de cuatro etapas, el barco español Victoria que pilota el navegante cántabro Diego Botín figura en tercera posición de la general, empatado a puntos (29) con el segundo –el barco inglés que pilota Sir Ben Ainslie– y a tan sólo seis puntos por debajo (35) del barco australiano que pilota Tom Slingsby, ganador absoluto de las tres temporadas celebradas de la competición.
Mucho han cambiado las cosas desde la tercera temporada de SailGP, en la que el equipo español, liderado hasta la octava carrera de la temporada por Jordi Xammar, finalizó en novena (última posición). Diego Botín (Santander, 1993) tomó el mando del timón en febrero de 2023 para afrontar las tres últimas competiciones de la temporada 2022-2023 y ha seguido ejerciendo en esta cuarta edición de la competición, con Florian Trittel como copatrón y trimmer de ala de “los Gallos”, como se conoce en el circuito al equipo español.
Con Botín al frente, el equipo finalizó en quinta posición en la primera etapa del campeonato, celebrada el pasado mes de junio en Chicago, en las aguas del lago Michigan. Al mes siguiente España hizo historia al resultar ganador absoluto de la etapa celebrada frente al puerto de Los Ángeles, situándose en segunda posición de la general, con 16 puntos, tan sólo uno por detrás de Australia. Las buenas sensaciones de esta victoria se refrendaron con las dos etapas celebradas el pasado mes de septiembre: en la primera, que tuvo lugar en las aguas francesas de Saint-Tropez, el equipo logró la tercera posición, subiendo por segunda vez al podio; en la segunda, celebrada en las aguas italianas de Tarento, el equipo quedó en sexta posición, y cayó a la tercera plaza en la general, pero empatado a puntos con el segundo clasificado, el Emirates GBR de Reino Unido.
Preguntado acerca de lo que ha cambiado entre los decepcionantes resultados de la pasada temporada y el optimismo que se respira ahora, Botín –sobrino del prestigioso diseñador naval Marcelino Botín, diseñador jefe del Alinghi Red Bull Racing, que aspira a convertirse en retador del Emirates Team New Zealand en la Copa América de vela que se celebrará en Barcelona en 2024– explica que “el año pasado nos costó ajustar al mismo tiempo todos los engranajes del equipo; siempre cometíamos un pequeño fallo en algún momento u otro que nos penalizaba. Este año, en cambio, hemos tenido un muy buen inicio de temporada porque se han producido condiciones que nos han favorecido y que han permitido que equipos como el nuestro, que están por debajo de australianos, neozelandeses y británicos, podamos estar arriba, peleando con ellos. Hemos conseguido colocar muy bien el barco en el campo de regatas y ahora toca trabajar para seguir siendo fuertes en condiciones extremas, que es donde los equipos con más experiencia tienen un plus con respecto a nosotros”.
La importancia de la veteranía
La experiencia a la que hace referencia es un aspecto clave en esta competición. Diego Botín cumplirá en diciembre 30 años. Es el segundo más joven de los pilotos de SailGP (el más joven lo es el suizo Sébastien Schneiter, con los 28 años recién cumplidos en septiembre), pero en este deporte la veteranía es un grado, como lo demuestran los australianos Tom Slingsby, con 39, o Jimmy Spithill (que compite por Estados Unidos), con 44, o, sobre todo, el británico Benedict Ainslie, con 46, que no sólo no están a la cola de la clasificación, sino que son referentes mundiales del deporte de la vela en su conjunto. Ainslie, que fue nombrado en 2009 Comendador de la Orden del Imperio Británico por sus méritos deportivos, es el regatista más laureado de la historia olímpica, con medallas en cinco Juegos Olímpicos desde 1996, incluidos sendos oros en cuatro Juegos consecutivos (Sídney, Atenas, Pekín y Londres). Sir Ainslie es, además, el CEO y patrón del INEOS Britannia que tratará de hacerse el año que viene con un puesto en la final de la Copa América de vela que se celebrará en Barcelona.
Botín afirma que “en la vela el aspecto físico influye, pero influye más la experiencia y el conocimiento. Por eso es un deporte que te permite practicarlo con más edad. Competimos contra la naturaleza, contra el viento, un elemento que no se ve, y hay que pasar muchas, muchas horas en el mar para entenderlo bien y adaptarte no sólo a esas reacciones naturales sino a un nuevo deporte como es SailGP. Disponemos de muy pocas horas de entrenamiento en el agua con estos barcos y la gente que ha tenido más horas en el pasado cuenta con esa ventaja”.
SailGP es un deporte eminentemente tecnológico, al mismo nivel (o superior, tal vez) que la Copa América de vela. Sin embargo, esta cuarta temporada ofrece pocas variaciones con respecto a los barcos que compitieron en la 2022-2023. Sin embargo, Botín advierte que “en la temporada 2024-2025 se va a introducir una novedad muy potente: unos foils [hidroalas] en T que van a hacer que la cavitación en los foils aparezca más tarde [la cavitación es un fenómeno que aparece cuando la presión del agua que se encuentra en las inmediaciones de la hidroala baja a la presión de vapor del agua, de tal manera que se produce la evaporación de esta misma agua formando burbujas de vapor. Estas burbujas son arrastradas por el flujo y, al llegar a zonas de presiones más altas, cambia de fase en sentido inverso, y en el cambio de vapor a líquido, la burbuja se reduce a una gota de tamaño mucho más pequeño debido a la diferencia de volumen específico entre el vapor y el agua líquida. La burbuja colapsa y el vacío que crea es rellenado rápidamente por el resto del líquido circundante]. Con los foils actuales la cavitación aparece, aproximadamente, a los 80 o 90 km/h; se puede llegar a 100 km/h, pero pasar de ahí es muy, muy difícil. Con los foils en T que se van a incorporar la temporada que tiene se podrá pasar de 100 km/h mucho más fácilmente”.
El equipo español todavía no ha podido probar el funcionamiento de estas hidroalas en T, que, sin embargo, como explica Botín, ya se están estudiando en los F50 de SailGP. “Lo están probando los canadienses, con todo el software de funcionalidad, y cuando se haya terminado de probar se construirán las piezas para toda la flota. A todos nos gustaría estar probándolos ya, porque el tiempo en el agua en estos barcos es oro, pero Phil Robertson [el piloto neozelandés del equipo canadiense] es la persona de confianza de la organización y el que ha probado más partes de estos barcos desde el comienzo de la liga. Él es, probablemente, la persona que más experiencia tiene con estos barcos”.
Preparando los Juegos Olímpicos
Botín compagina la temporada de SailGP con su preparación para los Juegos Olímpicos de París en 2024, en los que competirá en la clase 49er, después de haber quedado en noveno lugar en Río de Janeiro 2016 y en cuarta posición (junto con Iago López) en Tokio 2020. “SailGP consiste en competiciones de tres días, viernes, sábado y domingo, y no hay posibilidad de más entrenamientos, así que el resto del tiempo estamos todos centrados en la campaña olímpica porque nuestra prioridad es alcanzar la medalla de oro en París”.
Para poder competir en estas dos disciplinas tan distintas su vida se desarrolla en el agua: “Pasamos muchas horas al año en la clase 49er, pero toda la tripulación de SailGP tenemos también mods [barcos pequeños provistos de hidroalas], para practicar algo que se asemeje a los F50 con que competimos en SailGP. Practicamente navegamos todos los días del año, preparando los dos circuitos”.